Viernes 26 Abril 2024

Ciclo internacional de debates entre referentes sociales y políticos de América Latina

Participó el Movimiento Cultural Our Voice

La solidaridad internacional de los pueblos volvió a tener una nueva instancia de encuentro (la número 21), en torno a la desaparición forzada de Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, conocida familiarmente como Lichita quien fue vista por última vez el 30 de noviembre de 2020, durante un operativo militar de las Fuerzas de Tareas Conjuntas (FTC) del Paraguay en una zona rural, en las inmediaciones del cerro Guazú, en el departamento de Amambay. Lichita -que en aquel entonces tenía tan solo 14 años-, estaba ocultándose en la espesura de la selva, junto a su tía, su hermana melliza y una de sus primas, quienes habían logrado sobrevivir al asedio de las fuerzas de exterminio del presidente Mario Abdo Benítez, luego de que el 2 de setiembre las FTC arrasaran un campamento en la zona de Yby Yaú, donde fueron secuestradas, torturadas, violadas y asesinadas dos niñas de once años, Lilian Mariana y María Carmen Villalba. Un crimen de Estado que fue, desde el primer momento ocultado y tergiversado. Veintiséis meses han pasado desde que Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, Lichita, desapareció en la selva paraguaya. Hija de los militantes Carmen Villalba y Alcides Oviedo, ambos miembros del Ejercito Paraguayo del Pueblo, actualmente presos, en el caso de Carmen, con condena cumplida hace más de 18 meses.

Este 21° encuentro tuvo lugar el pasado lunes 30 de enero, y se retrasmitió por el canal de YouTube “Campaña Internacional ¿Dónde está Lichita?”. El evento fue moderado por Fabrizio Arnella, miembro del Partido Comunista Paraguayo, y Lila Báez, quien es activista paraguaya residente en Argentina, y que formó parte de una de las comitivas que viajo al territorio de los crímenes para avanzar en las investigaciones. Comitiva humanitaria que fue expulsada por el gobierno colorado de Mario Abdo Benítez, quien es hijo de quien fue secretario privado del dictador Alfredo Stroessner. 

Esta nueva instancia de concientización conto con la especial participación de Claudio Salvador, periodista argentino de Radio Nacional de Misiones; Inés Lucía Soto Ciriaco, vicepresidenta del movimiento de mujeres “Todos somos Micaela”, de Perú; Leonardo Pérez Esquivel, sociólogo e investigador, fundador de SERPAJ Argentina junto a su padre Adolfo Pérez Esquivel; Mikaela Melo desde Uruguay, y Nathalia Pereira desde Paraguay, ambas integrantes del movimiento cultural de Our Voice.

Veintiseis meses han pasado desde que Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, Lichita, desapareció en la selva paraguaya. Hija de los militantes Carmen Villalba y Alcides Oviedo, ambos miembros del Ejército Paraguayo del Pueblo, actualmente presos, en el caso de Carmen, con condena cumplida hace más de 18 meses.

Solidaridad con el Perú

La pluralidad de orígenes de los distintos exponentes fue una de las grandes características del encuentro. Luego de las formalidades iniciales, y algunas correcciones técnicas de la comunicación, Fabrizio Arnella le dio paso a Inés Lucía Soto para que trajera las últimas novedades de la crisis social y política que está atravesando Perú en estos días, y que ya suma más de 60 muertos, como consecuencia directa de las violentas represiones. Soto, que es candidata al Congreso nacional, contó que “el 75% de la población rechaza al gobierno de Dina Boluarte, y el 73% rechaza al Congreso. Hay una crisis total en mi país, bloque de puentes y carreteras, han tomado aeropuertos”. También dio un panorama sobre la agenda de lucha que plantea el pueblo peruano movilizado. “Hay tres plataformas de lucha: la renuncia de la presidenta, cierre del congreso y asamblea constituyente, eso es lo que exige el pueblo peruano. Con 62 muertos la presidenta ya está en camino de renunciar”. Además, afirmó que están “en espera de que el congreso apruebe” la votación anticipada para nuevo presidente.

