Operativo policial en Medellín, Colombia; a sicarios les pagaron 120.000 dólares

Por Jean Georges Almendras, desde Palermo, Sicilia-3 de junio de 2022

Por todos los rincones del planeta, y en particular en el Paraguay y Colombia, se está difundiendo la noticia de que cayeron en manos de las autoridades policiales colombianas los autores materiales del asesinato del fiscal Marcelo Pecci y que se trabaja con ahínco para hacer lo propio con los autores intelectuales, fase que a criterio de los investigadores seguramente demandará más tiempo, dadas las características del atentado. Según palabras dichas por el Comisario Nimio Cardozo, jefe del departamento de Antisecuestro de la Policía Nacional de Paraguay, desde Colombia, cuatro de los detenidos son colombianos y el quinto de nacionalidad venezolana; se supo además que los allanamientos policiales por parte de cuerpo de elite, con los resultados conocidos, se realizaron en la ciudad de Medellín y que los sicarios en cuestión habrían recibido unos 120 mil dólares y que ellos habrían planificado el ataque que derivó en el crimen. Hasta el momento se desconoce quien o quienes efectuaron el pago aludido, solo se pudo saber que esa maniobra de aportar el dinero al sicariato, la habrían concretado elementos de poder, sin brindarse más detalles. La noticia impacta y, de hecho, una vez confirmados los primeros datos aportados, se ratificaría con creces que este atentado implicó a una poderosa organización criminal transnacional, con la inequívoca implicancia de personas que hacen parte del poder, ya sea dentro del territorio de su país natal, Paraguay, o Colombia, o inclusive Italia, tomando en cuenta que Pecci venía trabajando en casos que involucraba a las mafias fundamentalmente de Italia y Paraguay. Con el correr de las horas las noticias sobre las particularidades de los exitosos procedimientos habrán de ir tomando consistencia y seguramente se conocerán más detalles del atentado en sí. Pero lo que sí es cierto, es que al cabo de 21 días de intensa labor policial conjunta de países como Colombia, Paraguay, Venezuela e inclusive Italia, cuyo aporte fue muy importante, fue posible dar la voz de alto a los asesinos del operador fiscal paraguayo, en el marco de una acción que pone de relieve que solo un muy trabajo policial transnacional, puede arrojar resultados positivos, a la hora de aclarar un hecho criminal transnacional de ribetes inusitados, y que causó impactó en ambas márgenes del océano Atlántico, jaqueando literalmente a los servicios de seguridad de Colombia y de Paraguay. La tarea de definir mandantes, ahora, será de alto valor para los investigadores y esto demandará seguramente, una muy intensa actividad, a diferentes niveles.

Progresivamente, en las últimas horas, tanto la prensa colombiana como la paraguaya se fue haciendo eco de las primeras informaciones que pudieron ser liberadas por las fuerzas de seguridad de Colombia, en Medellín.

Magnicidio Pecci caen autores materiales 2

Fue posible saber, por ejemplo, que, en un lugar de esa ciudad, donde se realizaron allanamientos, se dio captura a cinco personas, todas bajo firme sospecha de haber formado parte del cuadro armado que participó bajo diferentes modalidades en la operación de quitar la vida del fiscal Pecci.

No hay aún un comunicado expreso de las autoridades colombianas pero los medios paraguayos dieron a conocer -obviamente con información confidencial en su poder, quizás proporcionada por la policía paraguaya, que la recibió de sus pares colombianos- que los cinco sujetos planificaron muy bien el atentado tras recibir un total de 120 mil dólares contantes y sonantes, al parecer proporcionados por una persona que haría parte de un poder oculto, quizás en estrecho vínculo con círculos institucionales y criminales. Precisamente sobre este punto, ahora mismo, mientras escribimos estas líneas, se viene trabajando para ir atando cabos que podrían llevar a desentrañar los orígenes del atentado, que en un 90 por ciento se lo estima vinculado con mafias transnacionales, que operan dentro del continente o fuera del él, se estima Italia, como uno de los países más involucrados.

Aunque resulta muy prematuro sacar conjeturas, lo cierto es que para que el atentado a Pecci se hubiese consumado, a juzgar por las capturas de los sicarios, se materializó una logística criminal de magnitud, no solo en recursos operativos, sino además en recursos económicos, lo que da la pauta de que él o los mandantes hacen parte de una organización de altísimo poder transnacional, que consideró vital segar la vida del fiscal, precisamente cuando ya estaba por retirarse del hotel de la playa caribeña de Barú, aquel pasado día 10 de mayo.

Trascendió, además, en torno al operativo, que uno de los cinco hombres detenidos, sería el sujeto cuyo identikit se difundió oportunamente luego de visualizarse los registros gráficos del circuito de televisión del lugar donde se cometió el hecho criminal.

En diferentes ámbitos se destacó y se felicitó a los equipos policiales que trabajaron en el caso, y en particular a la celeridad con la que se desarrollaron las actividades de los servicios de inteligencia que hicieron parte activa de las investigaciones. Sus informaciones, por cierto, no fueron inocuas y hábilmente se procesaron y relevaron una serie de datos, especialmente confeccionados a la hora de reconstruir los hechos e ir confeccionando las líneas de investigación.

Se están todavía procesando datos, tanto a nivel de las autoridades policiales actuantes como de la justicia colombiana. Y seguramente en las próximas horas se podrán conocer el perfil de cada uno de los detenidos; dónde y cómo fueron reclutados y otras circunstancias de su acción criminal, que obviamente serán sumamente útiles para ir definiendo responsabilidades delictuales y la identidad de los autores intelectuales.

Hoy, con el procedimiento, se ha dado un muy valioso paso, contra la criminalidad transnacional, pero sin duda, es la primera fase de una acción de la legalidad, porque queda mucho por hacer aún. No debemos olvidar que además del hecho de haberse perdido una valiosa vida, de un perfil humano indescriptible, al menos así lo han dicho quienes conocieron personalmente al fiscal Pecci, el golpe duro que llevó a cabo la mafia transnacional, ha sido y es, un golpe para todos quienes hacemos parte de una antimafia, tanto en tiendas judiciales, como en tiendas periodísticas. Y además el atentado dejó entrever el grado de injerencia que tuvo Pecci en sus investigaciones, que no es un tema nada menor.

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*Foto de portada: ultimahora.com

*Foto 2: ultimahora.com