Lunes 29 Abril 2024

Lo que está pasando en Argentina es una copia de la crisis de 2001. Esta frase es repetida incansablemente por cientos de miles de argentinos ante las drásticas medidas impuestas por el gobierno, recientemente asumido, de Javier Milei. Un gobierno que acuña en su seno un fuerte sentir negacionista, que raya con un peligroso fascismo, y que pretende realizar autoritariamente una profunda reforma del Estado poniendo en riesgo incluso la idea de república. Milei, y los grupos empresarios que guían sus manos, aplican una teoría de shock de manual desplegando sobre el territorio políticas de miseria y hambre a partir de la desregularización y el desmantelamiento de los mecanismos de control del Estado, que permitan -en el desconcierto- el saqueo sin límites del país a manos de intereses que atentan contra la soberanía argentina, y también de la región.

Es por esta razón que el 24 de enero -en el marco de un paro nacional convocado por la central de trabajadores- multitudes en varios puntos de Argentina, y del mundo, salieron a las calles a defender sus derechos y a marcarle límites al abuso de poder contra las políticas de ajuste del gobierno de Milei. La discusión gira en torno a un Decreto de Necesidad y Urgencia, que incluye más de 300 artículos -firmado precipitadamente por Milei, a los diez días de gobierno-, y un paquete de más de 600 leyes enviadas al Congreso para su discusión, conocida como "ley ómnibus" (Bases y puntos de partida). Un proyecto de ley presentado de forma irresponsable, que impone a los legisladores el tratamiento y debate de una larga lista de temas, de diferente envergadura y áreas, que no tienen otro punto en común que no sea el avasallamiento de la democracia.

Con la "ley ómnibus", el gobierno de Milei, pretende que le sean otorgadas facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo en detrimento de los otros poderes republicanos -una medida considerada inconstitucional por especialistas de la talla del abogado constitucionalista Eduardo Barsesat-, y que técnicamente podría resultar ser un golpe de Estado. Incluso, los legisladores que voten en este sentido, incurrirían en el delito de traición a la Patria.

El proyecto de ley incluye la posibilidad de privatizar las empresas públicas -incluyendo el Banco Central- y flexibilizar los controles y las penas para facilitar la explotación de recursos naturales de interés geoestratégico, así como también la ruptura de la constelación de instituciones y programas para el fomento de la educación, la investigación científica y la cultura. También pretende imponer la criminalización de la protesta, bajar la edad de imputabilidad y otorgar crédito a las fuerzas de seguridad ante el abuso de la fuerza y las ejecuciones sumarias.

Frente a estos atropellos -resistidos por la comunidad de trabajadoras y trabajadores, estudiantes, activistas y ciudadanos de todas las edades- el apoyo internacional de las organizaciones sociales y centrales trabajadoras de todo el mundo fue contundente. Miles de manifestantes desde Bélgica, Francia, Brasil, Costa Rica, España, México y Uruguay, entre otros, protestaron frente a las embajadas argentinas en cada país.

En Uruguay, se llevó adelante una jornada de acción solidaria, que se repartió en dos tramos. A las 13 horas, la central sindical PIT-CNT nucleó a una gran multitud en las puertas de la institución diplomática, en pleno centro de Montevideo, sobre las calles Cuareim y Uruguay. La organización fue coordinada por varios movimientos sociales y personas autoconvocadas que sumaron su esfuerzo para sostener ese frente de lucha.

A las 19 horas, el vallado en torno a las dos puertas de la Embajada argentina y un cordón de policías uruguayos marcaron distancia de una manifestación pacífica y solidaria, dónde se remarcaron con fuerza las consignas democráticas y humanas al son de expresiones artísticas. En la calle, los micrófonos dieron voz a una multiplicidad de voces, como la de Ciro Chonik -que cantó y acompañó su música con un tambor- y Martín Delgado, integrantes de grupos charrúas en Uruguay, así como también a integrantes de Pan y Rosas, de La Izquierda Diario, de Our Voice, de Plenaria Memoria y Justicia, entre otros.

Desde Argentina, algunos referentes sociales enviaron sus saludos y su respaldo para esta movilización. La contrapartida uruguaya, que se pudo escuchar durante toda la jornada y especialmente en la lectura de la proclama, fue de “abrazo fraterno y de lucha internacionalista”.

“En menos de un mes, el gobierno de Javier Milei ha lanzado un verdadero ataque sobre las conquistas históricas de la clase trabajadora y las libertades democráticas ciudadanas, y pretende imponer con represión una contrarreforma ultraneoliberal que incluye, entre muchos aspectos, una mega devaluación, el aumento del combustible, y la quita de subsidios a los servicios esenciales para la población.

Estas medidas constituyen una transferencia histórica de recursos desde los sectores más vulnerados de la sociedad, los que viven de su trabajo, hacia los sectores de poder más concentrado, los que desde hace años se la vienen llevando ‘en pala’, los empresarios amigos de los políticos, los Macri, los Caputo y la famosa ‘casta’”.

En la denuncia, también destacaron la similitud con algunas de las acciones tomadas por el gobierno derechista de Uruguay, de Lacalle Pou.

“En su formato, tanto la ley ómnibus como el Decreto de Necesidad y Urgencia, presentan semejanzas con la Ley de Urgente Consideración uruguaya, a la que apeló el presidente Luis Lacalle Pou en los primeros años de su mandato. Son megaleyes que contienen cientos de artículos que modifican cuestiones administrativas, impositivas, punitivas, y de derechos adquiridos, donde lo que priman son las urgencias del capital. Estos paquetes de medidas se obligan a debatir y aprobar en tiempo express, y no hay posibilidad de que la sociedad las estudie”.

En Uruguay hubo apoyo al paro general argentino contra la ley omnibus de Milei 2

En la esquina, casi de frente a la Embajada, se encuentra la Universidad ORT, de capitales judíos -incluso una bandera del Estado israelí domina el hall de ingreso-. Y quizás por hecho fortuito, o quizás no, fue denunciado el apoyo (por acción u omisión) de ambos gobiernos al genocidio del Estado sionista sobre el pueblo de Palestina.

“En materia internacional, Milei es un ferviente defensor del Estado de Israel y, al igual que Lacalle Pou, ha venido legitimando y justificando el verdadero genocidio que se está perpetrado en Palestina desde octubre pasado.

Tenemos que saber una cosa: si gana el pueblo argentino, todos los pueblos del mundo estaremos en mejores condiciones para luchar contra los planes de las élites los gobiernos hambreadores y autoritarios.

Lo vivimos como ustedes, estamos con ustedes y luchamos junto a ustedes”.

El cierre de la jornada estuvo a cargo de la murga “La gran siete” la que con una fuerza vibrante, sacudió el barrio, la ORT, la Embajada, los policías allí apostados, los vecinos, los comerciantes, con el mismo sentido de solidaridad que todos quienes dieron su tiempo, energía y esfuerzo para hacer sentir el apoyo, de pueblo a pueblo, de orilla a orilla.

Fotos: Antimafia Dos Mil