Por Antimafia Dos Mil-1° de setiembre de 2022

Finalmente, el caso del pasaporte entregado por parte del gobierno uruguayo al narcotraficante compatriota más famoso del Uruguay, el prófugo Sebastián Marset Cabrera, sería investigado por la Fiscalía Especializada en Delitos Económicos y Complejos de 1º turno, a cargo de Enrique Rodríguez.

La decisión fue tomada por el fiscal de Cortes Juan Gómez, luego de analizar con detenimiento las declaraciones de los ministros Francisco Bustillo y Luis Alberto Heber en la interpelación del lunes 22 de agosto.

Tras la noticia de que la justicia paraguaya emitiera un pedido de captura en contra de Marset -por la operación ‘A Ultranza PY- y de que él escapara (con un pasaporte paraguayo falso) a los Emiratos Árabes Unidos a través de Dubai, donde fue detenido, solicitando además al Estado uruguayo un pasaporte para salir de la cárcel provisoria en la que se encontraba, obteniéndolo con el apoyo (legal o ilegal) de los ministerios de Relaciones Exteriores y del Interior uruguayos, finalmente -asistencia letrada de por medio- pudo ser liberado de la cárcel, siendo su paradero desconocido hasta hoy.

En consecuencia: luego, de que los ministros Francisco Bustillo y Luis Alberto Heber fueran llamados a interpelación con la voz del frenteamplista Mario Bergara como parlamentario inquisidor, y que el oficialismo concluyera que estaba todo correcto, pero la oposición tomara la postura contraria; luego, de no poderse explicar, que a pesar de saberse que Marset tenía una orden internacional de captura, las autoridades igualmente firmaron y le entregaron el documento para que pudiera escapar; luego, de que Carolina Ache (sobrina del exdirigente del Club Nacional de Fútbol Eduardo Ache) se reuniera con el actual vicepresidente de Nacional y abogado de Marset Cabrera, Alejandro Balbi, para acelerar los trámites de entrega del pasaporte; luego, de que la entonces cónsul uruguaya en Dubai, Fiorella Lucía Prado Fabra, fuera hasta la cárcel donde se encontraba detenido el narcotraficante para tomarle una fotografía y huellas digitales para el documento -aunque Marset había declarado estar alojado en el hotel Palm Beach-, tras una comunicación entre la Dirección Nacional de Identificación Civil (DNIC) y Policía Técnica, en la que se pedía “apurar” la expedición de tres pasaportes, entre ellos el del ahora prófugo; luego, de que fuera destituido el subdirector de la DNIC, Alberto Lacoste, por esa comunicación; y luego, de que todas esas actuaciones, de múltiples funcionarios del gobierno, que derivaron en definitiva, en la entrega del documento de identidad a un delincuente, finalmente el caso llegaría hasta el escritorio de la Fiscalía de Crimen Organizado en Uruguay, tal lo trascendido en los medios, en las últimas horas, siendo que el caso estaba en manos de un fiscal de flagrancia, y que el Frente Amplio presentaría una denuncia penal.

Cabe esperar, que ahora la justicia analice e investigue debidamente todos estos elementos, para comprobar las ilegalidades del caso, y hacer justicia contra los responsables de que hoy, Sebastián Marset Cabrera, esté prófugo o como se dice en el argot policial: a la disparadora, a salto de mata, o de escondrijo en escondrijo.

A la disparadora, pero dentro de un ambiente, donde los escondrijos y las guaridas, tienen otro sabor. El sabor de una mafia propia del sistema criminal integrado. Mafia pura, sin medias tintas.

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*Foto de portada: ultimahora.com