Viernes 3 Mayo 2024

Por Giorgio Bongiovanni-16 de octubre de 2022

A nivel personal, son días difíciles. Perder a un hermano siempre deja una huella y agradezco a Lorenzo Baldo y a la Redacción el recuerdo que nos regalaron de Filippo. Su memoria siempre nos acompañará, así como hoy nos acompaña la evocación de otro amigo y compañero de muchas batallas en Sudamérica: Pablo Medina.

Un Periodista, con "P" mayúscula, capaz de denunciar con contundencia en sus artículos, sin adornos, a las mafias, a los narcotraficantes y a los poderosos de turno que tenían relaciones con ellos.

Su mirada, su sonrisa, su capacidad de investigar a fondo, le permitía llegar mucho más allá del objetivo de esa cámara que siempre llevaba consigo.

Hace ocho años, el 16 de octubre del 2014, fue asesinado junto a su joven asistente Antonia Almada, en un camino rural de Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú, en la frontera con Brasil. Hoy queremos honrar ese sacrificio. Lo hacemos volviendo a publicar el documental sobre su historia, pero también volviendo a gritar verdad y justicia.

La muerte del periodista, asesinado a balazos con una pistola 9 mm, fue encargada por Vilmar "Neneco" Acosta, político del partido Colorado, quien fuera denunciado reiteradamente por el periodista Pablo Medina, corresponsal del diario ABC Color de Paraguay, como un hombre cercano al narcotráfico en la zona e involucrado en otros delitos. Acosta fue condenado a más de treinta años de prisión que está cumpliendo en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.

En diciembre del 2021 uno de los sicarios, Flavio Acosta, fue condenado a 36 años de prisión.

Fue detenido en Brasil (se solicitó la extradición, pero el Estado la negó por ser ciudadano brasileño, ndr) por lo que aún se espera el juicio por la muerte de Pablo, como también se espera que sea juzgado el otro asesino, Wilson Acosta, también arrestado en Brasil en mayo del 2020.

Recordar a Pablo Medina es hablar de la "narcopolítica" que permite ciertos tráficos y que atraviesa Paraguay, Argentina, Uruguay, México, Bolivia y Colombia.

Recordar a Pablo Medina es también denunciar el permanente narcotráfico internacional que pasa por Sudamérica y llega a Europa a través de la 'Ndrangheta.

Recordar a Pablo Medina es un deber para honrar a todos aquellos mártires que se han interpuesto en el camino de ciertos poderes. Para que nunca más un justo sea asesinado.

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*Foto de portada: Antimafia Duemila