Sábado 27 Abril 2024

75 años de asesinatos en oriente medio

Para muchos analistas los últimos días de conflicto, marcaron un punto de inflexión en la brutal escalada militar contra la sociedad palestina e israelita.

Tras 75 años de asesinatos selectivos y prácticas genocidas, es imprescindible retroceder en el tiempo hacia la génesis de toda esta barbarie.

La nakba (catástrofe) para los palestinos, o creación del Estado judío, sirvió de motivación para convertir a Oriente Medio en una de las zonas más inestables del mundo. Un 14 de mayo de 1948, David Ben Gurion encendió una nueva mecha de un conflicto infinito.

Es así como en julio de 1949 concluye el primer enfrentamiento que arrojó un saldo de 700 mil palestinos exiliados, con el Estado judío ocupando Jerusalén y que involucró a Egipto, Líbano, Irak, Jordania y Siria contra Israel.

Y luego llega el segundo conflicto, en total serian cuatro guerras en escasos 25 años. En octubre de 1956 el canal de Suez fue blanco de la discordia cuando el presidente de Egipto Gamal Abdel Nasser decidió nacionalizar esa porción de territorio tras no conseguir financiamiento por parte de EEUU y Reino unido. Lo que desembocó en una crisis de abastecimiento de petróleo.

La “victoria” egipcia sobre dicho canal, se logró luego de la lucha contra tropas israelíes, británicas y francesas, y ante intermediación de EEUU y Rusia por el retiro de las tropas de ocupación.

Otro líder emergió por entonces en 1964. La OLP (Organización para la Liberación de Palestina) fue creada por Yasser Arafat que ofreció una acérrima resistencia a Israel. Tres años después, en 1967, junio se tiño de sangre cuando una avanzada militar de Egipto y Jordania es interceptada con anticipación por Israel. El evento conocido como “la guerra de los seis días “, que posiciona al ejército hebreo en situación ventajosa, tomando control de la Franja de Gaza, Cisjordania, la península del Sinaí, los Altos del Golán y Jerusalén Oriental.

Mientras Israel celebraba la festividad de Yom Kippur, el 6 de octubre de 1973, Siria y Egipto atacan con objetivo de hacerse con la península del Sinaí. En una coyuntura que involucraba un embargo de petróleo a países que exportaban hacia EEUU, por su ya abierto apoyo a Israel. La crisis económica se mezcló entonces con varios días de combates y múltiples bajas de ambos bandos. La escalada militar terminó 18 días después con un cese al fuego.

Egipto finalmente decidió reconocer al Estado de Israel y negoció un armisticio con el primer ministro Menahem Beguin en 1978, que devolvió el Sinaí y firmó un acuerdo por vez primera con un país árabe.

Pero nada terminaría ahí. Porque esta vez sería el Líbano objeto de invasión por parte del ejército israelí en 1982. En esta oportunidad el blanco serían los asentamientos de la OLP. Cinco años después, el mundo escucharía hablar de la primera Intifada palestina en la Franja de Gaza y Cisjordania. En medio de dichos conflictos hubo varias negociaciones que dieron paso en 1993 a los llamados “Acuerdos de Oslo”, que, en resumidas cuentas, da lugar al nacimiento de la Autoridad Nacional Palestina.

El premio nobel de la Paz compartido por Yaser Arafat, el canciller Shimón Peres y el máximo representante Yitzhak Rabín, sería opacado por el magnicidio de este último en Tel Aviv a manos de un extremista de derecha, que debilitó el proceso de paz entre ambas naciones.

La segunda Intifada (levantamiento palestino) se desató en septiembre del año 2000, ya con un Benjamín Netanyahu en el poder, posponiendo las negociaciones para reconocer al Estado árabe. Un año después, el electo primer ministro Ariel Sharon ordenó la construcción del famoso muro de Cisjordania, una frontera forzada de 750 km alrededor del territorio palestino.

En 2006, Hamas ganó las elecciones en territorio palestino y llegó al poder, un año después expulsó de la franja al movimiento Al Fatah que en aquel entonces era presidido por el presidente Mahmud Abbas.

A partir de ese momento hasta el 2014 los israelíes y Hamas se batieron en diferentes enfrentamientos en Gaza. Contra todo orden institucional, en 2017 Donal Trump, en un pomposo anuncio de la Casa Blanca, expresó que la embajada norteamericana sería trasladada desde Tel Aviv hacia Jerusalén, pasando por encima de las resoluciones de naciones unidas.

Es así que a mediados de 2018 Hamas retomó el conflicto armado con Israel, con débiles treguas de por medio hasta mayo de 2021, donde se acordó un alto al fuego que fue roto por el Estado de Israel con la justificación de atacar objetivos estratégicos de Hamas. Un año después Israel vuelve al ataque en respuesta el disparo de proyectiles desde Gaza. Ese mismo año, en octubre las dos fuerzas políticas palestinas firman un acuerdo de unidad. Hamas y Al Fatah decidieron finalizar la división de facciones.

En diciembre de 2002 se vería nuevamente la impronta de Natanyahu en el poder, esta vez el primer ministro volvió con la fuerza política y militar más extrema de la historia de Israel y juró que iba ir por todo el territorio Palestino en aras de la “priorización de la colonización de los territorios palestinos de Cisjordania”.

A mediados de 2023, las medidas expansivas del Estado de Israel, lo llevaron hacia una enésima ofensiva en Gaza, luego de una fingida tregua, la provocación llega de la mano del ministro de seguridad nacional israelí, Itamar Ben Gvir que visitó la explanada de las mezquitas de Jerusalén, algo que es considerado un insulto por parte de Jordania y Palestina.

Como un rotundo rechazo al avance sobre el campamento de refugiados de Jenìn en Cisjordania y a la ampliación de las fronteras del país vecino, en el mes de Julio, el gobierno palestino comunicó que suspendía su colaboración con el estado de Israel.

Arabia Saudita anunció en el mes de agosto la normalización de las conversaciones diplomáticas con Israel, hecho que posiblemente podía haber desencadenado el infierno en el que nos encontramos actualmente, con Hamas y su brutal ataque y con las fuerzas de ocupación militar israelitas a horas de la decisión de una invasión.

Foto: rawpixel.com