Sábado 18 Mayo 2024
Allegados a la víctima estiman que su muerte sería por denunciar actos de corrupción
 
Por Jean Georges Almendras-21 de diciembre de 2021

Sin duda se trata -una vez más- del macabro ejercicio del poder, que, con el marco criminal ya habitual, no hace otra cosa que expandir un mensaje de intimidación al activismo colombiano: en las últimas horas asesinaron a balazos al ciudadano colombiano Uber Velásquez. El hecho tuvo lugar en la vereda La Balsa, del Corregimiento de San José de Apartadó, en la región de Antioquia.

Las primeras informaciones que llegaron a nuestra mesa de trabajo hablan de que varios hombres armados llegaron a la casa donde vive Velásquez, y prácticamente a quemarropa lo balearon, para luego darse a la fuga rápidamente de la escena del atentado.

Se pudo saber que Uber Velásquez hacía parte de la Veeduría Campesina de San José de Apartadó, en la zona del Urabá antioqueño, y que, en los últimos días, él había compartido con el diputado de Antioquía, Camilo Calle, una acción de alerta social “sobre los atrasos y perjuicios de la pavimentación a un tramo de la vía a San José”. En definitiva, allegados a Velásquez aseguraron al periodismo que él en los últimos tiempos “venía denunciando actos de corrupción”.

Precisamente el diputado Camilo Calle, públicamente señaló a medios de prensa internacionales que hubo “conversado con el coronel de la policía de Urabá y el secretario de seguridad del departamento de Antioquia y les he pedido un informe preliminar de los móviles y de las condiciones de seguridad de la zona en donde fue asesinado Uber Velásquez”. También agregó que él personalmente había pedido más protección “para los líderes en este departamento”.

Versiones periodísticas antioqueñas dan cuenta que Uber Velázquez era un campesino cultivador de cacao, alevinos y maíz, muy reconocido en su comunidad, quien anteriormente fue víctima de un intento de despojo de sus tierras, seguramente en el marco de un abuso cometido por poderosos de la zona.

Asimismo, trascendió, según informe de Indepaz, que Velásquez sería la víctima número 165 entre los líderes y defensores de DDHH ultimados en el corriente año 2021, y la víctima número 1.280 desde la firma del acuerdo de paz en Colombia.

La nómina de muertes que sigue dejando el nefasto poder instalado en esas tierras colombianas, hacen que desde nuestras tierras rioplatenses les rindamos a los caídos el merecido homenaje, redoblando nuestra denuncia, sobre estos hechos que derrumban toda posibilidad de credibilidad en las instituciones democráticas de seguridad que dicen que están para proteger a los referentes sociales (como respuesta a los constantes atentados que vienen sufriendo desde hace ya años) aunque la realidad parece ser otra muy distinta.

Una y otra vez, el periodismo libre y las organizaciones de derechos humanos y sociales que operan en esas regiones de constante conflicto, han requerido a las autoridades protecciones y seguridad, pero las respuestas han sido débiles, y en consecuencia los hechos de violencia se han seguido sucediendo con indescriptible intensidad.

La muerte de Uber Velázquez, demuestra -por enésima vez- que la fuerza bruta y criminal sigue campeando por esas regiones, obviamente con un marco de impunidad, repulsivo, que de hecho está fomentado e instalado en los círculos de poder regionales, donde los intereses financieros de determinados grupos privados (que en no pocos casos, están cooptados por elementos del Estado colombiano) son por naturaleza, los que más preponderancia tienen a la hora de ejercer presiones, ejecuciones o actos de avasallamiento, en perjuicio de lideres sociales, o referentes campesinos, que se atreven a confrontarlos o replicarles, que existen derechos y que hay leyes y acuerdo que respetar.

Pero estas denuncias y exigencias, son acalladas a puro plomo, con un saldo de víctimas que crece gradualmente.

Uber Velásquez, desafortunadamente, ahora engrosa esas fatídicas estadísticas de muertes en filas del activismo social colombiano.

Y eso nos da rabia, y nos sume en la indignación; pero al mismo tiempo, hace que redoblemos nuestra lucha por esas causas, modestanente desde nuestro sitial periodístico.

----------------

*Foto de portada: Twitter / El Tiempo