Miércoles 8 Mayo 2024

Patricia Bullrich se quedó afuera

Todo a estribor, la izquierda solo sacó 2,7% de los votos

En medio de una crisis económica primero, y social después, Argentina volvió a las urnas para elegir al presidente que deberá asumir el próximo 10 de diciembre, y que, si el país no estalla, deberá gobernar durante los próximos cuatro años. El resultado, aunque parejo, dejó como ganador al candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa. La cantidad de votos no le permitieron superar el 45% del total, ni tampoco le aseguraron una diferencia mayor a los diez puntos porcentuales sobre el segundo (Javier Milei), por lo que habrá balotaje. En simultáneo también se realizaron las elecciones a gobernador de tres provincias: Buenos Aires, Entre Ríos y Catamarca. También se eligió al jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Más de 27 millones de personas se presentaron a votar; aproximadamente un 28% del electorado. Sergio Massa, actual ministro de Economía, al frente de la fórmula que engloba a gran parte del Partido Justicialista, y al llamado progresismo y sectores afines, obtuvo el 36,7% de los votos. La Libertad Avanza, formula encabezado por Javier Milei y la negacionista Victoria Villarruel, con un discurso neoliberal en lo económico, sumó el 30% de los votos. Patricia Bullrich, partidaria del militarismo, al frente de Juntos por el Cambio -el linaje electoral fundado por Mauricio Macri-, alcanzó el 23,8% de los sufragios. El actual gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, representando a ciertos sectores del justicialismo federal, consiguió el 6,8% de los votos. Por otro lado, la candidata del Frente de Izquierda, la abogada y actual diputada Myriam Bregman, solo alcanzó al 2,7% de los votantes; una cifra que no refleja la simpatía y el respeto que el electorado de la izquierda peronista tiene con la diputada, pero que lamentablemente no logró romper con la religiosidad del “peronista vota peronista”.

En un sistema político históricamente dividido entre radicales y justicialistas, la existencia de una tercera fórmula electoral, con posibilidades ciertas de ganar, es toda una novedad en la Argentina. Sin lugar a dudas la gran perdedora de la noche fue Patricia Bullrich, quien perdió completamente el federalismo que mantenía Juntos por el Cambio, bajo la figura de Mauricio Macri, gracias al apoyo del radicalismo más tradicional y conservador. Bullrich solo logró retener una amplia mayoría en Ciudad de Buenos Aires, donde el 41% del electorado la eligió. Recordemos que el partido de Mauricio Macri gobierna en la ciudad desde hace más de 20 años.

Por su parte Milei perdió presencia a nivel federal respecto de las PASO (Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias). En aquella elección (más una boca de urna que una interna), había ganado en 16 provincias. Esta vez solo logró mantener el liderazgo en 10 provincias, dentro de las que destacan, por ser una sorpresa, Córdoba y San Luis. En Córdoba saco 33,6% de los votos y le ganó a Schiaretti en su propio territorio. La diferencia la obtuvo sobre todo en los distritos del sur de la provincia, donde predomina el agro y el antiperonismo. En el caso de San Luis, uno de los tradicionales feudos del justicialismo -bajo el mando de los Rodríguez Saá-, Milei, obtuvo una aplastante victoria con 43,4% de los votos, sacando una diferencia de más de 15 puntos sobre el candidato justicialista.

Massa, que se postula a presidente por segunda vez (la primera fue en 2015, de la mano del extinto José Manuel de la Sota, formula que se ubicó tercera, con poco más de 14 puntos)-, logró integrar los votos de las PASO del peronismo (Grabois y Moreno, entre otros) que lo dejaban a prima facie cerca de los 30 puntos. El 6,7% restante, en gran parte los capitalizó en dos centros tradicionalmente radicales y conservadores: Entre Ríos y Corrientes, las únicas provincias donde había ganado Juntos por el Cambio en las PASO. Pero, sobre todo, Massa, logró asegurar los territorios feudales del justicialismo. En La Rioja obtuvo el 41,1% de los votos, 10 puntos más que en las PASO. Es importante destacar que se presentaron a las urnas un 15% más de votantes. Algo similar ocurrió en Tucumán, donde obtuvo una victoria contundente con más del 45% de los votos. En Santiago del Estero, fue un 65,5%. Lo mismo en Chaco, donde alcanzó el 43,7% de los sufragios; y en Formosa, donde consiguió 52,3% de los votos. Insistimos, en todas estas provincias, la diferencia la marcó la cantidad de gente extra (un 10% aproximadamente), que fue a votar respecto de las PASO. En el sur, hubo una tendencia similar en La Pampa y en Rio Negro. Factor distinto ocurrió en la provincia de Santa Cruz, donde nació el kirchnerismo. Aquí la diferencia a favor de Massa, estuvo en la cantidad de votos en blanco. Más del 28% en las PASO, contra tan solo un 6% en esta instancia.

El balotaje tendrá lugar el próximo 19 de noviembre. Si Massa logra capitalizar los votos de la izquierda, los votos del justicialismo federal y los votos de los radicales conservadores (que no gustan de cambios abruptos), será el próximo presidente de los y las argentinos. En su defecto, la anti política y el negacionismo se sentaran en el sillón de Rivadavia.

A partir de estas cifras, se realizará el recambio de diputados y senadores en el Congreso, donde quedará representada esta tercer formula en discordia de tendencia neoliberal y negacionista. Sumará 35 diputados, para un total de 38 (el 15% de las bancas aproximadamente); y 8 senadores, siendo que antes no tenía ninguno.

Gobernadores

Las presidenciales fueron acompañadas por las elecciones a gobernador, en tres provincias, y a jefe de gobierno en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). En el distrito más numeroso del país -provincia de Buenos Aires-, el gobernador Axel Kicillof, sin muchas sorpresas, logró la reelección, duplicando prácticamente a sus oponentes. De esta forma el kirchnerismo más puro logra mantener un distrito crucial, asegurando su sobrevivencia para los próximos años, sin descartar, una futura presidencia. Tampoco hubo sorpresas en Catamarca donde Raúl Jalil conservara la gobernación por un periodo más, luego de triunfar con el 54,1% de los votos, sacando una diferencia de más de 20 puntos sobre sus adversarios.

En Entre Ríos, en una muy apretada elección, Rogelio Frigerio -quien tuvo sus primeros pasos en el menemismo, y luego se destacó en las filas del macrismo-, le ganó a Adán Bahl, quien sin ser oficialista apoyó a Sergio Massa. 49,7% para Frigerio, 39,5% para Bahl.

En CABA, sin sorpresa alguna ganó Juntos por el Cambio, y Jorge Macri (el primo del expresidente) será el próximo jefe de gobierno de la capital argentina. Quizás el único dato de color sea que el oficialismo perdió más de cinco puntos de votos, respecto a las PASO. También hubo casi un 10% de votos en blanco, siendo que solo se había registrado un 2% en la instancia previa.

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*Foto de Portada: