Juicio Agostino: el foco cae sobre "Cara de Monstruo" - Parte 2
Giovanni Aiello estaba "estrechamente vinculado con Bruno Contrada, a quien reportaba como hombre de enlace entre las bandas de la 'Ndrangheta y partes desviadas de los servicios secretos. Idéntico papel al que desempeñó con Cosa Nostra". Así lo confirma la fiscalía general de Palermo en el marco del proceso que tramita ante la Corte Penal de Palermo (presidente Sergio Gulotta, juez a latere Mónica Sammartino) por el asesinato del policía Antonino Agostino y su esposa embarazada Ida Castelluccio, ocurrido en Villagrazia di Carini el 5 de agosto de 1989. El martes, la fiscal general Lia Sava y el sustituto Umberto De Giglio, concluyeron la requisitoria pidiendo cadena perpetua para el jefe Gaetano Scotto (acusado de doble asesinato) y la absolución para Francesco Paolo Rizzuto, en ese momento amigo de Agostino (acusado de complicidad en el hecho). Durante la audiencia, Lia Sava exploró el identikit del ex policía y ex agente secreto Giovanni Aiello (fallecido en agosto del 2017), más conocido como "Cara de Monstruo", figura clave en el proceso que estuvo bajo investigación y cuya causa se archivó en el 2016. Dos horas completas en las que la fiscalía general resumió, punto por punto, el pasado de Aiello, sus relaciones con mafiosos y hombres de los servicios desviados y los oscuros acontecimientos por los que fue investigado a partir del caso Agostino. "Aiello es una figura polifacética que ha planteado diversas cuestiones y merece ser analizada en las múltiples facetas que presenta".
Aiello y Contrada eran "culo y calzón"
Una de estas cuestiones refiere a las supuestas relaciones entre Aiello y Bruno Contrada, ex jefe de la Brigada Móvil de Palermo, ex número tres del SISDE, condenado a 10 años por concurso externo, con sentencia firme luego declarada inejecutable y sin efectos penales por la Casación. Según la acusación, las relaciones entre ambos no son presuntas, sino ciertas.
En primer lugar, varios colaboradores de justicia considerados fiables hablaron de Contrada y Aiello, empezando por Vito y Giovanna Galatolo. Pero la relación entre los dos ex policías también es confirmada por agentes de la policía judicial como Mario Speranza, ex director de la Sección Antirrobos en la época de Contrada y Giulio Martino, ex miembro de la Criminalpol de Palermo.
Martino declaró -recordó Lia Sava- "que conoció a Aiello porque Contrada, director de la Escuadra Móvil, se lo presentó, porque quería que trabajaran juntos a pesar de que Aiello trabajaba en la sección Capturados". Contrada "le dijo en particular que: 'Aiello era la persona en quien más confiaba. Era un tipo inteligente, que me ayuda en mis negocios y tiene muchos conocidos en Palermo'. Precisó que Aiello tenía relaciones muy estrechas con Contrada: 'Eran culo y calzón, los veía juntos muy a menudo'". Pero hay más. El colaborador de justicia de Reggio, Antonino Lo Giudice, también habló de Aiello y Contrada, quien "dijo haber conocido a Cara de Monstruo en los años 2000". Habría sido Saverio Spataro Tracuzzi, ex oficial de los Carabineros, quien se lo presentó. Aiello habría dicho a Lo Giudice "que formaba parte de un grupo de policías con doble función, los cuales en realidad sólo recibían órdenes directamente del doctor Contrada". "Este es un dato de fundamental importancia", comentó Lia Sava.
Confirmando una vez más el vínculo, profesional o de amistad, entre Aiello y Contrada, la fiscal Sava recordó al tribunal una conversación interceptada en el 2015, en la prisión de Santa Maria Capua Vetere, entre Spataro Tracuzzi, condenado a 9 años por concurso externo, y el mariscal de los Carabineros Arturo Lametta, que unos años antes (de abril del 2008 al 2 de febrero del 2009) había sido detenido junto con Contrada, persona de su conocimiento personal. "Lametta, respondiendo a las insistentes preguntas de Tracuzzi, muerto de miedo por lo que tenía que decir a los magistrados, le dijo expresamente que 'no tocara al amigo de Bruno'. Con evidente referencia a las relaciones Contrada-Aiello". "Tienes que valorar tu vida. Él se pasa por el culo a todos y tu terminas pagando", le dijo Lametta a Tracuzzi. "Ya cumpliste cinco años de prisión, debes evaluar muchas cosas, pero si no tocas al amigo de Bruno, todo está bien". Según la fiscalía general "Bruno es Bruno Contrada y el 'amigo' de Bruno es Aiello".
Los testigos y el miedo al "monstruo"
La conversación interceptada contiene un aspecto que la fiscalía general luego encontró una y otra vez en los testimonios de algunos testigos durante el juicio: el miedo.
