Miércoles 1 Mayo 2024

Entrevista a la nieta del periodista Beppe Alfano

En las últimas semanas han despertado cierto escándalo en el ámbito universitario, escolar y de la sociedad en general, las palabras pronunciadas por Costantino Visconti, profesor de Derecho Penal de la Universidad de Palermo y discípulo de Giovanni Fiandaca, jurista conocido por sus posiciones críticas hacia el concurso externo en asociación mafiosa y el proceso de la Tratativa Estado-mafia. Nos reunimos con Giusy Benigno Alfano, nieta del periodista Beppe Alfano (asesinado por la mafia el 8 de enero de 1993) e hija de Sonia Alfano. Es estudiante de la Universidad Lumsa de Palermo y, por lo tanto, alguien con autoridad para hablar del tema.

-En una entrevista concedida al periódico Il Foglio, mientras hablaba de "una antimafia nihilista" que "apunta inexorablemente a celebrar la invencibilidad de la mafia y de sus autores intelectuales ocultos", Visconti de hecho, pidió que se "prohiba" al magistrado Nino Di Matteo y el periodista Saverio Lodato para integrar la lista de invitados a las escuelas para hablar sobre la mafia, con estas palabras: "Está claro que mientras las escuelas sigan invitando a Saverio Lodato y Nino Di Matteo, que dicen que el Estado está podrido, se dará un mensaje diferente a las nuevas generaciones". Como joven estudiante, pero también como miembro de una familia víctima de la mafia ¿qué piensas?

En cuanto a las reflexiones dadas a conocer a la prensa por el profesor Visconti, profesor titular de derecho penal de la Universidad de Palermo, me pregunto francamente cómo es posible que alguien de su talla pueda creer, y sobre todo pedir una medida de censura contra un periodista como Lodato, que siempre ha sido un referente en el contexto del reportaje judicial mafioso así como memoria histórica de la lucha contra la mafia y, sobre todo, contra el magistrado Nino Di Matteo que sacrificó su vida para vestir la toga y dedicarse a la lucha contra las mafias, el crimen organizado y los diversos vínculos que existen entre los principales exponentes de la mafia y las partes desviadas de nuestras situaciones, y que dieron origen a la tratativa Estado-mafia. A la luz de estas consideraciones iniciales, encuentro absolutamente obvio lo que dijo Visconti cuando dice que "para derrotar a las mafias hay que recurrir al Estado", pero encuentro igualmente correcto y transparente lo que argumentó Di Matteo cuando dice que "lamentablemente la fuerza de las organizaciones criminales radica en la hábil capacidad de tejer relaciones con el poder, y por eso es que el Estado-mafia también existe".

Como estudiante que está por terminar los estudios de derecho con el sueño de llegar a ser magistrada, y como nieta de Beppe Alfano, el último periodista asesinado por la mafia en Barcellona en 1993, negar la presencia de la mafia dentro de nuestras instituciones lo considero una falta de respeto hacia nuestros familiares muertos en la lucha contra la mafia. Y estas connivencias no son el resultado de una reconstrucción imaginativa de Lodato y Di Matteo, sino que son verdades tristes y truculentas surgidas de actividades investigativas, juicios y por ende sentencias, que nos hablan de exponentes políticos al servicio de Cosa Nostra y, además, de representantes del Estado que se sometieron a los pedidos de los jefes que cumplen condenas bajo el régimen del 41bis. Entonces, ante todo esto, creo que es un deber y no una opción contarles a los estudiantes, a los ciudadanos y a todo el país los hechos que ahora son verdades procesales establecidas.

Finalmente, me parece un contrasentido conmemorar al juez Falcone y luego desestimar sus propias declaraciones sobre los vínculos entre el Estado y los centros de poder oculto, realizadas precisamente al periodista Lodato.

Al respecto, en memoria de mi abuelo a quien no pude conocer porque lo mataron antes de que yo naciera, considero muy grave que un profesor universitario, por lo tanto, un intelectual, quiera censurar a un periodista. Mi abuelo habló de la mafia hasta el día en que lo mataron, su último artículo lleva fecha del 8 de enero de 1993, y más de 30 años después, leyendo lo declarado por el profesor Visconti, se corre el riesgo de hacer parecer vano el sacrificio de mi abuelo, a los ojos de nosotros, los jóvenes.

