Jueves 3 Octubre 2024

Una ola imparable de violencia: dos directores carcelarios asesinados con pocos días de diferencia

María Daniela Icaza (en la foto), directora de la Penitenciaría del Litoral, la prisión más grande y poblada de Ecuador, fue asesinada el pasado jueves durante un ataque en el que también resultó herido otro funcionario penitenciario que la acompañaba. En pocos días fueron asesinados dos directores de prisión. El primer asesinato ocurrió el 3 de septiembre, cuando en similares circunstancias fue asesinado Álex Guevara, director del penal de Lago Agrio. Unos días después, la segunda víctima fue Daniela Icaza, asesinada a tiros cuando se dirigía al hospital de Guayaquil.

Según el organismo penitenciario nacional, SNAI, el vehículo en el que viajaba Icaza fue interceptado por hombres armados que le dispararon tres tiros mortales. En abril -recordó el diario brasileño O Globo- otro director, esta vez de la prisión El Rodeo, en la ciudad costera de Portoviejo, fue asesinado de varios disparos apenas cinco días después de asumir el cargo. Este es sólo el último de una larga serie de ataques violentos dentro del sistema penitenciario ecuatoriano, que se ha convertido en un verdadero campo de batalla entre bandas criminales. Entre 2021 y 2022 -dice El Tiempo- la Penitenciaría del Litoral, bajo la dirección de Icaza, fue escenario de enfrentamientos entre bandas que luchaban por el control de la prisión.

Estos enfrentamientos provocaron numerosos muertos y heridos, transformando la prisión en un símbolo de la crisis de inseguridad e inestabilidad del país. Para abordar la situación, el presidente Daniel Noboa decidió intervenir militarmente, declarando el estado de emergencia y definiendo abiertamente la situación como un "conflicto armado interno" contra el crimen organizado. La intervención implicó el ingreso de fuerzas militares ecuatorianas a los centros penitenciarios con el objetivo de contrarrestar definitivamente la influencia de las bandas criminales.

Entre los numerosos episodios de violencia extrema que ocurren mensualmente en las cárceles ecuatorianas, el ocurrido el 5 de septiembre resalta con especial claridad la gravedad de la situación que enfrenta el país debido a las bandas criminales, activas tanto dentro como fuera de las cárceles.

En la madrugada del jueves 5 de septiembre, un dron cargado de explosivos aterrizó en la cárcel de máxima seguridad de La Roca, provocando la alarma inmediata y la movilización de fuerzas policiales y militares. La bomba fue desactivada con una explosión controlada, pero aun así causó graves daños a la estructura. La escalada de violencia criminal que azota a Ecuador no afecta sólo a las prisiones. Lamentablemente, la situación también ha empeorado en el exterior, especialmente desde el fin de la pandemia de COVID-19. Es casi seguro que el aumento de la pobreza alimentó la espiral de violencia vinculada al crimen organizado. En el 2023, Ecuador tenía la tasa de homicidios más alta de América Latina, con 47,2 homicidios por cada 100.000 habitantes. Además de los directores de prisiones, también han sido asesinados otras figuras públicas, incluidos varios alcaldes, funcionarios locales y, más recientemente, el candidato presidencial Fernando Villavicencio.

*Foto de Portada: Antimafia Duemila