Por Jean Georges Almendras, desde Le Marche, Italia-29 de agosto de 2022

En Colombia se hacen denodados esfuerzos para aclarar un atentado criminal perpetrado cerca de las 02:30 horas de la madrugada del domingo, contra una pareja de periodistas -Leiner Montero Ortega, de 37 años y Dilia Contreras Cantillo, de 39 años- en un paraje del norte de Colombia, en el departamento de Magdalena. Los dos trabajadores de la prensa circulaban en un automóvil, el que literalmente fue interceptado a unos 16 kilómetros del municipio Fundación, en una carretera que se conecta con el municipio El Copey. Los asesinos se desplazaban en una moto y una vez que tuvieron a corta distancia al rodado lo tirotearon con armas cortas de grueso calibre, resultandos abatidos los dos periodistas, que iban en los asientos delanteros, no así un tercer ocupante del vehículo, de nombre Joaquín Gutiérrez quien resultó con lesiones que felizmente no ponen en riesgo su vida. Este atentado, cuyos móviles se tratan de determinar -no descartándose, que tengan mucho que ver con la actividad profesional de las víctimas- perfilándose (de acuerdo a las primeras averiguaciones policiales) que lapso antes Montero, Contreras y Gutiérrez estuvieron presentes en los festejos populares de la ciudad Santa Rosa de Lima, y que allí, habrían protagonizado un incidente con algunas personas residentes del lugar, cuyo tenor hasta el momento no ha podido ser definido, aguardándose la declaración de la persona herida, como indiscutible camino para conocer la verdad de los hechos. De todas las formas las autoridades actuantes toman mucho en cuenta que en la zona operan grupos criminales que realizan actividades propias del narcotráfico, como por ejemplo el “Clan del Golfo”, entre otros.

Estupor e indignación son los sentimientos que predominan en la región del departamento Magdalena, al conocerse la noticia del atentado a balazos cometido contra los periodistas Leiner Montero y Dilia Contreras, cuya trayectoria profesional es ampliamente reconocida en el norte colombiano. Leiner Montero era director y propietario de la emisora Portal Sol Digital Stereo, en tanto que Dilia Contreras ejercía su profesión en ciudades como Santa Marta y Bogotá.

De acuerdo a las primeras informaciones, ambos periodistas participaban de los festejos patronales -de alcance popular- de la ciudad Santa Rosa de Lima, del municipio Fundación. Ya entrada la noche del sábado, durante las primeras horas de la jornada dominical, ambos se retiraron del lugar, acompañados de Joaquín Gutierrez, se estima periodista también.

El terceto se ubicó en un automóvil, siendo el conductor Montero, y el copiloto Dilia Contreras; por su parte Gutiérrez se ubicó en el asiento posterior. Una vez hubieron tomado distancia del lugar donde se realizaban los festejos, una moto tripulada por dos hombres con cascos, interceptó la marcha del rodado y en cuestión de pocos segundos sacaron a relucir pistolas de alto calibre disparando contra los periodistas que fueron alcanzados por los proyectiles, especialmente en órgano vitales, perdiendo la vida prácticamente en el momento. La persona que se encontraba ubicada en el asiento posterior fue igualmente alcanzada por las balas, resultando herido de consideración.

En los segundos siguientes los sicarios se dieron a la fuga sin dejar rastro, dejando a sus espaldas una escena dantesca, que generó la conmoción entre los lugareños que de inmediato alertaron de lo ocurrido a las autoridades policiales que se constituyeron en el lugar, prestando la debida asistencia a Gutiérrez, trasladándolo al hospital del municipio Fundación, donde se encuentra internado.

Cabe consignar, que el testimonio de Gutiérrez será de suma importancia determinar, no solo las circunstancias del ataque, sino, además, las causas del mismo o dentro de qué contexto (como apuntan algunas versiones en base a los primeros recabados por las autoridades) se desencadenó una fuerte discusión entre los periodistas y otras personas que participaban de los festejos.

Al margen de las particularidades del hecho, lo que sí es viable suponer, es que seguramente el ejercicio de la profesión de periodistas de los dos fallecidos habría sido uno de los principales desencadenantes del ataque que más tarde sobrevendría. También las autoridades toman muy en cuenta que la presencia de grupos criminales en la región, como el “Clan del Golfo” y “Los Pachenca” tendrían alguna suerte de vínculo con lo acontecido.

De una u otra forma, los hechos visibilizan que Colombia sigue siendo escenario indiscutible de desenfrenadas violencias, que hacen parte de la criminalidad imperante, donde siempre el periodismo es objeto sensible elegido por quienes transitan al margen de la ley.

Desde diferentes ámbitos del periodismo local e internacional se han lanzado repudios por este atentado, mientras que a nivel de las autoridades las promesas de que los hechos se investigarán no han estado (ni están) ausentes.

El sufrimiento de las familias de los colegas asesinados y del hombre que se encuentra herido, debe convivir con un entorno de incertidumbres respecto al accionar de la justicia, que siempre se ha mantenido distante de la verdad, porque desafortunadamente la impunidad siempre ha sido un ingrediente habitual en torno a hechos de esta naturaleza.

En este caso específico, según informaciones de organismos de Derechos Humanos, este doble atentado sería el primero del 2022, contra periodistas, y el número 162 a la fecha, tomando como punto de inicio el asesinato del periodista Eudoro Galarza Ossa, en octubre de 1938, que fue el primero de una extensa nómina de ejecuciones. El año pasado, el 19 de setiembre, se cometió el último atentado de ese período, siendo la víctima el periodista Marcos Efraín Montalvo, cuya vida fue apagada por balas criminales en el Valle del Cauca.

Se llora en Colombia por este hecho; son lagrimas -también nuestras- que se suman a las de las familias y amigos de los periodistas, y a las de los numerosos activistas sociales y rurales, asesinados en Colombia, en el correr de los últimos meses y años.

Basta ya, basta.

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*Foto de portada: pagina12.com.ar