La fiscalía pidió el procesamiento de los tres policías involucrados en el asesinato
 
Por Alejandro Diaz-6 de diciembre de 2021

El fiscal Leonel Gómez Barbella, pidió al tribunal que procese a los agentes de la policía de la ciudad, Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi, por el delito de homicidio cuádruplemente agravado de Lucas González, el joven futbolista, asesinado días atrás en un reprochable hecho de gatillo fácil, que abre numerosos interrogantes, sobre el accionar irregular, y probablemente ilegal, de numerosos miembros de las fuerzas de seguridad.

En su escrito, el fiscal deja en claro, que no existió, por parte de las víctimas, señal alguna de agresión. “Los imputados interceptaron al vehículo de las víctimas con el rodado marca Nissan Tiida, del que descendieron armados y, pese a la corta distancia y no habiendo recibido ningún tipo de agresión por parte de las víctimas, efectuaron una cantidad significativa de disparos contra las zonas vitales de éstas”. Este comentario del fiscal, hecha por tierra toda la historia narrada por los policías involucrados en el asesinato, y deja muy mal parados a los otros nueve policías que están siendo investigados por el encubrimiento del hecho, habiendo falsificado informes, adulterado pruebas y plantada evidencia.

Dentro de las consideraciones, el fiscal, incluye las grabaciones de las cámaras de seguridad, que captaron gran parte de la secuencia. Describe como los policías, vestidos de civil y en un auto particular, sobrepasan a los jóvenes mientras estos se encontraban detenidos realizando compras en un almacén. Los policías, se detienen metros más adelante, esperando que los jóvenes reiniciaran su marcha y una vez que estos se adelantaron, comenzaron a seguirlos. Esta conducta dice el fiscal, “es una parte muy importante de la prueba que conlleva a sostener que los tres habían premeditado llevar adelante lo que finalmente lograron, la muerte de uno de los jóvenes, pese a que de los otros tres no llegaron a producirlas por factores que le fueran ajenos a su voluntad”.

Según los informes de balística, había cinco impactos de bala en el vehículo en el que se desplazaban los jóvenes. En el asiento del acompañante, donde iba sentado Lucas, había un proyectil incrustado perteneciente al arma de Isassi. Mientras que la bala hallada en el guardabarros trasero, concuerda con el arma de López.

Los hechos hasta el momento son irrefutables, los policías descargaron su furia sobre los jóvenes de manera injustificada. Pese a esto, al momento de comunicarse con la central el agente Issasi dijo: “Por favor comando que estén atentos que estaban armados, cuatro masculinos menores, con apariencia menores, jóvenes”. Lo cual, quedó desmentido durante las pesquisas al encontrarse solamente un arma de utilería que, según las sospechas de la fiscalía, fue plantada por los propios policías.

“Los encausados, bajo el justificativo o explicación de 'sospechosos', emboscaron a cuatro adolescentes a quienes ya desde el inicio de su seguimiento describieron como 'masculinos menores' y les propiciaron una significativa cantidad de balazos con armas de fuego que pegaron en distintas partes del automóvil (...) y terminaron con la vida de uno de ellos pretendiendo acabar también con la del resto del grupo de amigos si no era porque lograran escapar”. En este tramo, Gómez Barbella, por un lado, remarca que los policías tenían en claro la edad de las víctimas. Mientras que, por el otro, contempla la agresión sobre el resto de los jóvenes como intento de homicidio, por lo que incluye en su denuncia el delito de tentativa de homicidio, también cuádruplemente agravado.

Según el fiscal, el comportamiento de los agresores es propio de “una patota de civil, bajo el velo de supuestos policías de la ciudad”. Este calificativo, resume que “la intervención policial ha estado marcada desde un inicio no sólo por la arbitrariedad sino también por una manifiesta ilegalidad”.

El panorama sobre la secuencia que termino con la muerte de Lucas, es claro. Lo que aún no está suficientemente aclarado, es por qué.

¿Por qué los policías estaban de civil, en un auto particular, realizando detenciones arbitrarias sin orden judicial? Todos podemos sospechar, o intuir, pero este dato, aunque menor, es importante esclarecerlo para entender la lógica operativa de los miembros de las fuerzas de seguridad, que también están dispuestos a matar y a encubrir.

¿Cuántos delitos se podrían prevenir, si la policía fuera otra?

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*Foto de portada: newsdigitales.com