Sábado 18 Mayo 2024

El presidente del Ecuador, convocó a reunión de emergencia

Dijo: “El crimen organizado ha llegado muy lejos"

El sicariato, cumpliendo órdenes de mandantes -se estima del narcotráfico- asestó un duro golpe en Quito, capital del Ecuador. Han ultimado a balazos a Fernando Villavicencio, de 59 años, candidato presidencial de ese país centroamericano. Una señal estremecedora a pocos días de las elecciones, dentro de un contexto de criminalidad organizada instalada en la sociedad ecuatoriana en los últimos diez años.

Informaciones primarias desde Ecuador dan cuenta que el atentado se cometió cuando personas desconocidas lo abordaron a corta distancia y le descerrajaron tres balazos a nivel del cráneo dándose a la fuga de inmediato.

El candidato presidencial acababa de dar por terminado un mitin político. Sorpresivamente aparecieron en escena los sicarios y dieron punto final a la vida de un hombre que prometía ser un baluarte del combate a la delincuencia organizado y al narcotráfico operante dentro de los límites territoriales, en el marco de un contexto de violencia que en los últimos meses tuvo como víctimas, a fiscales y a personas que en sus diferentes puestos estaban en completa lucha contra la violencia criminal.

El atentado se cometió a la hora 18.20 de Ecuador en el Colegio Anderson, edificio que Villavicencio abandonaba. En el momento que el candidato presidencial ascendía a su vehículo los sicarios se le aproximaron y prácticamente a quemarropa lo balearon certeramente en el cráneo. Al menos unos 40 disparos salieron de sus armas de fuego, según testigos. En consecuencia, en medio de la confusión y de las corridas, se constató que había más personas heridas, pero de menor entidad.

En medio de un clima de tensión, y afectado por la noticia del asesinato, el hoy presidente de Ecuador Guillermo Lazzo dijo a los medios locales estar sumamente indignado y consternado, al tiempo de convocar una reunión de seguridad de carácter urgente. Asimismo, según los despachos internacionales, aseguró que este crimen no quedaría impune.

La sociedad ecuatoriana recibió la infausta noticia sabiendo que Villavicencio era un político honesto que en muchas oportunidades había expresado su malestar por ver a su país sumido en la violencia criminal.

Seguramente por ese motivo Lasso dijo enfáticamente que prometía investigar el hecho “por su memoria y por su lucha” refiriéndose a Villavicencio.

El candidato asesinado era periodista y desde mediados de este año ocupaba una banca en la asamblea nacional en representación del partido Alianza Honestidad, siendo luego elegido para ser presidenciable independiente para las elecciones previstas para el día 20 del corriente mes.

Luisa Gonzáles, otra candidata y además favorita según los especialistas en actos eleccionarios condenó enérgicamente el hecho y en consecuencia suspendió un acto de campaña estando en la zona norte de Quito, en Carapungo.

Ha trascendido que las máximas autoridades del Ejecutivo y del país, al momento de redactar estas líneas, mantienen una reunión de emergencia en el Palacio de Carondelet en Quito, siendo convocados además la máxima autoridad del Consejo Nacional Electoral, Diana Atamaint, la fiscal general del Estado Diana Salazar, el presidente de la Corte Nacional de Justicia, Ivan Saquicela, e integrantes de las Fuerzas Armadas.

“El crimen organizado ha llegado muy lejos, pero les va hacer todo el peso de la ley”, dijo finalmente Guillermo Lasso en su cuenta de Twitter.

Una frase que resume el grado de violencia que ha campeado en Ecuador. La violencia de un sistema criminal integrado que hace parte de una ideología criminal transnacional, porque no podemos ignorar que, con este hecho criminal, se ratifica una vez más que estamos en guerra con el crimen, que no duda en apelar al plomo, cuando se trata de sacar del medio a hombres justos que en su puesto van a desmantelar mafias, organizaciones criminales, que erosionan democracias y economías.

Una vez más las evidencias nos abruman y nos choquean. Es hora de luchar, desde toda trinchera. 

Foto: Wikipedia