Las agencias noticiosas de todo el mundo acusaron recibo de todas estas novedades a las cuales se adosaron  expresiones de voceros  del  Vaticano en términos de perplejidad y asombro por los acontecimientos buscando atenuar los hechos, al decir públicamente,  porque se tiene la máxima confianza en los dirigentes indagados por las autoridades.
La noticia que recorrió todo el mundo es  que la policía financiera,  el día martes 22 de setiembre requisó los fondos de la sede bancaria, investigando además  -desde filas de la Fiscalía italiana- al director general del banco y a su presidente, una persona que es conocida en el medio, como una suerte de vocero de la moralidad en el mundo financiero, pero que sin embargo hoy por hoy está acusado de cometer errores vinculados  a las violaciones de las leyes italianas tendientes a neutralizar el lavado de dinero.
El banco del Vaticano, que es conocido formalmente como un instituto de Obras Religiosas, no es la primera vez que enfrenta dificultades, ya en la década del 80 estuvo involucrado en un escándalo mayúsculo que incluyó un episodio trágico, consistente en el hallazgo de un, Inglaterra.
Ettore-GottiEn el marco de todos estos hechos trascendió que el Vaticano declaró públicamente que se venía trabajando desde hace tiempo para volver sus finanzas más transparentes, dando cumplimiento a las normas contra el terrorismo y el lavado de dinero. Y además, desde la Santa Sede se redobló la confianza en el titular de la institución bancaria, Ettore Gotti Tedeschi  y en su director general.
Ahora bien, pero la mala nueva sobre este punto no fue de reciente data porque las investigaciones sobre transacciones del banco del Vaticano se venían realizando  ya desde hace un año. Transacciones por un valor millonario en euros  e investigaciones que  procuraban determinar si se estaban o no violando las leyes vigentes.
En días previos a que se diera la noticia de este escándalo en los medios de comunicación del mundo las autoridades procedieron a la incautación de un dinero perteneciente a una cuenta del banco en cuestión que estaba en la sucursal romana de Crédito Artigiano Spa. El grueso de ese dinero, unos 20 millones de euros, según  informaciones de la prensa italiana, estaba destinado a JP Morgan en Francfort y el resto –unos tres millones de euros-  a la Banca del Fucino.
De toda esta dinámica de movimiento de dinero, y a juzgar por los trascendidos, lo más grave habría sido que los banqueros investigados no comunicaron a las autoridades financieras la procedencia del dinero. A propósito de este punto muchas versiones circularon, una de ellas aludía a que Ettore Gotti Tedeschi no era investigado él mismo por lavado de dinero sino por una serie de omisiones en las transacciones financieras. Pese a los trascendidos que recorrieron la península itálica los fiscales, obstinadamente, se negaron a confirmar las versiones.
En uno de los despachos periodísticos provenientes de Italia se consignó que  Gotti Tedeschi es miembro del Opus Dei y que éste habla frecuentemente sobre la necesidad de mayor moralidad en las finanzas. Fue precisamente este banquero,  en su libro “Dinero y paraíso” exploró los valores del capitalismo y el catolicismo.
blackfriarsbridgecalviNo hay que olvidar que en un tiempo pasado,  pero no tan lejano como para cubrirlo por el manto del olvido, el banco del  Vaticano estuvo implicado en un escándalo notorio tras el desmoronamiento del Banco Ambrosiano al punto que el titular de la institución -Roberto Calvi- fue hallado colgado del  puente londinense Blackfriars en 1982, en circunstancias sumamente misteriosas, interpretándose a nivel de la Fiscalía italiana que éste había sido asesinado. Y ahí concluyó el caso porque nunca se hallaron culpables.
En definitiva ahora todo este nuevo escándalo en el Vaticano ya tomó estado público y seguramente se habrán de sentir todas las repercusiones más inimaginables, especialmente si se comprueba que Ettore  Gotti Tedeschi incurrió en una falta contra las normas europeas contra el lavado de dinero. La jueza romana María Teresa Covatta fue la que dispuso el embargo del dinero, a pedido expreso del fiscal Nello Rossi y del sustituto Stefano Rocco Fava quienes entienden que la cúpula del Instituto de Obras Religiosas violó las normas del  año 2007. De confirmarse todas estas acusaciones en la órbita judicial, claramente sería otra más del Vaticano. Lo que sería más que lamentable. Diríamos,  extremadamente opuesto y muy distante a toda la ética de su doctrina y de su teología. Algo nítidamente contrario al mensaje cristiano: lo que equivale a decir a una puesta en práctica de una  suerte de cristianismo con sabor a euros, con sabor a poder y con sabor a corrupción, quizás para estar acorde a los nefastos tiempos que corren. Verdaderamente no creo que el Cristo lo aprobaría.