Jueves 25 Abril 2024

“Existe una guerra, pero no material sino espiritual, y su razón los domina y no su ser”

“Si ahora tiran sus bombas nucleares su ser seguirá existiendo, los cuerpos no, eso no entienden”

Exclusivo. Por José Guzmán, desde Argentina-25 de noviembre del 2022

La situación bélica mundial se encuentra en un estado más que alarmante; la escalada nuclear del conflicto entre Rusia y Ucrania marcaría el comienzo de la Tercera Guerra Mundial ya que este conflicto tiene implicaciones más amplias, que van mucho más allá de ambos países.

Mientras las potencias occidentales se preparan para una confrontación sin precedentes, intentamos entender, desde otras miradas, la situación, que a pesar de que los medios hegemónicos la ocultan a la población en general, inevitablemente se trata de una realidad que afecta al planeta entero y en este contexto, nos acercamos a las comunidades Mapuche argentinas, para ver su mirada ante esta situación que se avecina.

La situación a nivel local de las comunidades en la Patagonia Austral es más que complicada hoy en día, pero tras años de acompañar su resistencia, con una mirada objetiva, se nos permitió adentrarnos en algo más que las noticias del momento.

Con Armando Marileo

La mañana era gris. El cerro Piltriquitrón ubicado en El Bolsón, provincia de Río Negro (Argentina) aparentaba ser sostenido por las nubes, y el rocío de la mañana helada, propia de la Patagonia, me indicaba, junto al sonido de los cauquenes, que me dirigía a un encuentro más que importante. Así comenzó el viaje.

Luego de transitar por la ruta 40 me topé con la tranquera que me habían diagramado y me indicaba que era el lugar. Dos Lamien luego de saludarme me solicitaron que esta vez deje mi cámara ya que estaban en ceremonia y que luego me atenderían.

Me adentre en su territorio y caminamos juntos unos 1500 metros, por una huella casi imperceptible mientras el viento helado acariciaba mi rostro y lentamente se iba divisando una construcción a lo lejos “ruka”; al llegar, me invitaron a ingresar, mientras una joven me estaba esperando con fuego reconfortante, y unos mates.

Me senté en un medio tronco, trascurrieron unos minutos y la joven se retiró e ingresó un hombre de unos 70 años. Los pliegues en sus manos y su rostro indicaban que había pasado ya muchos inviernos, su nombre era Armando Marileo.

-¿Cuál es la visión que pueden tener de esta guerra mundial que se avecina?

“Desde siempre estamos en guerra nosotros, mis ancestros resistieron las embestidas de las guerras, nuestras mujeres aguantaron las violaciones y vejaciones de los winkas. Resistir es lo único que sabemos hacer”.

“Le pido disculpas por no permitirle sacar fotos, entiendo que en su trabajo son útiles, pero después de una ceremonia no es conveniente, espero sepa entender. Nosotros somos de este lado del alambre, fuera de él no existimos, nuestro ser solo se manifiesta junto al territorio en conjunción al mapuzungum, con él vibramos y si entramos en equilibrio los Ñen nos acompañan como hoy con la lluvia que se acercó hace minutos. Los winkas aman la guerra, la destrucción les provoca placer”.

-Pero esta vez si estalla esta guerra las armas de destrucción nucleares que poseen devastarían gran parte de la tierra, si no es en su totalidad. ¿Ante eso que piensa?

“Primero aclaremos la situación, si esta acá sentado, no se falte el respeto llamándose winka. Para nosotros es algo nefasto el winka, usted es hombre de muchos trajes, ahora vino con el de periodista, pero le pedimos que no saque fotos y no insistió, los periodistas no hacen eso. Los püchikeche (niños) lo siguen con la mirada y antes que llegue en plena ceremonia el Ñancu llegó antes que usted. Pero bueno, dejemos eso para otra visita, si quiere conocimiento cebe mate y le cuento”.

“Los primeros habitantes mapuche asentadas en estas tierras, lograron comprender y explicar que la existencia y vida de la che (persona) nos fue dada por y desde la tierra, es decir, nuestro Mongen (existencia) y origen nos las habría proporcionado la Ñuke Mapu, al mismo tiempo cobijada y alimentada por ella, como lo fue en el principio y lo es hoy. Nuestros abuelos y ancianos de las comunidades mapuche dicen 'Mapumeu ta llegiyiñ, mapu ta choyüeiñmeu fei meu Mapuchengeiñ' (nacimos de la tierra, de la tierra brotamos por eso somos mapuche). Frente a lo que le comentaba nuestros abuelos asumieron su única razón de ser 'la mantención del equilibrio y armonía' consigo mismo y con nuestro entorno. Por ende, el concepto mapuche es la suma del: mapu + che = mapuche”.

“Para llegar a la definición antes descrita, por cierto, que los primeros habitantes mapuche habrán tenido que analizar y estudiar cada fenómeno natural, su cambio, movimiento, alteración, su evolución, etc., es en el caso del sol, la luna, las estrellas, la noche, el día, las etapas del año y cómo estos producen alteraciones, equilibrios y cambios en la tierra, naturaleza, personas, animales, plantas etc. Precisamente este entendimiento e interacción y coexistencia entre los distintos seres vivos y no vivos, llevó a los primeros mapuche a determinar un ordenamiento interno como grupo o pueblo y a crear o construir normas y/o sistemas que les permitiese ordenar y organizar su mundo individual y colectivo en la necesidad de mantener permanente encuentro, coexistencia y una relación armoniosa y equilibrada con todos los seres con las cuales cohabita en la tierra”.

