Martes 7 Mayo 2024
Adriana Navarro y Loreley LatierroPor Adriana Navarro y Loreley Latierro-1° enero de 2022

La mayoría de las notas que he escrito para Antimafia Dos Mil se clasificarían fácilmente en el orden de lo medioambiental. Sin embargo, para mi escribir este tipo de notas significa escribir sobre el día a día de mucha gente. Cada afectación al medio ambiente, como un bumerang vuelve hacia nosotros mismos. Si se permite, en un país como Uruguay, que la soja y los monocultivos de eucaliptus y pinos son los que inclinen la balanza comercial del país, acto seguido, también se inclinará el "nivel de agua" de nuestros suelos que se secarán, y luego muchos pueblos se quedarán sin agua, y los informativos nos dirán que estamos en emergencia hídrica, y si nos toman distraídos nos parecerá que es porque llueve poco, pero esa no será la verdad. Y entonces muchas escuelas rurales cerrarán porque las familias se irán buscando "el agua" y el futuro hacia Montevideo, y si no lo encuentran, luego de ser catalogados como "los vagos", engrosarán los barrios periféricos de la ciudad, y lo más probable, es que vivirán en condiciones muy precarias.

Entonces hablar de medio ambiente, es hablar de cómo nos va en lo cotidiano. El tren de UPM 2 en construcción, partirá barrios a la mitad -Colón, Sayago, Capurro-, y cambiará la vida de las familias que están a su alrededor. Si la abuela cuida a su nieto que vive al otro lado de la vía, ahora deberá madrugar mucho más, y quizás hacer un largo viaje para llegar a su casa, porque los muros de la gran vía no le permitirán continuar su rutina diaria.

Peor es todavía saber que la proliferación del cáncer y otras enfermedades son producto de muchas de las formas en que todo tipo de proyecto depredador, aunque se nos plantee como un proyecto de "desarrollo", como se nos impone. Sin embargo, no hay estudios para recabar cuántas personas con cáncer estuvieron cerca de una planta de celulosa, o intervinieron en tantas otras actividades contaminantes.

Hablar de medio ambiente, es hablar del estado de indefensión en el que vivimos todos, según nos lo explicaba el ya fallecido fiscal Enrique Viana, o como también nos lo decía Delia Villalba (ambos, entrañables emblemas de la defensa de la tierra, de la soberanía y de la verdad) es "la defensa de los recursos naturales para que los usemos en el presente pero que también los gocen las generaciones futuras".

Hablar de medio ambiente es decir a la gente "despierta humanidad, ya no queda tiempo", como dijo Berta Cáceres, poco tiempo antes de ser asesinada por su lucha a favor de la vida.

Desde Antimafia Dos Mil buscamos comunicar, informar, entendiendo que es la forma de motivar a un cambio en la acción, también día a día, de cada ciudadano.

Como me decía Loreley Latierro, una gran amiga, colaboradora de Antimafia, una persona siempre atenta a la búsqueda de la noticia, hace unos pocos días hablando de este tema:

"Colaborar con Antimafia es una forma de sentirme activa en la profundización del estado de conciencia de las personas. Ayudando a denunciar, participando de distintas movidas a nivel social junto a los jóvenes de Our Voice y demás colectivos y ciudadanía en general. Es estar informada, para informar, de todos los incidentes que hacen al devenir de las trastiendas del poder y las mafias en el mundo y en los lugares claves en particular; hechos que afectan los derechos humanos, o el medio ambiente. Es trabajar por la aceptación de la diversidad de género, y desde ese lugar luchar contra el patriarcado y por una educación no sexista, entre otros. Colaborar con Antimafia es una militancia comprometida, apoyando a los justos por la verdad y por la justicia y sobre todo por la libre expresión".

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*Foto de portada: subrayado.com.uy