Sábado 4 Mayo 2024

Por Malena Sánchez desde Argentina-18 de agosto de 2022

Defender intereses ajenos al pueblo es el cotidiano de la legislatura. Nuestras Cámaras son nichos de discursos conservadores, elitistas o verdades a medias. Discursos y falsas verdades dichas por parte de los legisladores, que bajo esta democracia cada vez más insuficiente nos gobiernan. Bajo el título de "representantes del pueblo", los legisladores toman decisiones que perjudican a los históricamente perjudicados. Los pobres, los pueblos originarios, los trabajadores… ¿qué poder de decisión tienen sobre sus ámbitos? Hoy, escaso, pues aquellos "representantes" del pueblo deciden, sin involucrar realmente a todos estos sectores.

Hace unos días, en medio de una discusión en la sesión de Cámara de Diputados, donde se aceptaba la renuncia de Massa, el ahora triplemente ministro, como presidente de dicha Cámara, una de estas falsas "representantes del pueblo", la llamada Victoria Villarruel, parte de "La Libertad Avanza" (el partido ultraderecha de Javier Milei) y negacionista de la dictadura militar, aprovechó su momento de habla para dirigirse contra los pueblos originarios.

Siguiendo el discurso político y mediático promovido por Bullrich y demás sectores de la derecha, acusó a los mapuche de "usurpar tierras" en la Patagonia y dijo que allí están "sufriendo el terror". Discurso no inocente pues lo que se pretende es defender a los grandes terratenientes del sur, los verdaderos usurpadores, que se hicieron de estas tierras gracias a que allí la Campaña del Desierto asesinó a las personas, los pueblos originarios, que se encontraban ahí, para quedarse con esas tierras y regalarlas a extranjeros. Multinacionales como Benetton, que posee alrededor de 900.000 hectáreas para con ellas facturar millones y millones (legando incluso a tener denuncias de explotación infantil) mientras casi el 40% de la población argentina es pobre.

"Vamos a perder nuestra Patagonia que se ganó con sangre, sudor y trabajo", dijo la diputada. ¡En esto estamos de acuerdo! La sangre de los pueblos originarios, y el sudor y trabajo de otros, fueron los que, a Benetton, Lewis y tantas corporaciones más les permitieron "ganarse" la Patagonia. Una victoria vergonzosa para reconocerse, el decir que uno tiene algo por la sangre de miles, por la explotación de miles. Sin embargo, no avergüenza a los poseedores, hoy reclaman la propiedad de aquellas tierras cargadas por el sufrimiento de toda una historia.

Es que aquella propiedad privada para pocos, propiedad sanguinaria, concentrada, desigual e ilegal en muchos casos, es la que defiende gran parte del arco político por sobre los derechos de las mayorías, derechos incluso constitucionales como lo es el de "reconocer la posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan" los pueblos indígenas (art 75 inciso 17). Pero las leyes, incluso la suprema, nuestra Constitución Nacional, sólo importan cuando son acordes a los intereses del poder. Si no, solo son papeles olvidados, una falsa máscara de justicia.

Victoria Villarruel no quedó en lo discursivo, sino que hace unos meses presentó un proyecto de Ley para derogar la ley 26.160 que protege la propiedad comunitaria de las poblaciones indígenas. Si bien la fuerza de su partido aún es pequeña, no sería novedad que, en algún momento, quizás para las elecciones del 2023, este partido que se proclama liberal se una con una alianza mayor para ganar fuerza, de hecho, resuena en Juntos por el Cambio esta posibilidad.

Hasta ahora, Milei se ha reunido con partidos como Fuerza Republicana, fundado por el genocida Antonio Bussi (de quien Milei fue asesor) y hoy, con su hijo como legislador, Ricardo Bussi, están en la mira por distintas causas como malversación de fondo o "apología de la tortura".

El discurso de Villarruel es una cara del tipo de proyecto político e ideológico que construyen desde su bloque; un proyecto que pone en peligro los derechos humanos reconocidos por los pactos internacionales, derechos que fueron conquistados gracias a la lucha de la sociedad.

Quienes estamos comprometidos con estos derechos, debemos prestar atención y seguir de cerca cada movimiento de este y de cada sector político, pues en la política es donde se encuentran las decisiones. Debemos leer, estudiar y conocer por fuera de lo que nos muestran los grandes medios, para no permitir jamás cualquier retroceso en torno a los derechos humanos, para difundir la verdad, la justicia y la igualdad amplia.

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*Foto de portada: revistacrisis.com.ar