El caso Lichita y los campesinos en el Paraguay

Arnella, con ímpetu, afirmó que la desaparición forzada de Lichita, “es un crimen de lesa humanidad. Un crimen que se renueva todos los días. Cada día que Lichita no está con nosotros el Estado paraguayo reincide en la desaparición forzada. Por eso nosotros no cesamos con nuestro reclamo”. También extendió los reclamos por el “infanticidio” de las dos niñas y por la libertad de Carmen y Laura Villalba, esta última detenida posteriormente a la desaparición de Lichita.

Leonardo Pérez Esquivel, tomó la palabra e hizo una valoración sobre la situación de los campesinos en Paraguay: “Hemos seguido toda la situación de Paraguay. Desde la época de las ligas agrarias hay un continuismo que ha pasado por distintas fases de ejecución del terrorismo de Estado, más allá de que hoy tenga una formalidad democrática”

Pérez Esquivel recordó la última incursión que realizaron en comitiva en territorio colombiano, tras los incidentes que se dieron por las masivas protestas a mediados de 2021. El hijo del premio Nobel, introdujo el término "falsos positivos" para intentar esclarecer una conducta típica de las fuerzas militarizadas que arrasan territorios. Los falsos positivos eran “campesinos que mataba el ejército y luego los vestían como guerrilleros, y los hacía pasar como muertos en enfrentamiento. Esto fue reconocido por el Estado colombiano, incluso por el expresidente Santos que fue premio Nobel". Esta metodología también se ve en “el caso de Lichita”, considerado por Pérez Esquivel como un crimen de lesa humanidad. “¿Dónde se puede entender que tres chicas menores son una amenaza, para que el presidente se haya sacado fotos delante de ellas y tengamos el caso de Lichita desaparecida hasta hoy? Es la concepción represiva de las fuerzas armadas entrenadas por la potencia del norte –Estados Unidos, ndr-, que tiene el absoluto descaro, de afirmar -como escuchamos a la jefa del comando sur cunado habló del triángulo del litio-, de que los Estados Unidos aseguran las democracias de América Latina”. La embajadora de los Estados Unidos en Perú, “una exagente de la CIA, fue la que avaló el golpe en Perú para facilitar los negocios mineros y la explotación de recursos naturales a favor del norte para evitar que Rusia y china avancen”.

“Es muy explícita hoy la intervención del imperio en nuestros países con absoluto descaro”, sentenció Pérez Esquivel. Luego agregó: “La lucha de los pueblos hoy es como la principal reserva que tenemos y el ejemplo que está llevando adelante hoy el pueblo peruano es emblemático. Las marchas, la población campesina, pobre, enfrentando a la policía, es un ejemplo muy alentador de que hay un antes y un después. Así como hubo un antes y un después cuando fue el paro de Colombia, nadie pensaba que iba a haber una vuelta de página”.

“Hay un sendero que se está terminando en América Latina y hay que tratar de fortalecerlo. En el caso de Paraguay que está muy invisibilizado, estas acciones –refiriéndose al encuentro-, son absolutamente necesarias, porque hay un blindaje mediático que presenta a Paraguay como un modelo neoliberal exitoso donde el gran capital puede hacer lo que quiere sin límites de ningún tipo”.

Recordó también la insurrección de las fuerzas de Bolsonaro que intentó boicotear el proceso democrático en Brasil. “No la tenemos fácil, pero tenemos una gran esperanza, porque los pueblos están dando señales muy importantes de un ya basta”. En Paraguay esperamos que también se dé una expresión que de un ya basta para frenar a todos esos emprendimientos del agronegocio que son los principales responsables de la desforestación en el país”. Estas situaciones se repiten en todos los países de la región siempre amoldadas a las características propias de cada lugar y a las necesidades del “imperio”, como la definió Pérez Esquivel. 

Cerco mediático en torno a las infancias en Latinoamérica

Lila Báez sintetizó los hechos y las penurias que tuvo que atravesar Lichita desde el día en que fueron asesinadas las niñas, hasta el día que finalmente fue desaparecida. También destacó el trabajo de las FTC “que operan desde el 2013, de manera inconstitucional, puesto que modifica la ley de Defensa Interna. Hay muchas cuestiones que en estos veintiún conversatorios hemos venido sumando con distintos panelistas para romper este cerco mediático. Porque no quieren que hablemos de Lichita, porque hablar de Lichita es hablar de Carmen Villalba y de Alcides Oviedo. Recordamos que Carmen Villalba está detenida de manera ilegal desde hace más de un año y medio, puesto que ya cumplió el tiempo de su condena”.  

Nathalia Pereira, paraguaya, de Our Voice

A continuación, Báez presentó a las representantes de Our Voice, Mikaela Melo, desde Uruguay y Nathalia Pereira, desde Paraguay, que fue la primera en tomar la palabra. “Somos un movimiento cultural internacionalista que abrazamos distintas causas y resistencias. El caso de Lichita lo venimos siguiendo desde 2020. Lo empezamos a trabajar con una mirada antifascista frente a la política de Estado. Reconocemos los crímenes cometidos contra las niñas y también la detención de carácter política de su madre. La realidad paraguaya tiene una base patriarcal y una base que violenta los derechos de los niños, niñas y adolescentes”.

Encuentro online donde esta Lichita 2

“¿Por qué se silencian e ignoran sus voces? ¿Cuál es la causa, de dónde surge? Tomamos estos parámetros como punto de partida para ese sentimiento y la necesidad compartida de aportar nuestro granito de arena a la extensa lucha y recorrido que han hecho movimientos populares en Latinoamérica. Nos focalizamos en trabajar puntualmente desde los territorios donde nos encontramos. Así conocimos el injusto y mal accionar del gobierno paraguayo y de la Fuerza de Tareas Conjuntas del Ejército de Paraguay y también del Poder Judicial, con respecto a la desaparición de Lichita, del asesinato de sus primas y del injusto encarcelamiento de Carmen y Laura Villalba”. Estos crímenes, dijo Pereira, son “parte de la violación sistematizada que se está ejecutando a nivel latinoamericano”. 

“Generamos espacios que promuevan que las voces de niños y adolescentes sean identificadas y reconocidas. Agradezco particularmente a Pañuelos en Rebeldía, que desarrolla su práctica política pedagógica y que en uno de los encuentros que organizan tuvimos la oportunidad de conocer a la familia de Lichita en persona. La abuela y la tía de Lichita piden por favor que se difunda todo lo que ha pasado y que por más que tengan un dolor inmenso nos transmitieron una fortaleza admirable, todo con lágrimas en los ojos, pero muy fortalecedor. Por eso quería agradecerles esto. Nos transmitieron la verdad de lo sucedido, y nos pidieron difusión”.

Pereira actualizó a los presentes con algunas estadísticas oficiales del gobierno del Paraguay, respecto a estas temáticas. “Las últimas cifras que arrojó el ministerio de niñez y adolescencia, 1.272 llamadas por parte de infancias y adolescentes, en 11 de ellas sobre posible explotación sexual y 97 de ellas sobre presunto abuso sexual –el Ministerio quiere nombrarlo así-. Estas cifras para nosotras son una minoría que pudieron acceder a esa ayuda, estar con algún adulto que pudiera ayudarles. Y nos preguntamos ¿Cómo estarán los niños que no pueden acceder a eso, que no tienen algún adulto de confianza para poder realizar una denuncia? ¿Cómo podemos esperar que se garanticen sus derechos, que sean protegidos y tengan ese respaldo, siendo que el propio presidente de la república señaló el infanticidio de las primas de Lichita como un operativo exitoso?”.

“El gobierno no solo violenta los derechos de les niñes, sino que también oculta y niega sus derechos. Nos posicionamos así y deducimos esto luego de que saliera el comunicado del ministerio. Esas 1.272 llamadas se realizaron solo en el mes de diciembre”.

