Federico Santoro Vasallo, sindicado como responsable de lavado de activos
Mientras Sebastián Marset sigue prófugo llevando sobre sus espaldas toda una pesada trayectoria de delitos y de sospechas, que lo relacionan con el narcotráfico internacional, un uruguayo que -según las autoridades- sería su tesorero, fue extraditado desde Paraguay a los Estados Unidos. Se trata de Federico Santoro Vasallo, de 46 años de edad, quien deberá comparecer ante la justicia de ese país, imputado de conspiración para cometer lavado de activos.
De acuerdo a las informaciones procedentes desde Paraguay, una vez que la justicia de ese país definió que Vasallo sería el asesor financiero de Marset, se instrumentó -por decisión del juez penal de garantías especializado en Crimen Organizado, Osmar Legal- su extradición a los Estados Unidos a pedido expreso de un Tribunal Federal del Estado de Virginia, desde cuyo seno se lo requiere para indagarlo exhaustivamente por utilizar el sistema financiero estadounidense para lavar activos provenientes del narcotráfico.
El uruguayo Federico Santoro Vasallo , en diciembre del año pasado -2023- se había negado a un proceso de extradición abreviado y en consecuencia se dio inicio a un juicio de extradición que derivó finalmente -siete meses después- en su traslado al país del Norte.
Esta persona se hallaba detenida en la penitenciaría regional de San Pedro de Ycuamandiyú y ahora, que ya se encuentra en territorio norteamericano, será investigado por un delito que podría exponerlo a una condena de 20 años de prisión.
Había sido detenido en agosto del 2023 en ocasión de llevarse a cabo un operativo de la Secretaría Nacional Antidrogas paraguaya, en Alto Paraná, en el curso del cual se llevaron adelante numerosos allanamientos en la zona de Ciudad del Este, lugar en el que Santoro venía operando hasta febrero de 2022, oportunidad en que se llevó a cabo otro operativo denominado A Ultranza. Desde Ciudad del Este, se pudo saber que Santoro se dirigió a la ciudad brasileña de Foz do Iguazú.
Con posterioridad a ese su traslado se concretó su captura y ahora con su extradición a los EE.UU se iniciará una nueva etapa en su vida delictiva, trascendiendo que la justicia de ese país -con el objetivo de fundamentar su pedido de extradición- entregó a la justicia paraguaya parte del contenido de mensajería encriptado entre Santoro y el resto de la organización, lo que sería prueba contundente que llevaba adelante operaciones millonarias con destino a Europa y Estados Unidos, mediante la modalidad de simulaciones de compra con facturas falsas.
Trascendió que algunas de las conversaciones detectadas dan cuenta de movimientos de dinero entre múltiples cuentas de terceros, desde las sedes europeas de bancos estadouidenses, a sus sucursales en varios países de América del Sur.
Asesor muy cercano a Sebastián Marset
Se pudo saber que Santoro era uno de los asesores más próximos a Sebastián Marset. En ese marco, fue uno de los cuatro miembros de la organización que viajó con él a la ciudad de Dubai en el mes de abril de2021.
Santoro, además, es propietario de un establecimiento rural a orillas del lago Acaray el que era utilizado por la organización de Marset para ocultar embarcaciones y vehículos de alta gama , siendo considerado por las autoridades como pieza fundamental de la estructura criminal-empresarial de Marset, particularmente para el lavado de activos.
Algunas de las evidencias más contundentes de su implicación criminal con Marset se mencionaron desde la fiscalía siendo que Santoro fue registrado en varias reuniones con Marset, en el barrio de Asunción, Villa Mora, siendo considerado además como pieza clave para coordinar traslados aéreos de los integrantes de la organización criminal.
Por ejemplo, en la documentación policial que derivó en el operativo A Ultranza se consigna que “Santoro se encargó de recibir, a favor de la organización criminal y por indicación de Sebastián Marset, maletas o bolsones cargados de fajos de billetes de dólares americanos, euros y otros tipos de moneda, en concepto de pago por las cargas de clorhidrato de cocaína enviadas al extranjero”
Y por si fuera poco, Santoro también fue identificado como el responsable de la logística, traslado y alojamiento, en la capital paraguaya, de la tripulación venezolana e iraní que viajaba en el Boeing 747 que oportunamente fue retenido en Buenos Aires con cigarrillos provenientes de la tabacalera Tabesa, de Horacio Cartes, cargamento avaluado en 750.000 dólares.
En concreto, ahora con las indagaciones que se le habrán de practicar a Santoro no es de descartar que puedan surgir más maniobras suyas con relación a su vinculacion con Marset, cuya figura sigue siendo centro de atención mediática, especialmente por su condición de prófugo.
Un prófugo, que, seguramente, debe contar con una infraestructura de encubrimiento a niveles quizás insospechados, que día a día lo pondrían a distancia de sus perseguidores, si es que los hay, porque también está la otra posibilidad, la que sugiere, que para muchos, más sirve que su captura nunca se concrete, o lo que es decir, que su búsqueda no sea más que una cortina de humo, y no un hecho tangible.
Libre, Sebastián Marset, conviene más, que entre rejas, porque quizás allí las palabras se suelten o corran riesgo de volar muy alto. Y en ciertos círculos -quizás de Bolivia, de Paraguay, y hasta de Uruguay, y allende el Atlántico- eso no sería conveniente. En absoluto. Hay muchos secretos que guardaría Marset y la red criminal que lo secunda y lo protege, sin fronteras.
*Foto de Portada: Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay