Por Victoria Camboni-17 de julio de 2022
La violencia del narcotráfico invadió Rosario. Es inevitable e indispensable que esto provoque la reacción ciudadana y de los distintos estratos de la ciudad, como reacción a tanta muerte, a tantos daños en cadena, a la falta de educación, a la falta de comida, a la falta de un plan para contener e incluir a los jóvenes en una vida saludable dentro de la sociedad. En este contexto, el periodista y tallerista Alejandro Maidana, participó como disertante en la autoconvocatoria del Movimiento Our Voice en Rosario, ‘Contra la mafia, arte y militancia por una Rosario sin narcopolítica’, que se realizó el pasado viernes 15 de julio en la plaza Pringles, sobre la calle Córdoba, en el centro de la ciudad.
El trabajo de Maidana a través del multimedio Conclusion.com.ar es de compromiso diario. Es un medio alternativo que lleva adelante con otros colegas, y con su compañera de vida, Gisela Gentile, con quien, además, trabajan brindando talleres a jóvenes en las cárceles, a través de la asociación civil Sacar la voz.
“Como laburante de los medios, como tallerista, como un tipo que ha insistido siempre, no quiero dejar afuera el rol en la construcción de sentidos de los medios de comunicación. Que tengamos hoy un grupo de personas, y que tengamos muchas pululando desinteresadamente, aparte del enorme daño que nos ha hecho el neoliberalismo en cada uno de nosotros, en esto de construir sujetos individuales, de ver lo colectivo prácticamente desde otro plano, tenemos los medios hegemónicos, los medios dominantes, esos que claramente, difícilmente puedan cubrir un evento como este porque se van a sentir no solamente interpelados, sino que se le puede caer más de una pauta”.
“Como laburante de los medios voy a ampliar la denuncia a quienes también hago responsables del cadalso social, de que hoy lamentablemente tengamos la ciudad que tenemos, aquellos que nacimos a 30 kilómetros como es la república de Álvarez pero que de chiquitos estuvimos por acá, crecimos con esta ciudad que se empezaba a avizorar. Una ciudad para el centro, una ciudad distinta para los barrios. Nos llama poderosamente la atención aquellos que aparte de laburar en los medios somos talleristas, que laburamos con los pibes en contexto de encierro, que laburamos con los pibes en los barrios también con talleres de comunicación, donde creemos que la palabra es emancipadora, donde no vamos a llevar comunicación popular a los barrios porque entendemos que de ahí nace la comunicación y tenemos que munirnos de las herramientas que nos dan los pibes en los barrios para nosotros poder transformar, para nosotros poder convocar y poder amplificar lo que muy pocas veces lamentablemente en los medios de comunicación sucede”.
“Ha mutado mucho el perfil de nuestros pibes, eso es lo que por ahí laburando nos vamos dando cuenta. El perfil de los pibes ha mutado, la disputa en los barrios es otra disputa. Claramente la concentración del poder, la riqueza, lo menesteroso de la misma ha hecho que los pibes en los barrios, aparte de tener que lidiar con su condición de pibes pobres y de venir de familia de pobres, hoy la disputa es claramente con estos grupos que han hecho de la narcocriminalidad un recurso nefasto”.
“Hoy vemos a pibes que transitan en encierro, no mal comidos, bien empilchados, que provienen de otro lugar, que no estábamos acostumbrados de ver. Antes eran los pibitos pobres, los pibitos chorros, aquellos que manoteaban un teléfono o que por ahí salían a hacerse una moneda. Hoy son pibes que integran una banda, que tienen un alto perfil y nos plantean un nuevo desafío”.