Mikaela Melo, de Uruguay, de Our Voice

Mikaela Melo relató: “Llevamos a diferentes espacios de discusión lo ocurrido con Lichita y también con Arcoíris y su mama que representa un accionar de la injusticia patriarcal, que no son casos aislados entre sí sino que opera en toda Latinoamérica que es constante, sistematizada y de carácter patriarcal. Esta lógica llega a Uruguay, en forma de ley, en un proyecto de ley de Responsabilidad en la Crianza. Un proyecto de ley promovido desde sectores de la derecha y por organizaciones de padres que ya han tenido sentencia judicial por casos de abandono, de violencia infantil y violencia de género. El proyecto busca permitir que estos individuos tengan visitas alternadas con sus hijos”.

Encuentro online donde esta Lichita 3

“El gobierno paraguayo es cómplice y responsable de la desaparición de Lichita -dijo enfáticamente Pereira-, porque expulsó a las organizaciones humanitarias que estuvieron acá –en Paraguay, ndr-, en búsqueda de Lichita. También sigue permaneciendo en constante indiferencia en las denuncias que ya presentó la madre de Lichita, que está presa injustamente por una justicia patriarcal. Además, se limita el acceso a la información, manipulando a los medios de comunicación, silenciándoles también. Por esto repudiamos el accionar de nuestro gobierno y exigimos la aparición con vida de Lichita, que debe ser garante de derechos humanos y no perpetrador de crímenes que atente contra la integridad física y psíquica de niñes y adolescentes”.

“El caso debe trascender a la justicia internacional. Se debe dar un castigo ejemplar, dar una sanción a los culpables intelectuales y materiales del caso, así como garantizar realmente los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Exigimos que el presidente Mario Abdo Benítez se haga responsable de sus actos y nos entregue a Lichita con vida”.

“Esto que parece una locura es una realidad, como es la realidad nos toca a nosotros transformarla”, sintetizó al cierre Melo.

Un reclamo internacional

Lila Báez retomó la palabra, y rápidamente, sin perder un solo segundo, describió el recorrido que distintos organismos internacionales realizaron desde un principio para esclarecer los hechos de “un gobierno terrorista y fratricida que hace caso omiso a lo que la propia ONU insta al Estado paraguayo, a desplegar acciones que devuelvan a Lichita con vida. La ONU también peticionó que sus familiares, así como también organismos sociales puedan acceder a los territorios para continuar la búsqueda de Lichita. Pedimos justicia por las dos niñas asesinadas y presentadas como guerrilleras. Todo esto está avanzando desde hace dos años, desde todos los niveles, tanto recursos internacionales como nacionales, se han hecho infinidades de movilizaciones en Argentina, en distintas partes de Paraguay. Cinco delegaciones viajaron al territorio (norte paraguayo) donde fue vista por última vez Lichita. La cuarta delegación fue expulsada de una forma sumamente arbitraria e irregular. Esto se notificó a la ONU frente al comité de desaparición forzosa, pero en la última delegación la represión para las 56 personas que viajamos a Paraguay, al cumplirse los dos años de la desaparición forzada, la represión por parte de la policía estuvo presente. Si bien no nos esposaron, si subieron a los vehículos donde estábamos nos pidieron los documentos y nos escoltaron hasta la frontera de Paraguay con Argentina. Esto es una muestra de querer disciplinarnos”.

“Lichita el 2 de marzo cumple 17 años, y desde los 14 años no se encuentra con su familia, ni con nosotros y nosotras. Lichita dejo hace mucho tiempo de ser la hija de Carmen Villalba, ahora es hija de todos nosotros y nosotras. Es la niña del pueblo a la que seguimos buscando”.

Lichita fue subida a un camión el día que desapareció

Claudio Salvador fue el último exponente, su mensaje fue transmitido en diferido puesto que por motivos de agenda no podía reunirse en el horario pactado. Claudio apareció en escena, con un gesto adusto, que palabra a palabra dejó entrever una vocación de servicio para con la humanidad. 

“Les hablo desde la frontera con el Brasil. Trabajo como periodista, es una vocación, que además de avanzar en lo informativo también realiza la investigación, dentro de las posibilidades, con un compromiso fervoroso por los derechos humanos”.

