MATANDO AL MENSAJERO
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"Por muy abusivos que hayan sido estos cargos bajo la Ley de Espionaje, en los últimos 50 años el gobierno tenía una especie de acuerdo tácito. Nunca presentaron cargos contra los medios de comunicación... acusaban a sus fuentes", explicó. "Están rompiendo ese acuerdo con el caso de Julián Assange. Assange no es la fuente, es simplemente un editor. Dirige una organización de prensa", enfatizó.
Y concluyó diciendo: "No se puede condenar a Julian Assange, el editor en jefe de WikiLeaks, bajo la Ley de Espionaje, sin exponer a The New York Times, The Washington Post, CBS, ABC, NBC, CNN, Fox, quien sea, a la misma clase de cargos".
Otra figura que por antonomasia es voz cantante en este tema y además por haber participado con su declaración como voz que presentó la defensa, en la audiencia del pasado miércoles, es Daniel Ellsberg quien filtró en 1971, 7.000 páginas de documentos clasificados del Pentágono sobre la guerra de Vietnam al New York Times y luego al Washington Post. Los documentos mostraron que el gobierno norteamericano había decidido continuar la guerra aun sabiendo que no la ganarían y que causaría miles de muertes en sus filas.
Ellsberg reconoció la importancia de las revelaciones de wikileaks. “A lo largo del tiempo reconocieron que mis acciones en relación con los ´Papeles del Pentágono´y las consecuencias de su publicación generaron un cambio de interpretación radical. Considero que las publicaciones de WikiLeaks de 2010 y 2011 tienen una importancia comparable”.
Tras un largo proceso judicial Ellsberg y su colaborador fueron sobreseídos. Tras constatarse que el gobierno de Nixon y la Fiscalía habían cometido todo tipo de irregularidades como, robo de información, ocultación de testigos, supresión de pruebas y obstrucción a la justicia.
Respecto al argumento del fiscal de que Assange puso en riesgo la vida de informantes al divulgar los documentos, Ellsberg dijo que él también había dado información sobre un agente clandestino de la CIA. Y explicó que dicha decisión fue tomada para que el público no pensara que los archivos habían sido editados o interferidos.
El fiscal además trató de que Ellsberg admitiera que los archivos de WikiLeaks habían hecho más daño que los publicados por el. Sin embargo el ex militar manifestó que ya durante el juicio a Manning el Departamento de Defensa no había podido mostrar una sola muerte como resultado de esas filtraciones.
Si afinamos un poco la mirada sobre los encargados de “impartir justicia” a Julián Assange debemos hablar sobre Lady Arbuthnot quien ha estado al frente del caso Assange como juez desde finales de 2017 hasta mediados de 2019. Aunque ya no atiende personalmente las audiencias que se están celebrando en estos días sobre la extradición de Assange, sigue siendo la responsable de dar apoyo y guía a los jueces de su jurisdicción, incluida Vanessa Baraitser que es la juez que preside hoy dichas audiencias.
Lady Arbuthnot fue denunciada por medios locales por ser juez y parte en el juicio, presentando un grosero conflicto de intereses. El esposo de la magistrada es un antiguo político del Partido Conservador inglés, lord James Arbuthnot, el cual ha sido un alto directivo del Ministerio de Defensa británico y actualmente ocupa un escaño en la Cámara de los Lores. Además formó parte del Consejo de Dirección de la Sociedad Henry Jackson (HJS, por sus siglas en inglés), institución la cual ha hecho público sus ataques contra Assange y Wikileaks.
Pero volviendo a la actual jueza del caso Vanessa Baraitser, hasta el momento ha sido implacable con los argumentos de la defensa, rechazando la solicitud de libertad bajo fianza por el riesgo de que contraiga coronavirus y no interviniendo para que Assange tenga pleno contacto con sus abogados como estipula la ley.
Además a pesar de que existe un tratado bilateral entre Estados Unidos y el Reino Unido que prohíbe la extradición por razones políticas, la jueza ha decidido hacer prevalecer la ley de extradición de 2003, de carácter genérico, que no contempla la persecución política como excepción.
Como dato inquietante, cuando el sitio web "Declassified UK" solicitó información sobre Baraister bajo la ley de libertad de información el Ministerio de Justicia británico se negó a darla apoyándose en un tecnicismo.
Mientras tanto la pareja de Julián Assange, Stella Moris, denunció que el fundador de WikiLeaks es víctima de trato abusivo en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, al sureste de Londres, donde lo tienen recluido: “Cada día a Julián lo despiertan a las 5 de la mañana, lo esposan, lo meten en celdas de detención, lo desnudan y someten a rayos X. Lo transportan al tribunal durante 1,5 horas en lo que parece un ataúd vertical en una furgoneta claustrofóbica. Está en una caja de cristal al fondo del tribunal desde la que no puede consultar a sus abogados adecuadamente”, escribió Moris en su cuenta de Twitter.
Es nuestra premura remarcar que no está siendo juzgado un hombre, sino todo el periodismo libre. “La gente suele preguntar, ‘¿qué puedo hacer?’ La respuesta no es difícil. Estudia cómo funciona el mundo y desafía las declaraciones e intenciones de los que pretenden controlarnos”, recoge un rap francés a partir de un discurso que Assange pronunció desde el balcón de la embajada ecuatoriana, donde se asomaba en jornadas especiales mientras se encontraba resguardado. Desde la frialdad de su celda, a través del tesón de sus carceleros y la apatía del pueblo británico, se van apagando sus posibilidades de libertad y, al mismo tiempo, se va haciendo grande su leyenda.
Assange es portador de un mensaje, una actitud ante la vida, una lucha cuesta arriba para recoger todas las voces en un solo grito “que queremos ser libres, pero libres de verdad”.
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*Imagen de portada: www.investigaction.net
*Foto 2: www.weirdnewsledger.com
*Foto 3: www.therealnews.com
*Foto 4: www.wsws.org