El caso más llamativo, en este sentido, es el de Vito Lo Forte. El colaborador de justicia, recordó Lia Sava, "dijo que sólo en el 2013 y 2014 había señalado a Aiello como participante en el asesinato porque: 'Temía por su vida y que Scotto lo había buscado mientras estaba bajo arresto domiciliario en Viterbo. después de su colaboración'". Y añadió que desde hacía años "no hablaba de asesinatos, de policías y de servicios secretos porque tenía miedo". Interrogado por los investigadores en el 2013, "Lo Forte recordó -agregó la magistrada- que en diciembre de 1989, cuando salió de prisión, Vegna (Gaetano Vegna, dirigente de Arenella, ndr) me dijo que Aiello (a quien había conocido en 1987, presentado por Scotto, ndr) había desempeñado un rol en el asesinato del policía Agostino y de su esposa. En particular, me dijo que Aiello había ido a recoger en coche a los autores del crimen, Gaetano Scotto y Antonino Madonia". Además, el colaborador de justicia declaró: "Inmediatamente después del asesinato, los ayudó a quemar la moto utilizada y se los llevó. Cuando le pregunté por qué habían matado a una mujer embarazada, respondió que el doble asesinato había sido cometido como un favor a importantes funcionarios policiales y que la esposa de Agostino seguramente había sido asesinada porque sabía algo". Sin embargo, estas declaraciones de primordial importancia, consideradas "confirmadas en muchos puntos" por la fiscalía general, ya no se repitieron cuando Lo Forte fue llamado a declarar en la sala del tribunal en septiembre de 2022. Una audiencia en la que, de repente, el colaborador de justicia declaró que no sabía ni recordaba nada de Aiello.
Negaciones y reticencias que, según la fiscalía general, serían hijas del miedo. Un miedo enorme, precisó. "Tenía miedo cuando fue interrogado en esta audiencia debido a la presencia de Gaetano Scotto a través de una conexión de video", añadió. Un miedo que, según Lia Sava, también tenían los ex policías Spataro Tracuzzi y Francesco Belcamino. "Tenemos la impresión tangible de encontrarnos en presencia de cables expuestos de muy alta tensión, de esos que generan temores incontrolables en las personas, a pesar de pertenecer a diferentes entornos, cuando deben hablar".
"Cables de alta tensión -precisó- que parecen atravesar algunos acontecimientos estrechamente relacionados con el doble homicidio Agostino-Castelluccio". El "papel inquietante y absolutamente central" de Aiello -resumió Lia Sava- "en la dinámica relacionada con el doble asesinato, y con otras cosas, evidentemente sigue suscitando mucho miedo, probablemente debido a los secretos que, tras su muerte, 'Cara de Monstruo' se llevó consigo".
A Aiello, amigo de Scotto, "solo le faltaba ser punciuto"
Durante la acusación, la fiscalía general también exploró la relación entre Aiello y el acusado Gaetano Scotto. "Podemos reiterar que el rol de Aiello adquiere una clara importancia para esclarecer los vínculos entre los aparatos desviados del Estado y las organizaciones mafiosas, incluidas las terroristas, y el significado subversivo de tales relaciones que fueron fundamentadas con referencia específica al asesinato Agostino-Castelluccio, precisamente a través de su vínculo con Gaetano Scotto", dijo Lia Sava al tribunal.
Luego, la fiscal habló de la asociación de Aiello con los círculos mafiosos de Vicolo Pipitone. El colaborador de justicia Francesco Onorato declaró: "Estuve varias veces en Vicolo Pipitone, Gaetano Scotto estaba siempre en casa", afirmó el colaborador de justicia. "También vi a Aiello varias veces. Después supe que se llamaba Aiello, pero lo reconocí porque lo encontré varias veces allí, en Vicolo Pipitone, no sé si fueron 2, 3 o 4 veces. Lo cierto es que era amigo íntimo de Gaetano Scotto. Tan amigo que le pusieron Cara de Monstruo porque tenía la cara llena de cicatrices. Muchas veces lo vi con la moto, una Harley-Davidson propiedad de Scotto. Iba siempre a Vicolo Pipitone, y yo estaba allí para ver a alguno de los Galatolo, por temas de Cosa Nostra". Luego, el arrepentido afirmó que "Aiello era policía, pero muy cercano a Gaetano Scotto como a los Galatolo, Enzo Galatolo, Pino Galatolo, digamos que solo le faltaba el 'punciuto' (el rito de afiliación a la mafia, ndr), porque entendía más que los que estaban en Cosa Nostra", afirmó Onorato. "Discutía y se portaba mejor que un hombre de honor". Lo llamaban así (Cara de Monstruo, ndr) "porque tenía toda la cara marcada, tenía buenas relaciones con Scotto y con los Madonia y los Galatolo. Era una persona muy confiable que servía a todos".
Contrada reprende a Paolilli: "¿Por qué hablaste de Aiello?"
