No hay condena , por más severa que sea, que pueda aminorar, neutralizar o mitigar el sentimiento generalizado de dolor y rabia, por el atentado cometido contra la vida de la Concejala y política de izquierda que fue Marielle Franco, asesinada a balazos el 14 de marzo de 2018 -hace siete años- junto con su chófer Anderson Gómez, por dos ex policías militares, que en las últimas horas fueron condenados por el 4to Tribunal de Río de Janeiro, tras un audiencia que demandó casi tres días completos.
“No tengo palabras para decir cuánta falta me hace Marielle, para expresar lo que siento hoy, después de siete años sin mi hija. No hay palabras. Este dolor no tiene nombre”, expresó Marinete Da Silva, madre de Marielle, tras escuchar junto a numerosas personas las condenas dictadas por la justicia para Ronnie Lessa y Élcio Queiroz, responsables confesos del ataque mortal. A Lessa lo sentenciaron a 78 años y 9 meses de prisión; mientras que a Queiroz, a 59 años y 8 meses de prisión. El primero efectuó los disparos y el segundo conducía el vehículo desde el cual se accionó el arma asesina.
Dadas a conocer públicamente las sentencias en la sala del Tribunal todos los activistas y allegados cercanos a Marielle Franco, y también los familiares del chófer Gómez, se abrazaron emocionados y entre lágrimas no titubearon en dar a conocer, bajo diferentes formas, su conformidad con lo resuelto.
La otra noticia que estremeció a todos en la sala se relaciona con el pago ofrecido a Lessa por cometer el crimen. Él personalmente, en una declaracion televisada desde donde se halla recluido desde el año 2019, además de pedir perdón a la familia de Marielle dijo que se había cegado con el dinero que se le prometió señalando que la suma era de 4 millones y medio de dólares.
“Me volví loco sinceramente, por la parte que me tocaba del pago” enfatizó el ex policía, insistiendo una y otra vez que se sentía arrepentido de haber cometido el crimen.
¿Pero quienes financiaron y ordenaron el crimen? Tras angustiosos meses de investigaciones truncas y de reclamos insistentes, a nivel local , regional y mundial, dado el alto prestigio de la activista y defensora de derechos humanos Marielle Franco, en el mes de marzo de este año dos poderosos políticos con larga trayectoria fueron detenidos y luego enviados a prisión acusados de dar la luz verde para el atentado y al mismo tiempo de hacer parte de su financiación. Los políticos son los hermanos Domingos y Chiquinho Brazao.
En otro orden, hubo más acusaciones. El ex jefe de la Policía Civil de Río, Rivaldo Barbosa fue encausado como el autor intelectual del crimen.Trascendió que el tirador Lessa delató a los hermanos tras lograr éste un acuerdo de cooperación judicial. En ese marco Lessa declaró que los dos políticos le ofrecieron un subdivisión clandestina en la zona Oeste de Rio de Janeiro, oportunamente valorada en millones de reales. Marielle Franco, oportunamente en 2017 , en su rol como Concejala, había votado en contra de un proyecto de ley presentando por el entonces Concejal Chiquinho, con el cometido de regularizar unas construcciones ilegales, precisamente en la zona Oeste.
No quedan dudas entonces, que cuando desde estas páginas , una y otra vez insistimos que cuando es el poder que está involucrado en el asesinato de activistas o políticos que luchas por causas sociales y en defensa de los derechos de los ciudadanos, todos los caminos en pro de la justicia, se ven siempre contaminados y obstaculizados, a la vista pública.
Nos causa mucho dolor y nos deja indignados -cuando como ciudadanos y como periodistas- somos testigos que solo después de siete años se hace justicia, ratificándose una vez más, que las intrigas del poder y esa malignidad recurrente en sus entrañas, hace estragos a su paso y se relaciona siempre con intereses financieros de niveles insospechados. Y esa lentitud es una constante para que a verdad quede entre las sombras.
Las investigaciones, desde el momento mismo del atentado contra Franco y su chófer sufrieron todo tipo de desviaciones, con la sola idea de dar encubrimiento a los implicados. Afortunadamente las investigaciones se centraron en Brasilia y la Policía Federal tomó las riendas del caso, con estos resultados.
Marielle Franco en vida fue un emblema de lucha constante por los derechos humanos y su muerte se transformó en un airado accionar de su legado, que ahora está redoblando esfuerzos para no bajar los brazos y seguir con sus ideas.
Porque Marielle Franco, está presente.
*Foto de Portada: © Jesús Carneiro/Flickr
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