Miles de refugiados que intentan llegar a Europa son rechazados con violencia

Muchos mueren de frío y hambre

Por AMDuemila-22 de enero de 2021

La difícil situación de los migrantes continúa en el noroeste de Bosnia-Herzegovina. Miles de personas se encuentran sin un refugio adecuado y a merced de la nieve y las heladas a temperaturas muy por debajo del punto de congelación. Unos cientos de refugiados, en los bosques que rodean la ciudad de Velika Kladusa, en la frontera con Croacia, han creado campamentos con tiendas de campaña improvisadas, intentando por todos los medios mantenerse calientes. Las hogueras se encienden con madera y otros materiales y, en ausencia de agua caliente, solo pueden asearse en las gélidas aguas de los arroyos de la montaña. Además del clima severo, está la policía croata, que aplica un estricto control fronterizo, a menudo con métodos poco ortodoxos, según informa más del 60% de los migrantes.

Según el Consejo Danés para los Refugiados, desde marzo del 2019, 21.000 personas han sido devueltas de Croacia a Bosnia. También es frecuente la devolución en "cadena" desde Italia o Eslovenia a Bosnia, una práctica controvertida porque contrasta con las leyes sobre el derecho de asilo.

Bosnia ha sido ampliamente criticada en los últimos años por manejar mal la llegada de miles de personas, muchas de ellas huyendo de la guerra y la pobreza. El país balcánico, políticamente inestable y empobrecido, todavía se está recuperando de la guerra en la década de 1990. Dividida en dos, Bosnia carece de una política migratoria unificada: la parte del país dirigida por los serbios se negó a aceptarlos y la sobrecargada región del noroeste se quejó de que fue abandonada a pesar de la ayuda de organizaciones internacionales. Los migrantes llegan a Bosnia con el objetivo de llegar a Croacia antes de trasladarse a Europa Occidental. Muchos, como lo documentaron algunas asociaciones humanitarias, informaron haber sido rechazados, por ilegales según el derecho internacional de los refugiados y con violencia por parte de la policía croata.

Quienes intentan cruzar la frontera son torturados, burlados, fotografiados como un trofeo, golpeados y marcados. "Los policías croatas son fascistas", dicen algunos migrantes, según informa Niccolò Zancan para La Stampa.

El 23 de diciembre se cerró el campo de refugiados de Lipa, ubicado en la frontera con Croacia. Durante la evacuación, un incendio destruyó la estructura. Cientos de refugiados permanecieron en el frío y bajo la nieve. Debido a las protestas de la población local, fue imposible trasladarlos a otros campamentos. Ahora el ejército está montando carpas en Lipa, pero falta todo: servicios, luz, agua y el frío que cobra vidas.

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*Foto de portada: www.antimafiaduemila.com

*(Primera publicación: 20 de enero del 2021)