Sábado 22 Marzo 2025

El programa político para una revolución contra el sistema criminale

Calibrar la magnitud de los alcances que hoy puede tener una organización criminal como la mafia, en Europa y en Sudamérica, es hoy por hoy una de la actividades más preciadas del periodismo que entiende, dentro de ese contexto, que por ejemplo, la mafia “no es solo un problema italiano” ni mucho menos “una invención” o “una creación periodística”, sino más bien un muy grave problema internacional. Interpretando que esta realidad constituye por sí misma una premisa, diría yo más que urgente, es que mi colega y amigo Luca Grossi -que integra la redacción de Antimafia Duemila- emprendió (literalmente, a paso veloz) el muy acertado compromiso de hacer este trabajo sobre la mafia; trabajo más que oportuno quizás para América Latina y porque no también para Italia misma, aun siendo la cuna misma de ese cáncer sin fronteras y donde además la literatura sobre mafia es más que abundante, con el contratiempo de que muy poco porcentaje de ella ha podido ser traducida al castellano.

Luca Grossi, al igual que sus colegas de la redacción de Palermo, es muy consciente de que hincar el diente en la temática mafiosa, transparentemente y sin hipocresía, es una forma de promover una temática antimafiosa que podría incluso tener un rol preponderante dentro de una sociedad internacional, que mientras por un lado habla una y mil veces de mafia, de crimen organizado, y de narcotráfico, lo hace muchas veces, por no decir la mayoría de las veces, superficialmente, es decir sin el conocimiento profundo de los verdaderos cimientos de esa ideología, de esa cultura criminal.grossi2

La mafia italiana con mayúsculas, es cimiento en sí mismo, de una muy pesada criminalidad extendida, en la bota italiana (ligada a su historia y desde hace casi dos siglos) y en el mundo; la mafia italiana conlleva a asumir, nobleza obliga, la activa presencia de cuatro organizaciones pilares, tales como Cosa Nostra, ‘Ndrangheta, Camorra, y Sacra Corona Unita: organizaciones que se constituyen por sí mismas, independientemente, como un universo propio, y como un universo conjunto; y desarrollándose en una dinámica colectiva, interactúa con la criminalidad local en determinados países del planeta, haciendo parte abiertamente de una estructura ilícita y muy poderosa; tan poderosa, que el alcance de sus tentáculos uno no puede ni imaginar o suponer, porque estamos hablando de un poder que obviamente incluye, en su relacionamiento, al sistema político, a los grupos de poder económico, a los servicios secretos desviados y a la masonería, tanto en Italia, como en los países -allende el Atlántico- donde se devoran economías, democracias, gobiernos y vidas, en toda su máxima expresión. Un universo que es inalcanzable para el razonamiento del ciudadano, y en razón de ello, esa ideología se expande y se instala, en cuanta sociedad esté a su alcance, con impunidad pavorosa.

Este libro se constituye como un importante jalón dentro de la Antimafia -no por casualidad, por cierto- dado que Grossi integra una redacción que en Italia es emblemática en la información de crónica judicial sobre Cosa Nostra, y temas mafiosos- de ahí las garantías de que este trabajo posee la solidez, la seriedad y el profesionalismo necesarios para un proyecto de este nivel. Grossi ha hecho escuela en Antimafia Duemila, una revista-sitio que desde hace 25 años es un emblemático emprendimiento de periodismo libre, a cuya cabeza está uno de los periodistas más especializados dentro del rubro, como es mi colega Giorgio Bongiovanni, junto a su jefe de redacción Aaron Petinari y a un equipo que día a día, trabaja a pura conciencia.

Como a pura conciencia han sido elaborados todos y cada uno de los tramos de este libro, cuyo contenido comprende una múltiple y muy peculiar temática, estrechamente relacionada entre sí, visibilizando crudamente de qué forma ese robusto árbol mafioso de cuño italiano y de ramificaciones inimaginables, y de muy intrincadas raíces, se interrelaciona a la vista pública, manipulándolo todo y a todos, dentro de los límites territoriales de Italia, y fuera de ella.

Basta con leer el índice de este trabajo para tener una idea más que precisa de todo lo que significa la mafia, en su más cruda expresión. Cada capítulo ahonda en temas que en su conjunto hacen que la propuesta de Grossi sea de hecho una propuesta periodística, con el sello académico, encarando por ejemplo temas tales como: El dinero y el imperialismo de las mafias; ¿Por qué América Latina?; Los brókeres de la ‘Ndrangheta en Sudamérica; El asesinato de los mártires; Las nuevas fronteras del narcotráfico, por nombrar solo algunos.

