Ha fallecido a la edad de 77 años la ex senadora María Fida Moro, intelectual, hija mayor del líder de la Democracia Cristiana Aldo Moro, asesinado por las Brigadas Rojas el 9 de mayo de 1978. La noticia la dio su hijo Luca (el querido nieto al que se refirió el ex primer ministro en sus cartas desde la prisión). Llevaba algún tiempo luchando contra una enfermedad; los funerales se llevarán a cabo en forma privada.
Maria Fida Moro fue senadora de julio de 1987 a abril de 1992. Fue elegida en Puglia con la Democracia Cristiana, pero abandonó el grupo tres años después y pasó a Rifondazione Comunista, como independiente. En 1993 se unió al Movimiento Social Italiano, con el que se postuló para alcalde de Fermo, pero no fue elegida. Luego participó en el establecimiento de la Alianza Nacional. Su última aventura en política se remonta a 2016, cuando se presentó a las elecciones municipales de Roma con la lista de centro Più Roma-Democratici e Popolari en apoyo del candidato a la alcaldía Roberto Giachetti sin conseguir un escaño en el Capitolio.
Más allá de la política, sin duda debe recordarse su batalla por encontrar la verdad sobre la muerte de su padre.
"Toda la historia que se ha contado comienza en Yalta. No sólo la de todas las masacres de Italia, sino también la de todas las internacionales; No hay ningún caso Moro, ni Ustica, ni Portella della Ginestra. Hay un plan de un gobierno mundial que quiere reducirnos a la esclavitud, incluso desde un punto de vista cerebral. Por este motivo es casi imposible probarlo y obtener documentos". Así se expresó al hablar en el Senado durante la presentación del libro 'La Bestia' de Carlo Palermo en 2019.
Nos reunimos con ella en varias ocasiones. Hace unos años nos concedió una entrevista exclusiva para expresar su amor por la verdad, yendo más allá del tiempo transcurrido y de las tres Comisiones Parlamentarias de investigación del caso Moro, los cinco juicios y las numerosas investigaciones judiciales colaterales.
También participó, como invitada, en la conferencia organizada por esta revista en Palermo, bajo el título de "Asesinados, traicionados, olvidados" y con motivo de las conmemoraciones de la masacre de Capaci.
Inmediatamente después de este último hecho, durante la campaña electoral para las elecciones locales en Palermo, intervino en el acto de presentación de la lista de la UDC al ayuntamiento para la candidatura a alcalde de Roberto Lagalla, que en ese momento disfrutaba del apoyo declarado de dos condenados por delitos mafiosos: Marcello Dell'Utri (condenado a 7 años por concurso externo en asociación mafiosa) y Totò Cuffaro (condenado a 7 años por complicidad agravada con elementos de Cosa Nostra y revelación de secretos oficiales).
Ambos, habiendo cumplido sus respectivas condenas, decidieron apoyar la candidatura a alcalde por la centroderecha del ex rector. Haber asistido al acto fue un grave error, en nuestra opinión. Por este motivo nos vimos obligados a alejarnos de su persona. Respecto a la muerte, sin embargo, es justo recordarla.
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