Miércoles 8 Mayo 2024

Ocho testimonios de víctimas de crímenes de lesa humanidad son de personas trans

Por Daiana Carracedo, desde Argentina-16 de diciembre de 2022

Durante este 2022 se elevaron a juicio nuevos tramos de las investigaciones sobre crímenes cometidos en el Pozo de Banfield y El Infierno. De los 202 nuevos testimonios, ocho corresponden a personas trans. Sucede que para que haya genocidio, debe existir la aniquilación o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos raciales, políticos o religiosos. Pero en la última dictadura cívico militar eclesiástica, la comunidad travesti y trans no encuadraba dentro la definición de grupo social.

“Privación ilegal de la liberad, tormentos, reducción a servidumbre y violencia por medios sexuales” fue el proceso que cayó hace unos meses sobre el represor Miguel Etchecolatz, además de diez policías, civiles y militares. Y para que esto suceda, fueron clave testimonios como el de Valeria del Mar Ramírez, primera mujer trans querellante en un juico de lesa humanidad.

“Con ocho casos se puede reconstruir que era una persecución política basada en la identidad de género. Siento que todo el esfuerzo que hicimos va a tener un reflejo, llegar hasta acá es algo completamente inédito”, dijo la fiscal Ana Oberlin especializada en géneros. Doce acusados deberán responder por los crímenes cometidos contra 93 víctimas en El Infierno y contra 109 en el Pozo de Banfield, ocho de ellas corresponden a víctimas trans y travestis.

Según información del Ministerio Público Fiscal, las decisiones judiciales fueron impulsadas por la Unidad Fiscal Federal de La Plata, para que estos casos se incorporen al juicio oral y público, actualmente en trámite ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de esa jurisdicción.

El juicio se inició el 27 de octubre de 2020. Si se unen los casos, se estaría haciendo por primera vez un abordaje vinculado a la práctica sistemática y no a un caso aislado. Con esta nueva etapa, se busca demostrar que hubo una persecución sistemática de un colectivo por identidad de género.

Casino clandestino

Valeria del Mar Ramírez tenía 20 años cuando fue trabajar a Ruta 4 de cintura, entre Seguí y la Rotonda de Lavallol durante la última dictadura. Un día hubo una razzia en la que la cual fue detenida. De esta primera detención logro salir en libertad, pero dos semanas después volvieron a detenerla.

“Estábamos trabajando con Romina a la tardecita y para un Ford Falcon y nos agarran de los pelos y nos meten atrás, pero agachadas, entre las piernas de los policías. Nosotras preguntamos si había razzia o qué pasaba, yo me quería levantar y me agachaban la cabeza y cuando vamos llegando veo que era todo campo, ahora hicieron monoblocks, y abrieron un portón de chapa un portón de chapa que hacía un ruido tremendo y entró el coche. En el Pozo vi a los que nos violaban y torturaban y ahí me enteré que había un casino clandestino”, detallo Valeria. Fue testigo de violaciones, como así también de la maternidad clandestina del cual muchas mujeres fueron víctimas.

El colectivo travesti y trans lucha hace años por ser reconocido. Esta vez, fueron incluidas dentro de una causa que investiga crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura cívico miliar eclesiástica de Argentina.

Así ellas también podrán gritar ¡Nunca más!

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*Foto de portada: laizquierdadiario.com