La caja del camión, de más de 17 metros de largo, llevaba oculta la droga en un falso
compartimiento que, en principio, quedaba oculto por el contenedor y una nueva mano de pintura. Fue justamente este último detalle el que alertó el agudo ojo de una funcionaria aduanera del vecino país que detectó la pintura y sospechó que la misma había sido colocada recientemente como para ocular una soldadura.
Alertó al conductor (único ocupante del pesado vehículo) que detuviera su marcha justo cuando estaba ingresando a Uruguay tras haber pasado los controles del lado argentino; llamó a su superior y le transmitió su duda.
Los funcionarios rompieron la parte del piso donde estaba la dudosa mancha de pintura y descubrieron la droga debajo de una chapa tapada con cal, para evitar que los perros olfatearan la droga. Se realizó la prueba de campo al contrabando y se lo identificó como marihuana.
Se continuó inspeccionando el piso del trailer y mientras más chapa se cortaba más droga se encontraba. En principio se estimó en 500 kilogramos la cantidad incautada, pero pocos minutos
después la cantidad ya superaba la tonelada. El conductor quedó a disposición de la Justicia y los funcionarios aduaneros estimaron que el operativo permitió incautar la mayor cantidad de droga en la historia del paso de frontera.
Fuente: El País/Luis Pérez