Lunes 29 Abril 2024

46 años después, pagará por el secuestro y tortura de Hernan Abriata

Por Antimafia Dos Mil-25 de diciembre de 2022

Tal como lo adelantamos en una publicación anterior, el inspector retirado de la Policía Federal argentina Mario Sandoval estaba siendo indagado judicialmente por el secuestro, tortura y desaparición del joven estudiante de arquitectura y militante de la JUP Hernan Abriata.

Sandoval era subinspector y trabajaba en el Departamento de Asuntos Políticos de la Superintendencia de Seguridad Federal en aquél entonces. Lideró el operativo que irrumpió primero en el hogar de los Dittmar, familia política de Hernan, y luego en el apartamento del propio Hernan Abriata el 30 de octubre del 76, guiados por su padre, quien había sido tomado rehén para conducir al grupo hasta el sitio y concretar el secuestro.

En los últimos días, el Tribunal Oral Federal número 5 dictaminó que fuese condenado a 15 años de prisión, tras haberlo encontrado coautor del secuestro y las torturas que sufrió Abriata, cuyos restos aún no se localizaron y continúa en calidad de desaparecido.

La lectura del veredicto final estuvo a cargo del director del Tribunal Fernando Canero, respaldado por sus colegas Adriana Palliotti y Daniel Obligado, que lo acompañaron en el debate completando el plantel de magistrados.

En conjunto aceptaron que los crímenes tuvieran la calidad de lesa humanidad, aunque rechazaron calificarlos como delitos de genocidio, tal como solicitaban las querellas de la Asociación de Exdetenidos Desaparecidos y de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que además pedían entre 20 años de prisión y prisión perpetua.

Sin embargo, un pedido que sí se aceptó fue el emitido por las querellas del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y el colectivo KAOS y de la AEED de que el Ministerio de Seguridad exonere a Sandoval de la fuerza policial.

Para llegar hasta este juicio se transitó un largo camino, lo que queda en evidencia al notar que ya pasaron 46 años desde los crímenes, además de ser este el sexto juicio de lesa humanidad que se lleva a cabo por los crímenes cometidos durante la última dictadura cívico militar en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionó el centro de detención clandestino más grande de la última dictadura Argentina.

Si bien no se logró que el represor 'Churrasco' Sandoval fuese enjuiciado por una lista más amplia de víctimas, aún con indicios de su participación en múltiples casos y sobrevivientes que con su testimonio lo recuerdan, hoy hay un desenlace por el caso Abriata y cierta paz para sus familiares, quienes insistirán en que, aunque el Tribunal no lo comparta, su secuestro configura un delito de genocidio.

Este caso, sin embargo, tiene varios capítulos.

En primera instancia se localizó a Sandoval en París, a donde habría huido tras el retorno democrático. Allí logró la ciudadanía en 1997, se especializó en Inteligencia Económica, contribuyendo a fundar organismos, representando a ese país en conferencias y coloquios, llegando a ser profesor universitario. Lo extraditaron en 2019 tras una larga batalla legal.

Fue la familia de Hernán Abriata, los Dittmar y los sobrevivientes que compartieron cautiverio con él, quienes reclamaron que el juicio se haga en suelo argentino.

Sergio Torres, juez federal a cargo de la causa ESMA, solicitó su captura internacional en 2012 aunque la misma recién se concretó en 2019, únicamente por el caso Abriata. Desde entonces, Sandoval cumplía prisión preventiva en una celda en la cárcel VIP de Campo de Mayo.

Este juicio en particular comenzó a mediados de setiembre de este año, y se extendió por tres meses. En este periodo Sandoval habló mucho y se mostró siempre cubierto: anteojos, tapabocas, guantes y similares. Oyó los alegatos, negó las acusaciones, toreó al tribunal y finalmente aceptó cabizbajo la condena, volviendo a su celda para cumplir con las consecuencias de sus actos.

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*Foto de portada: canalabierto.com.ar