“El Estado es infanticida. Hasta que no nos devuelva una verdad que todos podamos creer y que la justicia internacional determine como algo certero, vamos a seguir creyendo lo mismo”.

Salvador recordó una entrevista realizada a “Pablo Pimentel, un apellido histórico en la defensa de los derechos humanos, que integró varias campañas humanitarias que viajaron a Paraguay. Él fue expulsado y que ahora tiene que hacer trámites para poder volver a Paraguay a la búsqueda de Lichita. En aquella ocasión también entreviste a al obispo Pablo Cáceres, de la diócesis donde ocurrieron todos los hechos. Cáceres personalmente fue a buscar a Lichita en las cercanías del cerro Guazú. Ingresó en el monte, lo poco que pudo, y me dijo con una voz muy triste que Lichita en realidad no podría haber sobrevivido mucho tiempo si se hubiese internado en el monte. Esto sustenta la versión de que Lichita fue desaparecida de manera forzosa, de manera forzada, por parte de las Fuerzas de Tareas Conjuntas”.

Por razones de seguridad no pudo revelar nombres, pero Salvador recuerda que entrevistó a “campesinos, pobladores locales que vieron el momento en que Lichita era subida a un camión”.

Las niñas, dijo, “además de ser paraguayas son argentinas, refugiadas políticas en Argentina en aquel momento, que decidieron –fíjense qué osadía tuvieron los familiares de que las niñas se encuentren con sus padres-, militantes de una guerrilla que nadie justifica, pero si no justificamos la manera de obrar de la guerrilla, tampoco vamos a justificar este terrorismo de Estado que hace mucho tiempo llevan adelante las Fuerzas de Tareas Conjuntas del Estado. Quienes vivimos en Paraguay sabemos que el agronegocio está detrás de todo esto, no hay que desaparecer solo a Lichita, hay que desaparecer a la población local para que avancen estos sojales de muerte, estas plantaciones de muerte, para que se de paso, a otro tipo de tráfico que nos duele, a toda la humanidad”.

“Yo soy el referente del movimiento ecuménico de los derechos humanos en esta zona, que determinó mi participación activa como periodista. Como periodista me propongo no dejar que este tema se enfríe, porque queremos a Lichita viva. Hasta que no se demuestre lo contrario, porque si hubiese entrado al monte, algún indicio hubiese quedado de Lichita. Pero las únicas pruebas de vida que hay son las hijas de su diario y la versión de los pobladores campesinos e indígenas”.

“Le pido humildemente al gobierno del Estado argentino que reclamen nuevamente, que traiga paz a la familia Villalba, que ha sufrido tanto persecución y muerte, cárcel. Mi abrazo para Carmen, mi abrazo para Laura. Una familia. Villalba, Oviedo, castigadas injustamente las niñas, por ser hijas militantes guerrilleros. En ningún caso se justifica ultrajar, violar y matar de esa manera tan alevosa una vida humana. Le hablamos al pueblo paraguayo porque no entendemos que la herencia del stronismo haya prendido de la manera que prendió en el actual pueblo paraguayo, que debe manifestarse de manera intensa, potente, ante estas violaciones a los derechos humanos. Recordemos que, en el pasado, que cuando hubo acuerdo para reprimir, no solamente afectaron a paraguayos, uruguayos, argentinos, brasileros, por decir solo algunos de los pueblos afectados por la historia de la represión de Estado”. 

“El compromiso es no dejar enfriar el tema de Carmen Elizabeth Oviedo Villalba. ¡Esa niña está viva! No aceptaremos ninguna explicación que no venga con pruebas, que no pueda actuar nuestro Equipo de Antropología Forense de Argentina para determinar lo que pasó con las niñas ultimadas, y con la niña, porque eran y son niñas, paraguayas y argentinas”. 

“Lichita era alumna de una escuela en la provincia de Misiones, también sus primas, cruelmente asesinadas por la Fuerza de Tareas Conjuntas. No nos vamos a olvidar. Las niñas están presentes acá y cada día hasta que se haga justicia”.

Fotos: Antimafia Dos Mil

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