Viernes 3 Mayo 2024

Economista Javier Milei, el 30 por ciento de los votos

Si bien los sondeos los ponían dentro de un escenario de tres tercios y hasta trazaban posibles balotajes con el economista Javier Milei como protagonista, nadie pudo vaticinar que el ultraliberal podía vencer a las dos grandes coaliciones de Juntos por el Cambio y Unión por la Patria. Fue el candidato presidenciable más votado en estas primarias con el 30,3% de los votos. Por su parte, Juntos por el Cambio reunió el 28,2% y Unión por la Patria, el 27,2% con el 97% escrutado.

El inesperado triunfo de Javier Milei, el candidato de la Libertad Avanza en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, generó estupor en los partidos tradicionales y en una porción importante de la sociedad que teme por el cercenamiento de derechos conquistados con mucha lucha. Un programa político que tiene como fin último, aniquilar la figura del estado como organizador de la vida social de las personas, en especial de los más vulnerables.

Milei no fue solo el candidato más votado, fue quién edificó un verdadero hito imponiéndose en 16 provincias: Misiones, Salta, Jujuy, Tucumán, Santa Fe, Córdoba, San Luis, La Rioja, San Juan, Mendoza, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, y Tierra del Fuego. Como se dice vulgarmente en esta parte del globo, hizo “pata ancha”, incluso en tierras de gobernadores peronistas y de Juntos por el Cambio.

Sin duda alguna la figura del candidato autodefinido como “libertario”, terminología que generó mucho enojo en sectores anarquistas que propugnan por una verdadera libertad, pero no la del mercado, resultó ser sumamente tentadora a la hora de votar de manera disruptiva. Su caballito de batalla fue atacar vehementemente a lo que denomina “casta política”, haciendo mella en una innegable crisis de representatividad que atraviesa a las distintas construcciones.

Pero bien ¿Cuál es el plan de gobierno de Javier Milei? ¿Qué programa político lo cobija? Claramente acá podría estar el talón de Aquiles a la hora de abrazar el voto de los sectores moderados, o como aquí se la conoce, la clase media. Existe un dato para nada menor y que invita a realizar un minucioso análisis, en la mayoría de los barrios populares del país, la Libertad Avanza encabezó la intención de votos ¿Cómo se explica?

Como primera medida, debemos tener en cuenta que en Argentina la línea de pobreza se ha consolidado, y que el trabajo no registrado le gana por goleada al que reúne todos los requisitos. Por ende ¿cómo se llega a esos sectores vulnerables con un discurso conciliador anclado en el romanticismo y en empalagosos análisis económicos de coyuntura? Al impúdico desfile de promesas que siempre cayeron en saco roto, a las largas décadas de necesidades insatisfechas, se les respondió con un voto bronca argumentado en lo antes mencionado.

Lo que pudo haber sido un verdadero récord de abstención y voto en blanco, encontró un escaparate que pudiese albergar su descontento, allí la figura de un personaje histriónico que, desde una puesta en escena nada cuidada, hoy aparece con grandísimas chances de convertirse en el nuevo presidente de las y los argentinos. El conservadorismo más rancio cosechó en líneas generales un 47%, si tomamos como referencia las performances de Javier Milei (30 %) y Patricia Bullrich (17%) quién venció en la interna a Horacio Rodríguez Larreta gracias al apoyo de Mauricio Macri.

Un claro llamado de alerta a los sectores progresistas y populares que no han podido en esta oportunidad, convencer de la peligrosidad manifiesta que representa un gobierno “liberal recargado” para las pymes, la obra pública, la educación y salud pública, las jubilaciones y los convenios colectivos de trabajo entre muchas otras conquistas. Pero claro, esto no hubiese sido posible de no mediar una espiral inflacionaria brutal como la que atraviesa al país, sueldos por debajo de la línea de pobreza, alquileres por las nubes, y una violencia que se consolida al ritmo de una deshumanizante desigualdad.

Sin duda alguna un caldo de cultivo que fortaleció un discurso anclado en el odio a la “casta política”, pero por, sobre todo, al que se vayan todos, pero en esta oportunidad no desde las calles, sino desde las urnas. Si bien la crítica a un voto que muchos no dudan en denominar “suicida” se centra en la juventud, es menester entender que se trata de jóvenes que no tienen registro alguno de lo que significó la cruenta dictadura en Argentina, el proceso neoliberal menemista de los 90, y el estallido social del 2001. Se trata de una franja etaria que creció al calor del desinterés por la política, destacando que esta hizo muchos méritos para no seducirla. Un ariete importante que utilizó la ultraderecha para romper el cerco de los partidos tradicionales, fueron sin dudas las redes sociales, espectro comunicacional que ha sabido explotar muy bien.

El cuadro de situación para el oficialismo se presenta harto complicado en torno a poder revertir lo que las urnas han dictaminado, ya que, a la falta de respuestas por parte del gobierno actual, se le suma una nueva devaluación orquestada por el Fondo Monetario Internacional que disparó los precios tanto de alimentos como de combustible. Si bien tanto Alberto Fernández como Sergio Massa, este último ministro de economía y candidato a presidente por Unión por la Patria, preparan una batería de anuncios para intentar frenar el descontento social, es innegable que los destinos del país se encuentran en manos de la agenda del FMI.

El 22 de octubre será el día en que puede definirse quién estará a cargo de los destinos del país, solo 3 puntos separan a los tres candidatos en un casi virtual empate técnico. ¿Contará Unión por la Patria con los anticuerpos necesarios para sobrevivir y forzar un balotaje? ¿Podrá Juntos por el cambio escamotearles votos a las otras dos propuestas? ¿La Libertad Avanza tocó su techo o este será su piso? Preguntas que seguramente quedarán dilucidadas en tan solo dos meses, y sesenta días en este maravilloso pero complejo país, es una eternidad.

Por lo pronto, y después de haber acertado el golpe electoral, Javier Milei se muestra en los distintos medios de comunicación como más moderado, pero su programa político es claro, concreto y sumamente peligroso de cara a la estabilidad de un país al que cada tanto, los liberalismos lo sacuden para arrástralo hacia el averno. Dolarización de la economía, reducción del número de funcionarios, política de mano dura en torno a la seguridad, reforma laboral con salarios variables, reforma sindical para reducir su poder, reforma de la carrera docente y váuchers para la escuela pública, control de la inmigración, salud privada y un seguro para quienes no pueden abonarla, quita de retenciones al sector agropecuario, apertura indiscriminada de importaciones, cierre de ministerios, y muchas otras propuestas que si bien muchas de ellas pueden resultar inviables, podrían generar un colapso de enormes proporciones debido al shock por despidos y perdida de trabajo que esto podría originar.

El programa político si bien disfraza de innovador, está atravesado por rancias recetas que han dejado un profundo surco en la médula social de Argentina. Destacando que la candidata a vice presidenta de la Libertad Avanza, Victoria Villarruel, y quién estaría a cargo del plan de seguridad, se manifiesta abiertamente negacionista de la dictadura. La “salida” neoliberal 2.0 aseguraría un estallido social de enormes proporciones, ya que la concentración de privilegios que ostenta un puñado de personajes inescrupulosos, se vería consolidada. Si bien sobran manuales de economía que buscan imponerse con teorías a la medida de los poderosos, la única ecuación que daría por tierra a tanto dolor, sigue siendo la redistribución justa de la riqueza. Algo que, sin lugar a dudas, duerme en las antípodas de un Javier Milei embanderado en la criminal meritocracia. Las cartas están echadas, resta saber cómo viene la segunda mano de una partida que podría presentarse como esclarecedora de cara a la final.

Foto: Conclusión