Insisto, sin lugar para los asombros, que siguen apareciendo más uruguayos liados al narco uruguayo Sebastián Marset. Un hecho que era de prever, hablando en criollo, especialmente ahora que él se encuentra prófugo. Me refiero al uruguayo Federico Ezequiel Santoro Vasallo, de 44 años, quien fue capturado por las autoridades paraguayas, siendo sindicado como mano derecha de Marset, un personaje que desde hace pocos días es mediático, por el hecho de que venía siendo buscado en el marco de la operación A Ultranza. Pero, además, según trascendió, Santoro estaría en alguna medida relacionado con la tripulación del avión iraní que fue retenido en la Argentina.

Las informaciones procedentes del Paraguay dan cuenta que el uruguayo Federico Ezequiel Santoro Vasallo fue detenido en la zona de Minga Guazú, Alto Paraná, siendo sindicado además como mano derecha de Sebastián Marset, en el curso de sus operaciones en Paraguay, siendo buscado como parte del operativo A Ultranza Py.

Se informó, que una vez que Santoro fue detenido la magistrada Rosarito Montanía ordenó que sea recluido en la cárcel de Tacumbú al igual que su pareja, identificada como María Araki, siguiendo la línea de investigación del fiscal Deny Yoon Pak, quien los imputó por el delito de comercialización ilícita de sustancias y asociación criminal.

Trascendió además que Santoro era una de las personas más buscadas dentro del esquema de la operación A Ultranza, cuyo principal cometido se relacionaba con el narcotráfico y actividades de lavado de activos dentro del territorio uruguayo. La tarea de Santoro, dentro de ese operativo era de vital importancia, tomando en cuenta que entre los años 2020 y 2022, recibió dinero -abultados montos- pertenecientes a los pagos provenientes de los envíos de cargamentos de cocaína al exterior, al menos así se informó por parte de fuentes fiscales.

Por si fuera poco, Santoro, además, era la persona de confianza del uruguayo Marset en lo que concierne a los viajes que él y sus allegados realizaban por el continente latinoamericano y fuera de él. Obviamente, esto ocurría porque Santoro era además propietario de una agencia de turismo en el Paraguay, que hacía parte para la logística de actividades ilícitas.

Y hay más, porque Santoro, quien igualmente era propietario de una casa de cambios en el Este del Paraguay, se estima -desde el ámbito fiscal- que la ponía a disposición de la criminalidad, para específicamente concretar maniobras de lavado de activos.

Se pudo saber, y así lo consignaron los medios de prensa paraguayos, que Santoro era literalmente uno de los principales administradores de los dineros que llegaban a Marset, desde diferentes rubros al margen de la ley, llevando él personalmente libros con todos los registros de los movimientos del contante y sonante, del uruguayo que hoy se mantiene prófugo. Hay ciertas versiones que señalan que Santoro recibía los pagos de los ilícitos, bien sea a través del sistema electrónico o en maletines cargados de billetes.

Desde Paraguay se ha dicho también que Santoro y Marset, y otros integrantes de la organización viajaron juntos a Dubai, en los Emiratos Árabes, y que además sería uno de los principales ideólogos de la venta de futbolistas, como parte de las actividades estratégicas para el lavado de activos.

Santoro, como lo consignamos al inicio, fue detenido en Ciudad de Este, en Foz de Yguazú, donde venía usufructuando los bienes que anteriormente hubo transferido a nombre de terceros.

Finalmente debemos consignar que Santoro se vio involucrado con el avión iraní que luego de pasar por Paraguay fue retenido en Argentina (un hecho que oportunamente tuvo una muy fuerte repercusión mediática en la región) , en el sentido de que habría sido -según los dichos del ex ministro del Interior paraguayo Federico González- el responsable de recibir y trasladar por Paraguay a la tripulación venezolana de la citada aeronave, cuyo piloto de nombre Gholamreza Ghasemi, estaría estrechamente ligado al mundo terrorista. Cabe recordar que ese avión iraní, hubo llevado al Paraguay -al menos así se informó por los medios- un importante cargamento de cigarrillos de la Tabacalera del Este (Tabesa), para luego llegar a la Argentina, donde fue finalmente fue retenido.