Otro tema que fue abordado en la audiencia es el referido a la conversación telefónica interceptada por la fiscalía de Caltanissetta el 11 de mayo de 2014, entre Contrada y Guido Paolilli, el ex policía que estuvo a cargo de las investigaciones iniciales del crimen y que fue investigado (luego prescrito) por complicidad en el cargo de haber destruido una gran cantidad de papeles encontrados en el armario de la casa de Agostino. Los dos hablaron de la entrevista concedida por Paolilli (el ex agente creía que no había sido grabada) al periodista Walter Molino, publicada luego en un episodio del programa Servizio Pubblico, el 27 de abril del 2014, en la que Paolilli le había revelado que Aiello "era un sucio que vendía información a la mafia". Hablando de lo ocurrido con Contrada, Paolilli, como reconstruyó Lia Sava, "admitió 'que esa vez había metido la pata hasta el fondo'". Que "'se dejó llevar porque pensó que esa entrevista no iba a ser grabada'". Y a la pregunta preocupada de Contrada sobre lo que había dicho, informó que había hablado de "ese Aiello que llevaba y traía información". Contrada "se molestó y lo regañó" -recordó la magistrada- y le preguntó "pero ¿por qué las dijiste?".
Al declarar ante el tribunal, Contrada, explicó Lia Sava, "intentó distanciarse de su estrecha relación con Aiello. No pudo dar ninguna explicación de por qué Paolilli lo llamó para contarle sobre la entrevista concedida a Walter Molino, ni tampoco explicó qué significaba la frase sobre que Aiello 'llevaba y traía'. Se limitó a negarlo sin explicar de ninguna manera el sentido de la disputa". Paolilli también tuvo una actitud similar, mantenida en el juicio por el episodio ante Contrada. Tanto el fiscal Domenico Gozzo como Fabio Repici, abogado de la familia Agostino, le preguntaron por qué sentía la necesidad de informar a Contrada de esa entrevista. "Era un amigo, además de un jefe. Y le debo respeto. Le confiaba todo y a menudo nos contábamos los buenos años. Mi preocupación era decir que me dejé engañar. Que había sido un idiota". Y a la pregunta de Repici de por qué tuvo que justificarse ante Contrada sobre el tema Giovanni Aiello, añadió: "No lo recuerdo. No estaba en mi frecuencia".
Careo a la americana
El último punto abordado por Lia Sava en la sala, siempre con respecto a Giovanni Aiello, se refiere al reconocimiento del mismo hecho en 2016 por Vincenzo Agostino, el padre de la víctima, en la sala búnker donde se desarrolla el proceso. Fue un enfrentamiento al estilo americano en el que Agostino logró identificar al hombre "con cara de monstruo" que, antes del crimen, acudió a su casa para pedir información sobre su hijo mientras estaba de luna de miel con su esposa. "En este sentido, conviene recordar -afirmó la fiscal- que la primera vez que Agostino recordó la visita del episodio de dos hombres que buscaban a su hijo se remonta al 19 de agosto de 1989, cuando aquel dolor aún era insoportable (el asesinato tuvo lugar el 5 de agosto, ndr)".
En el pasado, Agostino mostró fotografías de los rostros de dos sujetos presuntamente similares a Aiello, uno de los cuales era Salvatore Termini, actor de la película Mery per sempre. Aunque ambos tenían rasgos que podrían recordar a Cara de Monstruo, "el reconocimiento de Agostino no se hizo en términos de certeza", recordó Lia Sava. El padre de la víctima, que lleva 35 años luchando por verdad y justicia, había pedido expresamente poder hacer una identificación personal y no con una fotografía. "Podría reconocer al individuo si tuviera la oportunidad de verlo en persona, no puedo hacerlo claramente en la fotografía", fue el pedido del padre del oficial asesinado. "Quería verlo en persona porque no quería ofender a nadie", dijo. "Así de escrupuloso es este hombre", dijo Lia Sava. Por eso, cuando finalmente llevaron a Aiello a la sala del tribunal, junto con dos actores, para el careo americano, Agostino no dudó en reconocerlo. "Es Cara de Monstruo, el hombre que estaba buscando a mi hijo", dijo señalándolo y luego casi pierde el conocimiento por la emoción. "Quiero conocerte -añadió entre lágrimas- quiero entender por qué fuiste a visitar a mi hijo". "Estos son datos que, junto con la veracidad y plena credibilidad de las declaraciones de Agostino, revelan la absoluta fiabilidad del reconocimiento de Aiello, que sólo gracias a la minuciosa actividad de la fiscalía general de Palermo y al igualmente minucioso apoyo de la defensa de la parte civil permitieron -concluyó la fiscalía general- para llegar a la verdad".
Foto de portada: diseño gráfico de Paolo Bassani
Foto 2: a la izquierda Bruno Contrada © Archivo Letizia Battaglia
Foto 3: Gaetano Scotto
Foto 4: Giovanni Aiello