Un asesinato de mafia que sacude a la sociedad y al gobierno, en Ámsterdam
 
Por Victoria Camboni-16 de julio de 2021

Un muy duro golpe a la libertad de expresión se materializó -con dramatismo indescriptible- en las últimas horas. Después de nueve días de agonía falleció el periodista especializado en crimen organizado Peter R. de Vries. El holandés fue baleado en plena calle en Ámsterdam, el pasado día 6 de julio- recibiendo un tiro en la cabeza que lo dejó en estado grave. Hay tres sospechosos detenidos; se cree que uno de ellos habría sido el autor de los disparos.

La familia del periodista ha anunciado oficialmente su muerte en un comunicado expreso difundido a los medios de comunicación locales y agencias internacionales: “Ha luchado hasta el final, pero no ha podido ganar esta batalla. Decía que de rodillas no se puede ser libre y ha vivido según sus convicciones. Estamos inmensamente orgullosos de él y también inconsolables”.

Desde 2019 R. De Vries estaba protegido por una guardia policial, debido a que estaba amenazado por Ridouan Taghi, uno de los criminales más peligrosos de Holanda que se encuentra preso en una cárcel de máxima seguridad en Vught. Taghi es líder de una organización criminal, narcotraficante, y es acusado de varios asesinatos.

Con su trabajo de investigación, ha impulsado casos judiciales que lo llevaron a formar parte de la lista negra de Taghi, que se considera uno de los más pelligrosos en Holanda.

Se trata una vez más de un atropello a la libertad de expresión. El periodismo que investiga, que profundiza, que se mete en los recodos donde nadie quiere entrar y empieza a descubrir verdades incómodas, a ese periodismo se lo silencia; Peter R de Vries hacia parte de ese periodismo, y por eso le cortaron las alas y le quitaron la vida. No sucede lo mismo con la prensa complaciente, en el mejor de los casos, que se dedica a promover una agenda de noticias que muchas veces le es impuesta, o que no la compromete. Pero ese último deja de ser periodismo para convertirse en otro agente funcional al sistema. Y el periodismo que no pone en tela de juicio, que no investiga, que no analiza, y que no descubre las verdades que están ocultas a los ojos de la gente, no es periodismo. Es una mentira. Es un adorno.

Por eso murió De Vries, por hacer periodismo con cuerpo y alma.

--------------------

*Foto de portada: corresponsalesmx.com