Por Salvo Vitale-30 de enero del 2021

Un libro con sus "casi" poemas

Un libro con los poemas de Stefano Venuti ha visto la luz póstumamente. La recopilación estuvo a cargo de quien escribe y fue publicado por Editorial Billeci, cuya pequeña casa editora de Borgetto se encarga de valorizar a los escritores locales. Gran parte de este artículo refiere a la nota introductoria.

Stefano y Peppino

El libro es un debido homenaje a la extraordinaria figura del poeta, artista y político de Cinisi. A pesar de su larga vida falleció unos días antes del estreno de la película "Los Cien Pasos", en la que juega un papel importante, ya sea como organizador de las luchas de los campesinos de Punta Raisi cuyas tierras fueron expropiadas para construir la tercera pista del aeropuerto, ocomo "maestro", o si se prefiere, "padre" político de Peppino Impastato. En esa película se hizo célebre una de sus frases, en la que se hace eco de una de las enfermedades crónicas de la izquierda: "siempre nos derrotarán porque nos gusta estar divididos, nos gusta andar cada uno por su cuenta". Hay una foto en la que se retrata a Peppino en el balcón junto a Stefano, durante una reunión del Partido Comunista Italiano (PCI) y que documenta sus primeros pasos políticos. Entre Stefano y Peppino siempre hubo un respeto mutuo, a pesar de los guiños del PCI con la Democracia Cristiana (DC), que llevaron en 1974 a uno de los primeros ejemplos de compromiso histórico en Cinisi y en Italia, contra el que la posición crítica de Peppino fue muy dura.

Con respecto al nuevo grupo dirigente del PCI, Stefano tomó distancia, manteniéndose apartado del mismo durante algún tiempo.

Un siciliano

Stefano fue y es un interesante y fascinante ejemplar de "cinisaro", sin duda bastante diferente del rostro pícaro e hipócrita que ha caracterizado a otra parte del país. Inconformista y extrovertido, fue un artista "inacabado", como poeta, como pintor y como músico.

Puede ser identificado en tres atributos: un siciliano, un comunista, un artista.

Su auténtica "sicilianidad" se encuentra en la gran capacidad para aceptar los dramas de la existencia, se capta en la intensidad del sentimiento, se toca en las características morfológicas de una lengua arcaica, casi en desuso, pero que atraviesa el cuadro de la memoria, excavando en un pasado ligado a la tierra, a la pobreza, a la amargura y al sometimiento impuesto por la violencia. Y los problemas de las personas se vuelven políticos, se convierten en un deseo de redención, un estímulo hacia la conciencia y la necesidad de liberación. Su poesía es eficaz cuando, conservando los aspectos y términos más arcaicos del dialecto siciliano, se convierte en un instrumento de redención social, siguiendo el modelo de la poesía de Ignazio Buttitta.

Un comunista

Venuti, al salir de prisión, fundó en Cinisi una filial del Partido Comunista Italiano. El 16 de agosto de 1946 regresó de Egipto, donde había prestado servicio en las filas inglesas, después de haber estado en Asmara, donde se había afiliado al PCI, y donde escribía, desde entonces, en un semanario local llamado "IlCarroccio". A pesar de los halagos mafiosos para llegar a un arreglo, fundó en Cinisi la Cámara del Trabajo, junto con Filippo Maniaci, llamado "Badduneddu", de oficio carnicero, con una fuerte conciencia proletaria, que ya desde 1943 había dado vida a una pequeña sección del PCI, partido que, en las elecciones del 2 de abril de 1946, había recibido sólo seis votos.Fue el año en el que el bandido Salvatore Giuliano, poco después de la masacre de Portella della Ginestra, en julio de 1947, asaltó las secciones del PCI de Cinisi, Partinico, Carini, Borgetto, San Giuseppe Jato y Monreale. Con pequeños daños en Cinisi: una puerta rota, una lata de gasolina en el interior y una explosión. Al día siguiente del atentado Stefano entró en el bar Palazzolo, punto de encuentro de los varios mafiosos de la zona y, con frialdad, les dijo: "¿Ya han hecho su acto amenazador? Bien. Pero sepan, señores, que sus nombres y apellidos han sido confiados a una persona concreta y que, si algo me pasa, serán entregados a quien corresponda". A partir de entonces, aunque solo salía por las noches a visitar a su prometida, no le pasó nada. Tras las investigaciones en Cinisi, fueron detenidos Cesare Manzella y Tommaso Impastato, conocido como “Don Tumasi”, reconocido jefe mafioso de la localidad, ambos inmediatamente liberados, mientras que Vito Mazzola y Francesco Paolo Motisi fueron absueltos por falta de pruebas. Stefano continuó su labor política y, durante casi medio siglo, fue el referente de una ideología en sus grandes momentos de afirmación y en los de crisis. Conoció de cerca las articulaciones de una sociedad permeada por la mafia, por el dolor, por el crimen, por la corrupción, y dio su aporte para la formación de conciencias libres y con el deseo de construir una sociedad diferente, como en el caso de Giuseppe Impastato: en su funeral, con voz estrangulada, frente a las puertas del cementerio, dijo: "Peppino, debería haber estado en tu lugar. Que otros, muchos otros, sigan tu camino".

Un artista

Pero dentro del político también vivía el artista, capaz de trasladar en imágenes y palabras su visión interior y sus relaciones con los temas de la existencia sumergida. Venuti también fue un excelente pintor, apreciado regionalmente por su fuerte realismo y por su habilidad para sugerir con color y formas, pasión, nostalgia, míticos aspectos de la naturaleza y de la historia de su país y dimensiones lejanas, anuladas por el avance de una historia diferente a la del presente según su punto de vista y experiencia. Y con el artista convive el poeta que pinta con palabras y atraviesa los amores y dolores de una vida sedimentada por la experiencia y dramatizada por losembates del tiempo.

Stefano no tuvo tiempo de ver publicados estos poemas: me había regalado la colección mecanografiada, rogándome que "los arreglara", unos meses antes de su muerte y desde entonces casi había olvidado mi compromiso, hasta que decidí "meterles mano", digitalizándolos y acordando con su familia para publicarlos, con la esperanza y el deseo de dejarle a nuestro país la huella de sus ideas, de sus dolores, de sus sentimientos, de su compromiso, de su arte y de su lenguaje.

CONSCIENTE

Siento sobre mí los ojos del mafioso
torvos, sombríos, crueles.
A menudo me siguen, están detrás de mi
cuando sereno camino lentamente
por las callesde siempre.
Sé que soy la víctima predestinada.
Sé que el sacrificio le sirve a mi pueblo
para despertar de su largo sueño
y saber que vive en el siglo veinte.
Siento la mirada buena de los trabajadores
seguirme piadosa, admirada, durante mucho tiempo...
Y las de los burgueses de derecha
irónicas, malvadas, atónitas.
Sé que soy la víctima consciente.
Elegí libremente mi camino.
Sin dudarlo acepto el sacrificio
indispensable para el despertar de los trabajadores.
Estoy sereno. Sonrío al futuro.

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*Foto de portada: www.antimafiduemila.com / Discurso de Stefano Venuti. Fecha probable 1966. Peppino Impastato, el segundo desde la derecha