Las escenas se fueron sucediendo. Las historias de “Sueño Blanco” se fueron hilvanando. Los actores se fueron entregando a sus respectivos personajes. Y el mensaje comprometido de Our Voice fue ganando espacio escénico.
Desde la platea, hombres, mujeres y jóvenes fueron descubriendo gradualmente el pensamiento vivo del Movimiento; el pensamiento vivo de cada uno de sus integrantes, y a través de ellos: el pensamiento de una sociedad harta de injusticias sociales y sobrecargada de fuerza para reclamar al poder: verdad, justicia, libertad, respeto al prójimo y a los pueblos originarios, y respeto a la libertad de preservar la memoria.
Esa memoria saboteada desde los niveles de quienes todavía están aferrados a los tiempos de la dictadura militar y a esas ideologías que minaron generaciones, regando las calles de sangre, dolor y muerte. Ideologías autoritarias extendiéndose peligrosamente en toda América Latina.
Manteniendo el ritmo actoral de la presentación en el edificio de la ex ESMA (del sábado 22) los jóvenes en el escenario no defraudaron ni un ápice a su cometido: trasmitir con su arte, con su talento y su dedicación todo el bagaje, de conocimiento y de conciencia, destinado a fortalecer la unión entre los hombres y la paz en el mundo.
Partiendo de esa premisa, el elenco de Our Voice desembarcó en la sala teatral de la Avenida Corrientes, y llegó a muy buen puerto.
Sobrevino después el momento de la reflexión y del diálogo con la platea.
El coordinador de Our Voice de Sudamérica, Matías Guffanti, oficiando de maestro de ceremonias, convocó al escenario al Dr Juan Alberto Rambaldo, quien representando a Antimafia Dos Mil Argentina aportó una reflexión directamente relacionada con la lucha contra la dictadura, dándole el valor a las luchas del pasado y a las del presente, contra un sistema impuesto por el capital financiero, extendido por América Latina. Fue la visión de un hombre que en aquellos años del terror vivió la militancia en la lucha contra la dictadura, formando parte de los movimientos estudiantiles de aquellos días. En ese marco, Rambaldo trasmitió a la platea el concepto de la resistencia, como único medio viable para revertir una situación en extremo preocupante, debido autoritarismo reinante.
Otros espectadores dieron igualmente su parecer, lo que marcó en esa noche, que el mensaje expreso de Our Voice fue indiscutiblemente valorado sin restricciones.
Entonces, por primera vez, Our Voice dijo presente en una sala teatral de la Avenida Corrientes, y el mundo del espectáculo no tuvo alternativa: debió “confraternizar” con el teatro de vanguardia.
El teatro de vanguardia del Movimiento Our Voice, que sigue avanzando a pasos agigantados, en Sudamérica.
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*Foto de Erika Pais
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