Por AMDuemila- 22 de enero de 2021

"Debemos tener el coraje de decir que este no es un lugar para ellos". Quien lo dice con fuerza es Alberto Pellai, médico, psicoterapeuta de la edad del desarrollo e investigador de la Universidad de Milán, en referencia a las redes sociales y a la muerte de la pequeña Antonella,una niña de Palermo que falleció después de haberse atado el cinturón de la bata al cuello como señalaba el "desafío del apagón", popular en TikTok.

"Estos 'desafíos' -dice el psicoterapeuta- se ofrecen a los niños que son incapaces de manejar la sensación de límite, la conciencia de frontera: son pequeños, aún no han interiorizado nada. La supervivencia es un concepto que no manejan, porque hasta ese momento fue manejado por adultos. Es un campo en el que no tienen habilidades: no conocen su cuerpo, las consecuencias de ciertos gestos, no tienen percepción de la línea de peligro. El desafío requerido es mayor que las habilidades que el niño puede tener".

"En los últimos meses –dijo Pellai- nuestros niños han experimentado una aceleración a lo digital, debido a una hiperconexión. Muchas veces sin posibilidad de apoyo, sin un acompañamiento educativo. El online se ha convertido en su patio de recreo, donde hacer la escuela, entretenerse y pasar el tiempo. Y todo se amplifica en este período donde todo es pasivo e incorpóreo: están sin cuerpo, sin relaciones, sin socialización. Afuera está el desierto y así encuentran más respuestas posibles en lo virtual. Sin embargo, el cuerpo de los niños no es solo un contenedor, también es un contenido de su crecimiento. Necesitan ejercitarlo –explicó- para moverlo, hacerlo protagonista, sentirlo reaccionar, comprender las sensaciones que produce. Aspectos muy complicados de mantener bajo control a los 10 años, una edad espantosamente torpe, en la que se hiperactiva la búsqueda de emociones, excitación, tentaciones y emulaciones de los adultos. El cerebro a menudo va por su cuenta, carece de la capacidad de autorregulación. De hecho, ésta se delega a los adultos. Es su tarea".

A la pregunta de si los padres controlan muy poco a sus hijos el psicoterapeuta respondió: "Necesitamos trabajar en las habilidades, darles a los niños herramientas para comprender. Y definir que hay límites que no se pueden traspasar. Los niños deben escuchar, hay que explicarles cuáles son estas reglas. Del mismo modo que necesitan ver que el adulto sabe cómo supervisar y proteger esa frontera. Porque si mamá o papá actúan de centinela, los niños están más relajados, porque saben que pueden atreverse a transgredir precisamente porque hay alguien dispuesto a interceptarlos. Esto en la vida real sucede todo el tiempo, todos los días. Pero en la web, en la vida virtual, casi nunca".

Por eso, según Pellai, los niños deben mantenerse alejados de las redes sociales. "Es como decirle a tu hijo de diez años: 'Sal de casa, toma el tren a Milán o a Roma, pasa un buen día y vuelve por la noche'".

"Los niños no tienen las habilidades para hacer esto y, si no las tienen, no pueden inventarlas. Tienen que ser entrenados, preparados, educados. La neurociencia lo demuestra en todos los sentidos: el de las redes sociales, o la red en general, es un territorio hiperestimulante e hiperactivo. Y entrar en esos territorios sin defensas específicas es arriesgado, porque realmente pueden hacerse mucho mal".

¿Y sobre Tik Tok?: "Tik Tok es una feria de la exhibición, de la sexualización precoz, de la seducción, de la competición: ¿por qué debería introducir a mi hijo en esa dimensión? No puedo pensar que haya un Tiktok adecuado a cada década, como tampoco hay un sitio pornográfico adecuado para un niño de 12 años: pero miles de décadas están en "Tiktok" y miles de niños de 12 años acceden a la pornografía. La responsabilidad recae en un sistema que sigue proporcionando a los niños la idea de que ahí adentro encontrarán el país de los juguetes, un lugar que contiene todo lo que no encuentran afuera. Por supuesto, el exterior debe volverse más estructurado, acogedor y estimulante. Pero ha llegado el momento de gritar que el interior no es la alternativa. No es un lugar para ellos", concluyó.

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*Foto de portada: www.antimafiaduemila.com