Un recorrido hecho a lo largo de un año y que se ha desarrollado en varias fases. El primer paso ha sido dado por la simulación de un proceso judicial por mafia, que se pudo realizar el 17 de marzo gracias a la colaboración del Tribunal de Como. Luego por la organización de una manifestación, el 22 de marzo, en apoyo a la magistratura y en contra de la mafia y luego por el congreso del pasado sábado: “Libres de la mafia. NOSOTROS protagonistas del cambio”, del cual tuve el honor de participar como relator. Era la primera vez que me tocaba enfrentar una platea. La primera vez que representaba públicamente a la redacción de ANTIMAFIADuemila. A esta emoción se le agregaba la que me provocaba la presencia de relatores importantes como Angela Napoli, Giulio Cavalli, Gaetano Guarino y sobre todo Salvatore Borsellino. Me quedo fascinado por sus palabras. Borsellino es extraordinario por su capacidad de encender los corazones de quien lo escucha. Su grito de justicia y verdad ha vibrado fuerte en el aula magna de la Politécnica de Como. Giulio Cavalli, desde su lugar de actor, ha recordado la importancia de la palabra en la lucha en contra de las mafias. Angela Napoli y Gaetano Guarino han hablado de los roles de las instituciones (política y administración pública) invitando a los jóvenes, que eran alrededor de doscientos chicos presentes, a denunciar las malas acciones, sin menospreciar las pequeñas cosas. Desde el “porro” hasta el comprar mercadería falsificada, se tiene que ser consciente de que el dinero que se gasta en eso termina directamente en las cajas de la criminalidad organizada. Y entre las tantas palabras dichas también estaban los videos de testimonio del proyecto realizado por los alumnos del instituto. En cada video, en cada una de sus palabras se traslucía la pasión y la conciencia del mensaje que querían expresar y esto no es algo que suceda mucho en la sociedad de hoy, más proyectada hacia el consumismo y el egoísmo. Al verlos me parece volver atrás en el tiempo cuando tenía su edad, a cuando elegí empezar a estudiar periodismo. Tanto en ellos como en mí está el mismo deseo de expresarme, ganas de conocer, deseo de verdad. Ojala en el mundo escolar se vivieran siempre experiencias similares, si así fuese tal vez el mundo de hoy sería diferente. Ojalá hubieran más personas como Graziella y Giovanna, capaces de educar y al mismo tiempo de escuchar. “He tenido 10 pequeños maestros este año”, ha dicho Graziella más de una vez a lo largo de estos dos días. Paolo Borsellino, en uno de sus últimos discursos, ha dicho que la lucha contra la mafia no tenía que ser sólo una obra aislada de represión o una tarea delegada sólo a los magistrados, tenía que ser un movimiento cultural y moral que involucrase a todos, en particular a las jóvenes generaciones. Y entonces ver a jóvenes presentes, atentos, acodados hasta el último momento escuchando los testimonios sobre un tema tan duro, ver la alegría de 10 chicos del instituto Plinio al final del congreso, percibir la profunda unión que tienen con los propios profesores, enciende en mí una gran determinación y una gran esperanza. En esos jóvenes he visto los valores por los cuales yo lucho y en los cuales creo y saber que no estamos solos en esta lucha, que alguien cultiva dentro de si mismo ciertos ideales, es como un ulterior impulso para seguir adelante.
Yo personalmente he regresado a Le Marche profundamente enriquecido por la experiencia vivida, un estímulo para una ulterior toma de consciencia sobre la importancia de lo que estamos haciendo. No puedo dejar de agradecer a los chicos de la redacción Lorenzo, Anna, Monica, Maria, Silvia, Marco, Emanuele, Dora y sobre todo a mi padre espiritual Giorgio. Le estoy agradecido a todos ellos por haberme dado la oportunidad de vivir todo esto, de compartir las cargas y honores de este compromiso de lucha en nombre de la verdad y de la justicia.
Sant'Elpidio a Mare, 19 de abril de 2010