Las activistas del colectivo actuaron en una performance transfeminista en MilánCon motivo del 8 de marzoEste 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, el movimiento Our Voice actuó frente a la estación central de Milán, durante la manifestación transfeminista organizada por "Ni Una Menos". La performance, concebida por la directora artística Sonia Bongiovanni e interpretada por las jóvenes pertenecientes al colectivo, fue una clara denuncia del sistema patriarcal que aún hoy caracteriza a nuestra sociedad. El 8 de marzo no puede ser un feriado sino un día de lucha, puesto que todavía se dan feminicidios, las mujeres tienen miedo de andar solas en la calle y mujeres y niñas son víctimas del tráfico sexual. Será un día de lucha mientras exista la violencia física y psicológica cotidiana en perjuicio de todas las subjetividades, mientras no haya una educación igualitaria y libre acceso a las profesiones sin discriminación alguna. Es por eso que salir a la calle y luchar en el Día Internacional de la Mujer es una necesidad y un deber, y el movimiento Our Voice lo hace a través del arte, una forma de protesta no violenta que aspira a un relevo generacional que empieza por los jóvenes. En la plaza se levanta una cruz en cuya parte superior está escrito: "Dios, Patria, Familia", dicho patriarcal y fascista que sigue arraigado en nuestra sociedad. Las activistas comienzan cantando: "Juntas nos fuimos, juntas volveremos, ni una, ni una, ni una menos" para simbolizar la resistencia que las mujeres vienen realizando desde hace siglos, como símbolo de unión y solidaridad en la lucha. Además, todas las jóvenes están atadas a la cruz, símbolo del patriarcado, y los hilos que las unen al andamiaje son todas las ideologías y conductas patriarcales que la sociedad impone. Al despertar, levantan la cabeza y se dan cuenta de que están bloqueadas y enjauladas en un régimen que no las deja libres para expresarse y ser ellas mismas. Sólo desde el momento en que luchan juntas con fuerza, alejándose del sistema que las oprime, son capaces de liberarse y reivindicarse como seres. Siguen con su resistencia sin dejar atrás a ni una sola compañera, de hecho, se acercan y ayudan a la última hermana a liberarse, y las palabras "Ni una menos" se hacen realidad. La reivindicación y afirmación del propio ser continúa hasta que el patriarcado es decapitado, y su cabeza es arrojada y quemada en un caldero. De la performance emerge el vínculo entre la mujer y la Tierra, con las mujeres del pasado que iniciaron la lucha de la resistencia feminista que aún hoy sigue viva. La exposición reivindica los derechos de la mujer, la reapropiación de los cuerpos y el placer, denuncia una sociedad que impide el aborto, que discrimina a todas las personas que no se encuadran en los esquemas intolerantes del pensamiento católico y que permite la violencia militarista. Fotos: Pietro Calligaris |
OUR VOICE DECAPITA AL PATRIARCADO EN LAS CALLES PARA PROTESTAR CONTRA EL SISTEMA
- Giada Trotta
- CRIMEN ORGANIZADO REGIONAL