“Entendemos que hemos retrocedido mucho, que por ahí damos uno, dos pasitos, nos contentamos y tenemos que retroceder diez casilleros, pero somos tercos, seguimos insistiendo. La importancia que siempre hacemos aquellos que hemos pululado por diferentes medios. En este caso me toca participar de un medio digital como es Conclusión, que me ha dado la oportunidad de no correrme una coma nunca, y para mí eso es fundamental. De los arrebatos que tenemos con algunos colegas en formar una especia de cooperativa a la hora de laburar. Por eso para mí es imprescindible no dejar afuera de la crítica del espanto que nos atraviesa como sociedad a los medios de comunicación, para mí actores fundamentales en la construcción de un sentido que va siempre dirigido hacia un solo lugar que es al lugar de los privilegios. Vemos cómo claramente se espantan cuando el dedito de cercanía proviene de las barriadas y ese prototipo de pibe que empieza a juzgar permanentemente, la videoteca del robo y todas esas costumbres que construyen una subjetividad muy poco empática, anclada en lo reaccionario, y que claramente tenemos que torcer, cada uno desde su espacio”.
“Entendemos que los grandes chorros están acá atrás, que los grandes delincuentes visten de cuello blanco. Impolutos recorren los medios de comunicación dándonos cátedra de cómo vivir, y de quién debemos cuidarnos. Aquellos que no nos quedamos con las migajas que nos plantean los grandes medios masivos de comunicación vamos por la información, nos acercamos al barrio, investigamos, analizamos, reflexionamos, intentamos permanentemente interpelarnos, no quedarnos con la última coma”.
Maidana relató aquel encuentro que tuvo con el querido Raúl Blázquez, uno de los colaboradores más importantes de la revista Antimafia que dejó este plano hace algunos años. “Yo agradezco a la gente de Antimafia, a la juventud de Our Voice, porque después de la charla que tuve con Raúl Blázquez quedé impresionado con lo que me marcaba él, con esto de resignificar el término ‘mafia’. Mafia no son cuatro o cinco tacheros, decía Raúl, que debe estar combatiendo en otro plano; eso no es mafia, mafia es otra cosa, no nos quedemos con eso porque instalamos que la mafia es cualquier cosa. Un par de sindicalistas que no nos gustan, algunas actitudes que por ahí también estamos a disgusto. La mafia es mucho más profunda. Cuando empezamos a escudriñar, cuando me permití investigar un poquito más, acercarme más a esta información, realmente quedé azorado, y nos planteó una monstruosidad notable que vamos a seguir combatiendo, cada uno de su lado. Soñamos transformar todo esto. Lo charlamos la última vez que me acerqué a lo que es ‘Soberanía’ en el plenario, escuchándolo a Carlos (Del Frade, diputado provincial de Santa Fe, ndr) y esto de tratar de dejar las mezquindades de lado, los personalismos, las pequeñas diferencias que se pueden zanjar en una charla con un café o lo que fuese, para poder batallar decididamente con los dueños de todo”.
“Vemos cómo el sector político, también ya prácticamente infiltrado –Carlos lo define bien como el PUS, el Partido Único de Santa Fe-, que cuando se avanza desde la denuncia, cuando se avanza desde la investigación, se abroquela, se cierra, y ahí empieza el rescate emotivo de cada uno que ha quedado suelto y sindicado como responsable de algo para protegerlo porque después del coletazo de Godzilla caen todos. Bueno, contra eso hay que seguir denunciando”.
“Agradecerles la convocatoria a los chicos, a las chicas, a los pibes, que a uno lo dejan tranquilo porque son ellos los que van a tener que seguir con la bandera que nosotros en algún momento la vamos a tener que dejar. No vamos a claudicar hasta que nos dé un poquito el aire, vamos a seguir peleándola, pero es muy difícil”.
“Convivimos con la frustración, hemos aprendido, pero somos tan tercos y sabemos que es tan difícil que seguimos buscando más quilombos para involucrarnos y ver cómo podemos generar herramientas. Algún día la sociedad que pulula y que por ahí escucha de refilón, se va a arrimar, y ese será el día que hemos vencido”.
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*Foto de portada: Daniel Salas / Our Voice