Fue en el barrio Nuevo Paris, de Montevideo, Uruguay

Tenían daños psicofísicos alarmantes

Una vecina dio la alerta a la policía al ver que una de ellas era abusada sexualmente

Por Alejandro Diaz-15 de marzo de 2022

Una vecina del barrio Nuevo París, en Montevideo, se encontraba en su casa, cuando de repente escuchó gritos desesperados y forcejeos desde una casa lindera. Al asomarse vio cómo en el patio vecino, una “niña” estaba siendo abusada sexualmente por un hombre a plena luz del día. La mujer se armó de coraje y dio aviso a la policía. En breve varios patrulleros de la Unidad de Respuesta Rápida de Montevideo, se hicieron presentes en la escena, y pudieron rescatar a dos mujeres que se encontraban con evidentes rasgos de abuso, maltrato y abandono reiterados, quizás durante años. Las mujeres, con signos de desnutrición endémica, tenían la estatura y talla de dos niñas. El abusador, era hermano de ambas.

El hecho ocurrió sobre la calle Oficial 3, donde las casas precarias se entreveran con las prefabricadas para darle forma a un barrio obrero, en un contexto montevideano viciado por la droga, la delincuencia y la falta de presencia estatal, que no se debe limitar solo a la presencia policial. La vecina que dio alerta a la policía, luego se negó a realizar la denuncia, por temor a las represalias.

Según detallaron los uniformados al diario El País, las mujeres, estaban completamente desalineadas, con los cabellos cortados a tijeretazos, llenos de greñas, descalzas y con ropa vejada por el uso, la tierra y la falta de higiene. Sus cuerpos, en completo estado de fragilidad, denotaban años de abandono. Ambas mujeres, una de 35 años y otra de 26, estaban completamente traumatizadas; la mayor no logró comunicarse, la menor logró formular frases mínimas con los efectivos policiales. En el lugar, hallaron a un niño de 13 años, hermano de las mujeres. Los tres, inmediatamente fueron trasladados a centros asistenciales. Las mujeres quedaron internadas en el Hospital Pereira Rosell, a cargo del equipo de salud mental, en colaboración con la Unidad de Víctimas y Testigos. El personal de salud, detalló al mencionado periódico, que se sorprendieron ante la voracidad con la que comían ambas mujeres, alimentándose directamente con las manos. Según relataron, la menor de ellas, logró decirles que hacía días no comían, y que “pasaban a mates y cigarros”.

Hasta el momento no se ha formalizado denuncia, por lo que las autoridades deben actuar de oficio. Por lo pronto tres hombres pertenecientes al núcleo familiar y la madre de los hermanos están siendo investigados por el caso.

En las últimas horas, la abogada Karen Sass, directora de Discapacidad del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), afirmó, durante una entrevista con Canal 10, que ya tenían registros de las dos hermanas. Durante el año 2020, habían intentado una aproximación, pero luego la familia fue desplazándolas y las autoridades literalmente “no lograron ubicarlas”. Ahora, ambas mujeres, luego de dos años de tormentos, finalmente se encuentran bajo amparo del MIDES. “Están bien”, sostuvo la directora.

Quizás la vecina que dio anuncio a la policía, desde el anonimato, no se animó, al menos hasta ahora, a formalizar la denuncia, pero el simple llamado a la policía fue suficiente para terminar con una situación aberrante, y esto hay que destacarlo. Porque, intuyo, que el coraje de la mujer es gracias a la difusión de noticias, casos y mecanismos de denuncias y acompañamiento, que durante el último tiempo se han proliferado no solo en la ciudad, sino también en la región. Una de las conquistas de miles de mujeres que tomaron las calles.

Lamentablemente, esta situación de abusos intrafamiliares es una constante de la cultura, invisibilizada durante años, por los entornos y por los silencios. Estas dos mujeres, no estaban escondidas en un sótano: sus cuerpos y sus pesares estaban a la vista de todos.

Un simple llamado, un momento de coraje, puede y debe cambiar estas situaciones para bien. Fundamental será que las autoridades respondan debidamente, y en este sentido el control social sobre ellas seguirá siendo necesario.

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*Foto de portada: Ministerio del Interior