alegatosPor Jean Georges Almendras-6 de diciembre de 2017


Juicio oral a Vilmar “Neneco” Acosta en sus etapas finales, en Asunción, Paraguay

Va entrando en la recta final el juicio oral y público al ex intendente Vilmar Acosta. Seguramente en la presente jornada se habrán de presentar los alegatos finales, por parte de la defensa del ex funcionario público de la ciudad de Ypejhú y único imputado de ser el autor intelectual del asesinato del periodista, trabajador del diario ABC Color y colaborador de nuestra redacción, Pablo Medina y de su asistente Antonia Almada.

El pasado 30 de noviembre el Ministerio Público presentó los alegatos finales, siendo los interlocutores la Fiscal anti secuestro Sandra Quiñónez y el fiscal de Curuguaty Vicente Rodríguez.

Oportunamente el Ministerio Público presentó numerosas pruebas y sería prácticamente un hecho que se solicitaría la máxima pena para Vilmar Acosta, como instigador del doble crimen.

De acuerdo a lo informado ese mismo día 30 de noviembre, la hipótesis barajada por la Fiscalía se basa en que “Neneco” instigó el homicidio en represalia por denuncias de Pablo Medina aludiendo al nexo entre en clan Acosta con el narcotráfico y otros crímenes ocurridos en la zona. El Ministerio Público sindica como autores materiales de la muerte del periodista y de su asistente, a Wilson Acosta Marquez, hermano de “Neneco” y a Flavio Acosta Riveros, sobrino de “Neneco”. Este último se encuentra detenido en el Brasil, mientras que el primero permanece prófugo.

Como se recordará, el juicio dio inicio el día 23 de octubre y a lo largo de todas audiencias los integrantes del Tribunal de Sentencias escucharon a unos cuarenta testigos, y recibieron una serie de pruebas, estando entre ellos los informes sobre los aparatos telefónicos utilizados por los hermanos Acosta y Flavio Acosta.

Como aspecto destacado dentro del juicio oral y público, hay que consignar, que el pasado día 20 de noviembre, el colegiado se constituyó en el escenario del doble crimen, en el camino rural de Villa Ygatymí, donde el 16 de octubre de 2014, dos hombres (sicarios) vestidos con atuendos militares emboscaron la camioneta de Medina y enseguida, con armas de fuego cortas y largas, abrieron fuego sobre el periodista y su asistente, salvando su vida de milagro un tercer ocupante del vehículo, es decir la hermana de Almada. Consumado el hecho de sangre, los asesinos se dieron a la fuga por unos caminos alternativos.

Precisamente, con el cometido de hacer un relevamiento in situ, los integrantes del Tribunal se dieron cita allí, con peritos y algunas de las personas que llegaron a la escena del doble crimen una vez que la sobreviviente dio el alerta.

En el relevamiento de la escena de los hechos, tanto los integrantes de la Fiscalía como del Tribunal de Sentencia, apelando a las informaciones proporcionadas por las empresas de telefonía celular, como de la inspección ocular del terreno, corroboraron el lugar exacto donde se ubicaron los sospechosos , antes , durante y después del ataque.

Las pericias realizadas con el teléfono celular de Vilmar Acosta fueron determinantes como prueba del vínculo existente entre él y los dos parientes suyos, que oficiaron de responsables materiales del ataque a balazos contra los periodistas.

Se suma además dentro de la acusación fiscal, el hecho de que Pablo Medina ya había denunciado las amenazas de Vilmar Acosta, por lo que éste consideró que el periodista había ido muy lejos, especialmente cuando además denunció la responsabilidad de Vilmar en la muerte del ex intendente de Ypejhú Julián Núñez, quien fue baleado en las calles de esa ciudad el día 1ero de agosto de ese año 2014, apenas dos meses y medio antes del atentado contra Medina y Almada.

En el marco de las informaciones relacionadas con el juicio, el periodismo paraguayo se hizo eco de una información que puso especial énfasis en la vulnerabilidad en la que se encontraba el periodista Medina.

Por ejemplo, trascendió que una declaración testimonial del año 2014 reveló que para el clan Acosta Marquez, Pablo Medina era solo un número en la lista de personas a eliminar, sencillamente porque era un obstáculo para el desarrollo de los negociados ilícitos de la familia. Y que las publicaciones de nuestro amigo y colega eran notoriamente perjudiciales para el clan Acosta Marquez.

Se pudo saber, que Vilmar Acosta tenía muy claro quiénes eran las personas claves que lo perjudicaban recurrentemente en sus negocios, en una zona liberada expresamente para las actividades del narcotráfico, con el respaldo de políticos zonales (seguramente para preservar su impunidad). Partiendo de esa premisa la implantación del terror resultó ser una de las características de los Acosta, en el reducto de Ipejhú.

Según trascendió, en la declaración testimonial de Casimiro Núñez –hermano del ex intendente Julián Nuñez- del año 2014, dada a conocer a poco del deceso del político, había una lista de futuras víctimas. En ella estaban incluidos los hermanos Fernández –cuñados del político asesinado- el mismo Casimiro y el periodista Medina.

Tal era el panorama por aquellos días.

Con el asesinato, todos los velos alrededor del clan Acosta se cayeron estrepitosamente y su vida como político se hizo añicos. Hoy es acusado de ser el ideólogo de un doble crimen impactante (y repugnante) que no solo enlutó al periodismo nacional sino además al pueblo paraguayo y a la democracia. Una democracia constantemente asediada por el flagelo del crimen organizado y la corrupción del sistema político.

Mientras éste artículo está siendo publicado en nuestro portal, en el Palacio de Justicia, seguramente, los abogados defensores de Vilmar “Neneco” Acosta, ya venían presentando sus alegatos finales, buscando (esperemos que en vano) alejar a su patrocinado de una condena prolongada, por la responsabilidad que le cupo en la muerte de Pablo y Antonia.

Entretanto, trascendió en las últimas horas, que el Juez penal de garantías de Curuguaty, Carlos Martínez, presentó ante la Corte Suprema de Justicia un exhorto solicitando a Brasil el juzgamiento de Flavio Acosta Riberos, sindicado como uno de los sicarios que atentaron contra los periodistas aquel 16 de octubre del 2014, en el camino rural de Villa Ygatymí.

En tal sentido, en el diario ABC Color (en el que Medina era su corresponsal al momento de hallar su muerte) se informó que Martinez declaró enfáticamente: “Estamos agregando todas las pruebas presentadas por parte del Ministerio Público, atendiendo a que el Brasil había denegado la extradición de Flavio Acosta Riveros a Paraguay por supuestamente contar con documentaciones brasileñas y fue considerado que es brasileño. Una vez que el acusado sea juzgado, las autoridades del vecino país deberán remitir la copia de la sentencia a nuestro país”


----------------
*Foto de Portada: www.abccolor.com