-Cien estudiantes tomaron lápiz y papel para expresar su oposición a la censura, reafirmando el derecho a expresar su pensamiento y de invitar a quienes deseen. ¿Estás de acuerdo con ellos?

Como ya expresaron detalladamente compañeros de diversos Institutos y de la Universidad de Palermo en su carta, educar a las nuevas generaciones en la convicción de que la Mafia ha sido derrotada y que el Estado es inmune a cualquier forma de contacto, si no de control, significaría educar a las nuevas generaciones sobre mentiras. Reivindicamos y merecemos la verdad, tenemos derecho a saber y conocer cuanta sangre inocente se ha derramado, para que este país pueda eliminar a las mafias.

Giusy Benigno 2

También tenemos el deber de no olvidar el sacrificio de nuestros familiares y, en mi caso, haré todo lo posible para continuar la lucha contra la mafia que había emprendido mi abuelo; lo haré, espero, vistiendo la toga en memoria de todas las víctimas inocentes de la mafia, y la responsabilidad que siento por ello no puede en modo alguno ignorar la sangre derramada por mi abuelo, sobre cuyo asesinato aún hoy se intenta seguir desviando las investigaciones.

-¿Por qué, en tu opinión, aun teniendo en cuenta la historia que envolvió a tu abuelo, en la que no faltaron los desvíos investigativos, es tan difícil hablar de ciertos temas en las escuelas? ¿Y por qué da tanto miedo?

Hace apenas 10 días estuve en el Tribunal de Messina junto a mi madre, Sonia Alfano, que lucha desde hace 30 años para obtener justicia para mi abuelo. Para mí es absurdo que después de 30 años todavía se hable de investigar a los autores intelectuales ocultos o sospechosos sobre los que está pendiente la solicitud de sobreseimiento, a pesar de que varios arrepentidos lo han explicado extensamente, describiendo roles y responsabilidades. En los últimos años parece que la lucha contra las mafias a través de la información y la implicación de los estudiantes casi ha pasado de moda. ¿Quizás temen que los jóvenes informados y conscientes no se conviertan en instrumento de consenso para sus sucios intereses? Estoy aprendiendo sobre las mafias a través de la historia de mi abuelo y de las batallas de mi madre. Ella siempre dice que nunca olvidará el olor de la sangre de mi abuelo; yo nunca olvidaré las lágrimas de mi madre y la sensación de soledad que aún hoy la acompaña.

-A menudo se dice que la mafia ya no dispara, por lo cual ya no es peligrosa. O que todos los grandes jefes han sido capturados, por lo cual el Estado ha vencido. Al menos eso es lo que ocurrió recientemente con la detención de Matteo Messina Denaro. ¿Cómo crees que se puede salir del camino de normalización y banalización de los fenómenos mafiosos y de los sistemas criminales que se ha ido gestando en los últimos años?

En mi opinión, creo que las mafias siguen siendo muy peligrosas y con mucha muy influencia en las dinámicas y equilibrios que siempre han caracterizado la historia de nuestro país. En relación al caso del arresto de Matteo Messina Denaro, espero que pronto salgan a la luz los nombres de todos los que garantizaron su fuga, ya sean políticos, profesionales o incluso miembros de la policía. Si realmente queremos despejar algunos lugares comunes, la lucha contra la mafia debe ser decidida, articulada y sin límites. Los secretos de Estado no pueden ni deben existir, no se puede pensar en cortar sólo los tentáculos de un pulpo que, con el tiempo, ha fortalecido su cabeza. Si de verdad queremos rendir honor y mérito a nuestras víctimas, debemos pensar en la lucha contra la mafia sin perder nunca de vista quién es la víctima y quién el victimario. He visto demasiadas víctimas de la mafia abandonadas a su dolor y dejadas solas para demostrar la inocencia de sus seres queridos.

Es necesario fortalecer a las fuerzas del orden, dándole tiempos precisos al poder judicial, y sobre todo es necesario demostrar que la ley es igual para todos. Se la debe aplicar al asesino que dispara, pero también al senador que tiene relaciones e intereses con la mafia. Solo para no olvidar.

Foto de portada: Antimafia Duemila

Foto 2: Giusy Benigno Alfano