Localidad de Centenario, en el departamento de Durazno

Por Antimafia Dos Mil-6 de diciembre de 2022

Un caso de trata de personas se destapó en los últimos -días en la localidad de Centenario, en el departamento de Durazno, en una región que bulle de gente debido a la construcción de la segunda planta de celulosa de UPM. Allí, 17 mujeres eran explotadas sexualmente. El sábado pasado fue allanada una whiskería, donde además vivían las mujeres, varias de procedencia venezolana, cubana y dominicana, y también de Montevideo, pero ninguna locataria. El imputado, un hombre de 44 años, deberá cumplir prisión preventiva por 120 días.

La investigación está a cargo de la fiscal de Delitos Sexuales Especiales Alicia Ghione, y forma parte de la Operación Turquesa IV, que lleva adelante Interpol de forma internacional.

En el allanamiento, se incautaron una pistola 9 mm de porte ilegal, cargadores, balas, 1250 euros y más de 200 mil dólares, entre otros objetos.

El hombre fue imputado por delitos reiterados de trata de personas en la modalidad de explotación sexual en reiteración real con un delito de tráfico de armas y municiones.

El abogado del imputado, Nicolás Ghizzo, apeló la decisión judicial, aduciendo que no hay suficientes elementos de prueba para formalizar al acusado. “La whiskería o bar, mejor dicho, estaba abierto hace un año y medio y es de público conocimiento de todas las autoridades que rigen”, dijo. Además, aseguró que su cliente es dueño de más de 30 propiedades y que vive de sus alquileres. También vive de préstamos privados, según consignó Montevideo Portal. Además, Ghizzo afirmó que la whiskería era en realidad un “bar de encuentros”.

El abogado mencionó a varios medios locales que las mujeres querían trabajar, y que el imputado no es un explotador. “Mi cliente vive de vender tragos en un bar, de un pool, rocola, un lugar de divertimento, y si vive, también, de habitaciones que tiene contiguas al bar, en otro padrón, alquila esas habitaciones”, excusó.

In Mujeres (Instituto Nacional de las Mujeres) realiza el seguimiento a este caso para asegurarse de que se cumplan los procedimientos de atención a las mujeres. Su directora, Mónica Bottero, dijo que, aunque el caso “está lleno de elementos que llevan a pensar que puede haberse configurado situaciones de trata”, siempre “es muy difícil de probar situaciones de estas” debido a que “opera mucho el miedo, la amenaza, la amenaza a la familia, a la propia persona”.

Bottero destacó que en el lugar de explotación sexual y trata de personas “se está haciendo una construcción muy grande (refiriéndose a la fábrica de celulosa UPM 2, ndr), donde circulan muchos camiones, donde hay otras empresas que trabajan como satélite de la construcción más grande”, lo que significa “una gran concentración de hombres solos, viviendo allí”.

Y con la afirmación de la directora de la institución de las mujeres, se confirma la que hace el movimiento feminista realiza desde mucho tiempo: que las fábricas como UPM 2, generan trata de personas, entre tantos otros problemas.

No hay peor ciego, que aquel que no quiere ver.

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*Foto de portada: subrayado.com.uy