Sábado 18 Mayo 2024

Por Jean Georges Almendras-11 de octubre de 2022

El mayor de los golpes que se puede recibir de la vida, del destino, es sobrevivir a un hijo. Nada es más indescriptible que una pérdida de tal magnitud, y lo es más, cuando esa pérdida nos habla de un ser que nació con el amor y el sufrimiento. Un ser que llegué a conocer profundamente en los últimos cinco años, y que decidió -no hace mucho- llamarse Tasio, porque decidió protagonizar -bajo las coordenadas de una decisión a conciencia- un sorpresivo cambio de género, quizás como uno de sus últimos y más extremos actos de rebeldía, pero al mismo tiempo más auténtico, más osado y más provocador, contra un sistema cruel, intolerante y arbitrario. Pero en las últimas horas la vida de Tasio se apagó, fruto de una enfermedad que lo atrapó desde la infancia, en la que creció junto a una madre militante, siguiendo sus valores, su vida, y su lucha, al punto que él mismo optó desde muy joven transitar por los mismos caminos maternos, con intensidad admirable, hasta el último minuto de su vida. Una vida en la que el arte del murguista lo atrapó con pasión. Y en paralelo, antes de ser Tasio y después como tal, fue además un activista social, con una militancia ejemplar y comprometida, en defensa de los perseguidos, y de quienes, en los tiempos de la dictadura militar, hoy, reclaman airadamente el castigo de los represores y el hallazgo de los restos de los uruguayos detenidos desaparecidos. Pero también Tasio hizo parte del Movimiento Our Voice y en no pocas veces fue un apoyo incondicional de Antimafia Dos Mil. Tasio, fue por lo tanto, un militante a toda voz, que no se rindió nunca y que fue todo un ejemplo de tenacidad y resistencia, incomparable.

Hoy nos vemos sumergidos en la tristeza, pero no nos dejamos vencer porque la militancia de Tasio no ha sido en vano. Tasio hizo un camino cosechando amistades y sembrando afectos. Muchos lloran su ausencia, muchos lo extrañaremos participando de marchas y de movilizaciones.

Su sensibilidad siempre estaba, de una u otra forma, a flor de piel, metamorfoseando a su alrededor, para crear conciencia, para despertar militancia por causas justas ; pero no todos comprendían su compromiso por la vida, y era entonces el momento en que sus respuestas se escuchaban con hidalguía, siendo además portadoras de su inconfundible sabiduría a la hora de confrontar a su interlocutor, quizás apelando a una humorada o con una muy inteligente respuesta o comentario, dirigido al corazón, directamente.

Su repentina despedida, tras treinta y tres años de vida, nos ha golpeado; y mucho más aún, a todos quienes tuvieron (tuvimos) la sensibilidad de descubrirlo como un ser maravilloso, pleno de vida, siendo que la fragilidad de su cuerpo era visible y de una magnitud indescriptible. Y precisamente por esa misma razón, su desaparición física, hoy se siente y se vive con un inequívoco sentimiento de desazón que nos aturde y nos hace pensar indeclinablemente, en el valor vida, y en el valor libertad.

Tasio fue un incondicional militante de la lucha social y defensor de los derechos humanos, y más que nada un mordaz anti sistémico. Y esa actitud le costó caro: hubo un día que el sistema lo criminalizó por una pintada combativa que hizo en las paredes de un edificio estatal.

Poco le importó a Tasio, lo que le deparó la consigna que dejó escrita en esa pared: “Se va a acabar la prepotencia patronal”, que fue una causa judicial, que literalmente, lejos de amedrentarlo, le redobló su sed de justicia. Y no bajó la guardia; en contrario, siguió siendo un muy apasionado actor, poeta, murguista y militante, sin medias tintas. Siguió siendo un ser único; sin réplica.

Los dados del destino marcaron que Tasio tomase distancia de este mundo, mismo el día en que segaron la vida del “Che” Guevara, hace 55 años, quizás para sentirse acompañada por él (que era uno de sus principales referentes) en este su viaje a la eternidad.

Desde nuestra redacción, por la que tantas veces estuvo junto a los jóvenes de Our Voice, lo recordaremos siempre y preservaremos, con respeto y honor, su memoria.

Tasio, gracias por haber estado juntos, con Irma, tu madre, que fue aquella militante histórica que día a día te enseñó el valor de la lucha por el prójimo y por la verdad.

Tasio, estás presente, muy presente, hoy, y siempre, siempre, siempre.

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*Foto de portada: redes sociales