Viernes 3 Mayo 2024

En el marco de una virulenta polémica a todo nivel, y no muy lejana en el tiempo, en la vecina orilla, Argentina, en torno al quehacer de la Corte Suprema de Justicia, tras una serie de resoluciones que recientemente se adoptaron como corporación, levantando inmensas olas de repudio y críticas, las oportunas palabras, o, mejor dicho, la nada suave reflexión del periodista argentino Juan José Salinas, responsable del sitio Pájaro Rojo (a quien encontré en Buenos Aires) sobre el particular, define sin cortapisas, el panorama nada saludable de una institución administradora de justicia en el hermano país.

Salinas fue al grano, directo, sin titubeos: “La Corte Suprema está... los cuatro que quedaron ahora, son totalmente delincuentes. Uno está peleado con los otros tres, está distanciado, y estos tres son los que han decidido que no se pueden hacer las elecciones en la provincia, menos de 100 horas antes de que se hicieran, o sea con todo el gasto que esto implica, una locura. Pero lo peor es que no tienen potestad para hacer eso, y lo hicieron al mismo tiempo que el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, en un besamano fue a la reunión anual de AmCham, o sea, de la Cámara de Comercio Argentino-estadounidense donde dijo que se arrogó que la Corte tenía que vigilar que no hubiera emisión monetaria. Un delirio. O sea, Rosatti se arrogó supervisar y controlar la economía del país cuando fue incapaz él -y (Juan Carlos) Maqueda que era la que ponía la cara, pero todos los tres son responsables, (Carlos) Rosenkrantz, Rosatti y Maqueda, que era el que estaba al frente de la obra social-. Durante muchos años nunca hicieron un balance, no tenían ninguna contabilidad. Metían la mano en una lata; un presupuesto grandísimo. Y lo peor es que, con ese presupuesto grandísimo y todo, dejaron sin atender a jueces. Hubo una jueza Martina Forns (dice Pons, pero la jueza con esta situación es Martina Forns, ndr), que el marido murió con una pésima atención. Y otra mucha gente. Es la obra social de los judiciales, de todos los judiciales. Y hubo muchos otros testigos de malísima tensión”.

Nuestra pregunta sobrevino de inmediato: ¿Y por qué se hizo todo esto? Toda una movida que generó más odios que amores, en una indiscutible coyuntura institucional, más cargada de contradicciones que de aciertos.

“Todo esto se hizo para tapar que en el juicio político que se estaba haciendo en la Cámara de Diputados, al mismo tiempo se estaba descubriendo esto de la obra social, dicho por uno de los secretarios de la Corte que se encargaba del tema y que denunció que está siendo muy amenazado por contar todas estas cosas. La Corte son unos delincuentes, prevaricadores seriales, que cometen otra gran cantidad de delitos, ya en forma habitual. Está bastante a la vista esto. Hay una campaña de desinformación por parte de los grandes medios que tapan esta historia y tratan de llevarla a otros puertos, a lugares secundarios, a que no quede claro para gran parte de la opinión pública que tiene la cabeza tomada por los medios”.

Toda la aberrante situación generada bastante tiempo atrás en la Argentina, con el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Kirchner con sus consecuencias incluidas, no podía estar ausente en este contexto de arbitrariedades manifiestas de la Corte Suprema, para la visión de Salinas, cuya mordacidad y franqueza siempre es característica inevitable, a la hora de encarar con temas que son para los argentinos, medulares o si se quiere determinantes. Y con el sello que lo idéntifica al colega argentino se explayó: “Esto se da al mismo tiempo de que se ha descubierto... apareció una secretaria, de (Gerardo) Milman, el hombre clarividente que sabía que iban a atentar contra Cristina (Kirchner) y decía que cuando lo hicieran él iba a estar rumbo a la costa o en la costa marítima, y que además para mayor escarnio había presentado proyectos diciendo que Cristina estaba mal cuidada, que cómo era la custodia, etcétera. Estaba muy preocupado por la custodia de Cristina sabiendo que iban a atentar contra ella. Ha quedado claro, estaba claro. Y ahora una de sus secretarias, una chica que había dicho que no había estado con él, después admitió que sí había estado con él en ese bar Casablanca que queda al lado del anexo de la Cámara de Diputados, se presentó para decir que la estaban amenazando porque ella no había dicho la verdad cuando dijo que había borrado ella su teléfono, sino que la habían apretado para que fuera a una oficina de Patricia Bullrich, donde un experto, que ya está identificado, había borrado su teléfono y cree que también el de Patricia Bullrich y el de la otra participante de esa reunión de tres, que es una exmiss argentina, a la cual Milman había nombrado jefa de inteligencia criminal. Para que vos veas el descontrol del gobierno anterior”.

