El pasado miércoles, la que alguna vez fuese -temporalmente- presidenta de la República, y más en el ayer, guerrillera del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros MLN-T (con todo lo que ello implica) Lucía Topolansky, renunció a su banca como legisladora después de más de 20 años en servicio, dando continuidad a una renovación generacional que tuvo su momento más simbólico el día que renunciaron Julio María Sanguinetti y José ‘Pepe’ Mujica, su esposo, en octubre de 2020.
Topolansky, hoy de 77 años, es una de las mujeres más emblemáticas de la historia moderna uruguaya. Fue la primera mujer en ocupar la presidencia de la República, ocurrió durante un interinato en noviembre del 2010, cuando el en ese entonces presidente Mujica, se ausentó del país, coincidiendo con un viaje del vicepresidente Astori a Corea del Sur. También tuvo oportunidad de ocupar la vicepresidencia, luego de la precipitada renuncia de Raúl Sendic, en setiembre de 2017.
Hoy, Topolansky se renueva como militante, luego de cumplir más 25 años en la función pública, habiendo sido su primer cargo, edil por Montevideo en 1995: “La vida continúa y la gente no es eterna, siempre se va recambiando y yo tenía esto en mi horizonte, pero la pandemia me ayudó a tomar esta decisión y estoy contenta porque el tiempo que tenga para la política no lo voy a tener tan atado a una responsabilidad electiva porque esa palabrita representante nacional es un compromiso muy serio y uno tiene que cumplir determinadas cosas. Yo puedo militar a nivel de un comité y estoy mucho más libre, entonces si esto recrudece o lo que fuere yo tengo una libertad que no estaba teniendo y estaba cumpliendo mal, y esos dos años fueron muy penosos para lo que yo creo que tengo que hacer”, declaró en una entrevista realizada por los reporteros de la FM del Sol en el programa Fácil Desviarse.
La ahora exsenadora, había anunciado su retiro algunas semanas atrás, alegando la necesidad de renovar los representantes del Frente Amplio y del Movimiento de Participación Popular (MPP), fundado en conjunto con su compañero José Mujica. Esta necesidad, según ella, se acrecentó durante el transcurso de la pandemia, cuando la actividad legislativa comenzó a realizarse vía Zoom, una práctica a la que no logró adaptarse. “Yo creo que es una tarea que se tiene que cumplir full time y cuando no se puede cumplir más vale correrse”, dijo Topolansky sobre su propio retiro.
Su banca será ocupada por Sebastián Sabini, quien expresó que “es una responsabilidad gigantesca suplir a Lucia”. Y agregó “Va a continuar siendo una referencia, porque se retira del Parlamento, pero no de la vida política, ni de la militancia. Vamos a seguir trabajando en conjunto”, remató.
Lucia, inició su vida política siendo muy joven. En 1967, se sumó a las filas del MLN-Tupamaros cuando tenía 23 años, pero ya desde hacía algunos años militaba en los centros de estudiantes de la facultad de Arquitectura. Su actividad con los tupas, la llevó a confrontar directamente con el poder de turno, y esto le valió su primera detención en 1970, la cual fue interrumpida durante la fuga del penal de mujeres, la Cárcel de Cabildo, durante la llamada “Operación Estrella”. Desde ese entonces permaneció en carácter de clandestinidad. En 1972, fue capturada nuevamente, y permanecería encerrada hasta 1985, cuando fue liberada, ya en democracia por los recursos de la amnistía. Durante su detención, bajo órdenes del régimen cívico militar que irrumpió la democracia uruguaya, padeció numerosos tormentos y torturas.
En este sentido el senador oficialista, Sebastián Da Silva destacó la polaridad de la vida política de Topolansky, quien fue parte de “una generación derrotada en la guerra y absolutamente triunfadora en las urnas”, y agregó: “Las leyendas tupamaras pasaron a ser leyendas de apoyo popular”.
Por su parte la presidenta del senado, Beatriz Argimón -quien leyó para el resto de los legisladores, las palabras escritas por Topolansky-, declaró a la prensa, con cierta nostalgia, que se quedaba “con esas charlas que generalmente tenemos algunas mujeres políticas, de intercambio, de momentos donde nuestra militancia política se entrelaza con nuestra vida familiar, con cosas que ganamos, perdimos, y en algunos momentos nos juntamos”.
El máximo referente de la fuerza de extrema derecha Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, quien es exgeneral del Ejército y notable defensor de los represores condenados por crímenes de lesa humanidad, resaltó las virtudes “conciliadoras” de Topolansky, quien supo mantener una actitud “negociadora permanente”.
Lucia Topolansky fue uno de los bastiones de una resistencia, que supo aggiornarse a los tiempos y transformarse en una casta política en sí misma. Casta que hoy enfrenta un agotamiento filosófico y político, ante el avance de una generación con otros tiempos, y con otras inquietudes, pero por sobre todas las cosas, con otras verdades en el bolsillo.
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*Foto de portada: Radio Kermes
*Foto 2: Subrayado / Lucía Topolansky y José Mujica