Viernes 17 Mayo 2024
“…es solamente el crack y la heroína”
 
Por Alejandro Diaz-4 de noviembre de 2021

Durante el último martes, desde temprano, se hizo viral un video donde el expresidente Mauricio Macri hace apología al consumo de drogas, mientras ríe en un bar de Rosario.

El exmandatario está de campaña recorriendo las provincias e intentando llevar agua para su molino, como quien dice. En la provincia de Santa Fe, Macri apoya la candidatura a senadora de Carolina Losada, y luego de su encuentro en la localidad de Casilda, la intención del descendiente de italianos, era visitar Rufino, pero las condiciones climáticas obligaron a que el vuelo de la comitiva aterrizara en Rosario.

Allí, en un barrio de Fisherton, donde se encuentra el aeropuerto, Macri intentó realizar una broma, que lo hizo quedar como un “pelotudo”, perdón por la expresión, pero fue una de las palabras más repetidas en los cientos de comentarios que en tierras argentinas acompañaron a las notas de los numerosos medios de comunicación.

Mientras recibían el pedido en la mesa, Macri dijo: “Yo soy un tipo raro, nunca tomé café, no tomo alcohol, no fumo; lo mío es solamente el crack y la heroína”.

Lo dice frente a las cámaras, en una provincia en la que la lucha contra el narcotráfico resulta ser una de las prioritarias exigencias de la sociedad, al gobierno, porque es un flagelo que está costando vidas, a granel; y porque además, el consumo de drogas, es uno de los más preocupantes temas (sanitarios y sociales) que desde diferentes frentes se procura mitigar y neutralizar, y combatir.

No es un chiste sarcástico, que lo hace en un momento de ocio con sus amigos; un dicho de humor, quizás moralmente reprochable, pero humanamente entendible. Pero no, lo hace frente a las cámaras, y ahí, en ese gesto, va una intencionalidad. Que no es distinta, a la de aquella vez, que frente a un medio español realizara comentarios en contra de la simbología de los derechos humanos, cuando discutía sobre el número de desaparecidos durante la dictadura, con la que su famiglia hizo negocios. O aquella vez que pidió “perdón” a los reyes españoles, por la “insolencia” de los próceres latinoamericanos, por haberse independizado de un imperio, que de la mano de la iglesia católica promovió uno de los peores genocidios de la historia, genocidio que continua hasta hoy, cada vez que los carabineros chilenos y los gendarmes argentinos replican las medidas de seguridad del general Roca, contra los pueblos originarios.

Este “sarcasmo” de Macri también se expresó, cuando dijo: “hay lugares donde falta agua, y lugares donde sobra”; ante una situación climática en el país que en simultaneo presentaba zonas con grandes sequias y procesos de desertificación por el desvió irresponsable de los cursos de agua; y zonas con inundaciones terribles causadas por la deforestación exacerbada y la falta de inversión en infraestructura.

Durante una entrevista en el programa clasista de Mirtha Legrand, narrando el stress y la presión que le generaba la crisis económica que padecía el pueblo argentino por su gestión, dijo: “Yo a las siete u ocho de la noche me olvidaba, cerraba todo y ponía Netflix”.

En otra ocasión afirmó: “En Argentina todos somos descendientes de europeos”, una frase terrible, que niega la realidad de un país plurinacional, y que al mismo tiempo sirve como base discursiva de políticas de represión, que se expresan desde los parámetros de lucha contra el terrorismo escrito por el Consejo de Seguridad de la ONU, uno de los principales promotores de guerras.

Siempre servil a los intereses de las multinacionales y de la agenda política colonialista y neocolonialista, durante las visitas del Fondo Monetario Internacional a la Argentina, pidió “que todo el país se enamore de Christine Lagarde”. Una mujer que vino a traer hambre y pobreza en el pueblo. ¿Qué clase de cinismo hay en el sarcasmo de Macri?

Pero, sinceramente, reflexionando mientras escribo, tratando de enfocarme en las consecuencias, no solo de sus dichos, sino más bien, de su conducta como ser humano y como político, me doy cuenta que no puedo caer en el reduccionismo de insultarlo, su persona, su rostro, sus decisiones políticas, reflejan y representan a un equipo de trabajo que fríamente especula, dialoga, pacta con sectores y con proyectos, cuyas consecuencias son nefastas para el ambiente, para la sociedad, para la humanidad, para la vida.

Lógica mafiosa, diría Rocco Carbone.

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*Foto de portada: cronica.com.ar