Lo relativo al fallido atentado contra Cristina siguió siendo tema de Salinas (¿acaso será que todo está relacionado con todo?) como también figuras que hacen parte del mapa político: Macri y Patricia Bullrich. Y lo menciona con total frontalidad, sin reparos: “Está bastante claro que Patricia Bullrich estaba al tanto del atentado que se iba a hacer contra Cristina, y esto abre la sospecha de que también Macri pudiera estar al tanto porque Patricia Bullrich respondió a Macri de la misma manera que Milman respondía a Patricia Bullrich.Patricia ‘Bullshit’ le decimos desde ahora porque cuando le preguntaron en AmCham, que es un circo. Lo contrataron a (Alejandro) Fantino para que le hiciera preguntas y Fantino le preguntó qué pensaba de la gente que decía que estaba detrás del atentado a Cristina y del borrado de los celulares y Cristina dijo, ‘ya que estoy acá en la Cámara Argentina norteamericana voy a contestar con la palabra Bullshit’, con lo cual, a partir de ahora, yo la llamo únicamente Patricia Bullshit. Este es el panorama”.

A esas alturas, el tema de la candidatura de Cristina no nos pasó inadvertido, en nuestro diálogo con Salinas. Y así nos contestó: “La situación está jodida. Yo veo que Cristina no va a tener otra alternativa de ser candidata, lo cual implica que la pueden proscribir y además el riesgo grande de que pierda las elecciones, porque puede perder las elecciones con (Horacio) Rodríguez Larreta, por ejemplo. Y en ese caso, y si la mete presa, abrió un escenario de guerra civil. Lo que pasa es que no va a haber guerra civil porque no hay contendientes. ‘Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar’. Pero no se armó ningún quilombo. La estuvieron por matar y no pasó nada”.

Salinas, nos da su estado de situación, como si se tratara de un diagnóstico médico. Con la misma precisión que lo hizo en su sitio en el que escribe. Con la misma franqueza.

“Escribí en Pájaro Rojo, con otras noticias de último momento, algo que es muy interesante, que es que la bestia de Rodríguez Larreta espiaba, nos espió a todos los porteños y a todos los tipos que entran a la ciudad de Buenos Aires, hasta vos podés tener una ficha facial. Y esto es totalmente ilegal, pero lo hace igual. Pensar que Nixon se cayó por un espionaje pedorro en la sede del Partido Demócrata y estos se espían a todo el mundo todo el tiempo y no les pasa nada. Este es el estado de situación. No sé cómo será la cosa en Uruguay. Creo que los uruguayos son un poco más conservadores y tranquilos con esto, más tradicionales, más apegados a la forma, porque acá se ha vulnerado todo. Y ya se perdió, porque, así como está lleno de Baby Etchecopar, de Viviana Canosa, que putean, dicen malas palabras todo el tiempo. Hasta (Pablo) Duggan se contagió el otro día. Por el otro lado, nosotros a los que no nos gusta putear y nos gusta hablar con propiedad, también empezamos a decir las cosas como son, como que los miembros de la Corte son los delincuentes, porque lo son. Lo son obscenamente a la vista del público. Yo dije que son unos delincuentes, que Patricia Bullrich estaba detrás del intento de asesinato a Cristina. Y bueno, si nos quieren hacer juicio que nos hagan juicio. Sabemos que es una justicia venal y horrible, pero bueno. Yo por ejemplo estoy contento porque si tengo algún problema el que me va a defender penalmente va a ser (José Manuel) Ubeira, que es toda una garantía. O sea que bueno, vamos a la guerra, parece”.

Foto: Qué Pasa Web