América Latina está literalmente infiltrada por la ideología mafiosa, con el soporte italiano, y con el soporte propio de la delincuencia local, desde tiempos pasados y en la actualidad. A propósito, hay una casuística voluminosa que no podemos ignorar, desde los tiempos de Pablo Escobar (personaje que idolatraba en los años 80 al boss de Cosa Nostra, Totò Riina) , hasta nuestros días. A saber: una violenta transnacionalidad del narcotráfico internacional se hizo sentir mediáticamente el día 10 de mayo de 2022, en América Latina, luego que dos sicarios acabaron a balazos con la vida del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en una muy turística y paradisíaca playa de Colombia, cuyas arenas fueron manchadas de su sangre ante los atónitos ojos de su esposa -que salió ilesa- la que se encontraba embarazada; y años más atrás, en setiembre de 2017, cuando la prensa uruguaya dio a conocer, primero, que en Montevideo se había capturado a Rocco Morabito -pieza fundamental de la ‘Ndrangheta- quien permanecía prófugo de la justicia italiana desde hacía 15 años, bajo la fachada por todo ese tiempo de un próspero empresario del rubro inmobiliario en el departamento de Maldonado, con el nombre falso por cierto, de Francesco Capeleto; y segundo, que muy pocos días antes de ser extraditado a Italia, se dio a la fuga de Cárcel Central (ubicada en el centro mismo de la capital uruguaya) donde se encontraba recluido cumpliendo la pena por la falsificación de identidad; una fuga escandalosa que obviamente fue el resultado de una operación solventada mismo por la ‘Ndragheta, desde Buenos Aires, corrompiendo obviamente a un número importante de policías del establecimiento, con el presunto compromiso ideológico, nada menos que del Ministro del Interior de la época Eduardo Bonomi (hoy fallecido) bajo el gobierno de Tabaré Vázquez, de la coalición de izquierda Frente Amplio. Sobre la particular fuga, hasta la fecha, no se expidió la Fiscalía; sí en cambio se identificó a un capitán de la Guardia Republicana, por el hecho de que él personalmente con personal a su mando trasladaba a la celda de Morabito, de Cárcel Central -y no fue una sola vez- a un integrante del cartel mexicano Los Cuinis que estaba detenido en otro establecimiento, aguardando su extradición a los Estados Unidos; y esos traslados de hecho no eran para nada lícitos. Sola esa situación fue laudada respecto a la fuga de Morabito, quedando impunes los involucrados directos, al menos hasta el momento de escribir este prólogo. Un grave suceso que indignó a las autoridades italianas, que debieron trabajar denodadamente para que lapso después Morabito fuera recapturado en Brasil, y finalmente extraditado a Italia, donde permanece recluido bajo el régimen de 41 bis.

Pero en el Uruguay hubo otro episodio que causó escándalo político: fue la entrega de un pasaporte al narco uruguayo Sebastián Marset (hasta hoy prófugo a nivel internacional) cuando se hallaba preso en Dubai por poseer un pasaporte falso; en consecuencia y a pedido expreso suyo, el pasaporte que se le concedió luego con autorización del Estado uruguayo (dentro de un contexto de presunta corrupción, que involucró a dos ministros de Estado, una vice ministra y otras jerarquías del gobierno de Lacalle) le permitió a Marset abandonar Dubai legítimamente, ignorándose su paradero hasta ahora.

Estos, son algunos de los hechos que se entrelazan con la ideología criminal, con la narco mafia, con el sistema criminal integrado; hechos que no deberían quedar en el tintero de la comunidad ciudadana mundial, sino que por el contrario, deberían ser determinantes para considerar, desde ese amplísimo ámbito, que la mafia italiana no duerme -y está aún más despierta que nunca, aún después de la muerte de Mateo Messina Denaro, de Cosa Nostra- ya que está mimetizada con los poderes más inimaginables de las instituciones estatales y de todas las fuerzas vivas de los gobiernos de turno; agazapada en su país madre, al poder político y vínculos conexos, extendiendo sus redes, sutilmente, burdamente, metódicamente y estratégicamente; agazapada, con manos, pies, uñas y dientes, para ser funcional, más aún, al aquelarre que significan sus ancestrales objetivos.

Este libro en su parte final, y en su esencia, conlleva una interrogante brutal: ¿Qué hacer?, ante todo este panorama. Un ¿qué hacer? que significativamente también es título. Y que nos pone de frente a una sola apreciación: que la mafia es un rompecabezas del crimen, gigante, monstruoso y sin parangón; un rompecabezas, cuyas piezas están diseminadas por el mundo entero, estructurando una cultura y una ideología del mal; un rompecabezas de nuestro tiempo.

En no pocas oportunidades conversando con Grossi hemos ido llegando a conclusiones de este tenor, con todos los matices que el lector pueda imaginar. Y en esas circunstancias he ido hilvanando el sentido, el cometido y la razón de su propuesta. Y sé que ella se suma a literatura propia del periodismo libre, de denuncia, y de construcción de una antimafia popular, porque desde lo popular deben ser arrojados los principales misiles para destruir desde la raíz misma ese mal enquistado entre quienes, literalmente, no hacemos parte del mal, ya no solo como periodistas, sino como ciudadanos del mundo.

Dejo al lector, para que él tenga la posibilidad de tomar contacto con un libro rico en conocimiento y poseedor de todos los ingredientes necesarios para que uno pueda formarse una opinión solvente y acorde a estos tiempos, en materia de mafia, narcomafia, ideología mafiosa y sistema criminal integrado, con alcances mundiales; un libro, que es también una pieza de un rompecabezas, pero de la Antimafia mundial.

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*Foto de Portada: Composición gráfica de Paolo Bassani

*Foto 2: Luca Grossi © Francesco Ciotti