La familia: "Felices, pero también sorprendidos, no nos avisaron y no sabemos qué se está investigando"

Finalmente se reabre el caso de Emanuela Orlandi. Casi cuarenta años después de la misteriosa desaparición, el promotor de la justicia vaticana, Alessandro Diddi, junto a la Gendarmería han decidido reabrir la investigación de una historia que lleva décadas afectando a la Santa Sede debido a las diversas e inquietantes pistas judiciales e investigativas que se siguen en este infinito lapso de tiempo y que conciernen a las más altas esferas eclesiásticas. El objetivo sería volver a examinar todos los expedientes, documentos, pruebas, informes y testimonios. Un trabajo minucioso que no debe dejar nada al azar, para intentar aclarar una historia oscura y disolver interrogantes de todo tipo. De acuerdo con el plan de trabajo desarrollado en la oficina del promotor de justicia, se volverá a recomenzar desde los datos procesales adquiridos durante el juicio, se seguirán nuevas pistas y viejas indicaciones que, en su momento, no fueron profundizadas. El trabajo se desarrollará con el examen de cada detalle particular a partir de esa tarde del 22 de junio de 1983, día en que la hija de quince años de un empleado del Vaticano se desvaneció en el aire. Emanuela había salido de su casa a las 4 de la tarde para ir a clases de música en Piazza Sant'Apollinare. Cerca de la basílica homónima, donde muchos años después se descubrió que estaba enterrado uno de los cabecillas de la banda de Magliana, 'Renatino' Enrico De Pedis, según varios testigos, el ejecutor material del secuestro "por cuenta de altos prelados". 

Lo que impulsa la reapertura del caso es la admonición sobre la búsqueda de la verdad y la transparencia, dictadas por el Papa Francisco. Ya otro Papa antes que él, Juan Pablo II, se ocupó de la historia detectivesca al oficializar, durante el Ángelus, la hipótesis del secuestro. Las nuevas investigaciones sobre Emanuela podrían servir también para eliminar las sombras sobre la historia de la coetánea Mirella Gregori, también desaparecida en 1983. Evidentemente la decisión de la justicia pontificia se inserta y apoya en la desesperada búsqueda de la verdad que reclama la familia de la joven de 15 años que nunca se rindió al manto de misterio y silencio. Nuevas revelaciones, sobre todo las del "Lobo Gris", Ali Agcà, un documental-ficción de éxito, con pistas inéditas. Nunca como ahora se habían vuelto a encender las luces sobre la historia de la desaparición de la joven, luces que se habían apagado en octubre del 2015 cuando el juez de instrucción, a pedido del Ministerio Público y por falta de pruebas concordantes, cerró la investigación por su desaparición y la de la joven Gregori, iniciada en el 2006 tras las declaraciones de Sabrina Minardi y que tuvo seis sospechosos por complicidad en asesinato y secuestro, entre otros también monseñor Pietro Vergari, ex rector de la basílica de Sant'Apollinare donde fue enterrado De Pedis hasta el 2012. Tres años después, el último soplo de esperanza para las familias de ambas niñas se desvaneció en el aire. El Vaticano, en línea con las indicaciones de transparencia del Santo Padre, ha dado luz verde a los análisis de ADN de unos huesos encontrados durante los trabajos de restauración en la sede de la Nunciatura Vaticana en la calle Po, en Roma. Las investigaciones, encomendadas por la Santa Sede a Italia, y en particular a la fiscalía de Roma y a la Policía Científica, tenían como objetivo comparar esos huesos con el código genético de Emanuela. Nada se hizo tampoco ahí. Ahora está empezando todo de nuevo, desde cero.

En tanto, el hermano de Emanuela, Pietro Orlandi, dijo estar "impactado" por la "reapertura de la investigación". Una "reapertura repentina", comentó a AdnKronos, precisando que, si se ordena "por impulso del Papa Francisco, es bienvenida". "No sé si es una decisión tomada tras la reciente propuesta de abrir una investigación parlamentaria -prosiguió- tal vez podría surgir una colaboración entre el Estado italiano y el Vaticano, que faltaba desde hace 40 años. Es una noticia claramente positiva y espero ser escuchado por los investigadores".

La abogada de la familia, Laura Sgro, también está satisfecha. "Ciertamente estamos muy contentos con la reapertura de la investigación -dijo- pero es una locura que no nos avisaran". "Ni siquiera sabemos qué están investigando, la última denuncia que presenté es del 2019 y no tuve ninguna respuesta. La última vez que le pedí ver al promotor fue hace un año. A lo mejor tienen elementos nuevos y están tramitando de oficio, no sé". La abogada Sgro recordó que "presenté muchas solicitudes, cada vez que había un elemento nuevo lo presentamos en la oficina del promotor. En diciembre del 2021 le escribí al Papa Francisco, quien me contestó en enero del 2022 diciéndome que me pusiera en contacto con la oficina del promotor para poner a su disposición la nueva información que teníamos", concluyó.

*Fuente: AdnKronos
Foto: AdnKronos
 
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