“Pues el CHE (ser humano, miembro de la cultura y nación mapuche), se considera un componente más de la naturaleza y del universo, aunque con un cierto privilegio en relación a los otros componentes de la naturaleza (animales, plantas, insectos etc.), por cuanto es racional, tiene rakiduam – pensamiento y con capacidad de acumular Kimün – saberes y conocimientos, además es capaz de percibir acciones que van en contra y en beneficio de su entorno y de sí mismo (este privilegio es un regalo de la propia naturaleza). En ese escenario – el mapuche – define su rol individual y colectivo”.

“En término individual se autodefine, mapu-che, persona integrante del universo (mundo natural y espiritual), perteneciente y propiedad de la tierra y naturaleza; como tal es responsable de cuidar, proteger, respetar, amar y proyectar a todos y cada uno de los elementos que éstas conforman, es así que se autoimpone normas y define su responsabilidad individual: proteger y mantener el equilibrio y bienestar de los componentes de la naturaleza desde y hasta donde alcance su visita, al que denominó WallMapu, el horizonte o tierra circular plano”.

“En ese sentido el CHE se transforma en un ente capaz de ubicarse en el centro del accionar permanente de su mundo, por cuanto así mismo se impuso una misión en la protección y cuidado de todo su entorno desde su círculo más inmediato hasta el más lejano. Lo anterior no significa que el mapuche sea egocentrista, más bien busca su autorresponsabilidad frente a los demás componentes de su red a la cual pertenece para que estas puedan mantenerse en armonía y equilibrio, por cuanto y además la propia ley cósmica le impone y exige”.

“En otro ámbito el che o mapu-che siendo parte integrante de la naturaleza y resultado de la fusión entre ENERGÍA y MATERIA también posee y trae consigo fuerzas que las equilibran, es decir, está compuesto también por el Küme Newen y Weda Newen (energías positivas y negativas), los cuales les permite mantenerse en la balanza, pero esa balanza se produce cuando él y todo su entorno natural está en equilibrio, es decir, para que el che (humano) esté en equilibrio y en armonía, necesariamente debe estar en equilibrio y armonía con su mundo natural, su entorno social, cultural, territorial, pero también es fundamental el equilibrio de su mundo espiritual y ello conlleva a una balanza y equilibrio en su mente, cuerpo y emociones, es decir, es un ser pleno, en perfecto equilibrio y armonía, en esa medida es capaz de cuidar y dar salud y bienestar todo aquello que les rodea”.

“Quizás sea esta la razón porque el CHE se autodenominó mapu-che, por cuanto autoasumió la responsabilidad de ser integrante, miembro e hijo de la tierra y naturaleza, por ende, hermano de todos aquellos que las componen, a su vez asume la condición en la protección de estos. En ese sentido procurará mantener y restablecer permanentemente el equilibro y armonía en el universo mapuche, para que exista el Küme Felen (el equilibrio integral) con todas las formas de vida que esta sustenta y evitar que se transgreda y transgredir la ley natural (o cósmica)”.

“¿Me sigue? Igual no importa lo que comprenda ahora, sino lo que su ser perciba acá, no le hablo a usted sino a su ser que va más allá de su razón. En el mundo espiritual, el che concibe una fuerza superior que las controla, protege y orienta, que es al mismo tiempo su protector y dador de vida, al que denominó Elchen (el que creó o permitió la existencia del che) y Ngünechen (el que sostiene y permite su continuidad). No obstante, este ente o ser superior llamado ELCHEN-NGÜNECHEN, no es otra cosa que es la propia ENERGÍA CÓSMICA materializada como NGÜNECHEN, dador y protector de vida de la che. Es decir, la ENERGÍA CÓSMICA O NEWEN siendo energía se fusiona con la materia y como resultado de la fusión, se representa, materializa o visibiliza tomando las formas o aspectos de la naturaleza, animal, aves, personas ancianas o niños, remolinos entre otros. Así existen los espíritus protectores de la naturaleza al que se les conoce como NGEN. Además, estos ngen tienen alta incidencia en el espacio donde habitan, permitiendo el orden y el bienestar de las personas que allí cohabitan con los demás componentes del universo”.

“Considerando todo lo anterior el CHE se asienta, organiza y forma su núcleo familiar, adaptándose a los espacios y medios naturales, asume las normativas, ordenamiento y dinámica de la tierra y naturaleza. Construyendo un estilo y modo de vida única y particular en el planeta”.

“Esto sin duda nos explica que el Ad-Mongen o vida social, cultural, espiritual y el sistema de organización estructural mapuche establecidas por los antepasados tienen directa relación con los lugares o espacios geográficos donde cada lofche (organización familiar) les tocó o eligió asentarse; por lo tanto los elementos determinantes del tipo o modo de relación espiritual, cultural, social y política dadas en cada localidad o sector, obedecen a las normas y reglamentos que exige e impone la propia naturaleza y el cosmos. Así nace la cultura mapuche”.

“Razón de ello entonces la CULTURA es la respuesta como el medio natural o el hábitat exige, impone y moldea a sus habitantes; en el caso de la cultura mapuche, este es el fiel reflejo del modo de vida y de cómo la propia naturaleza y el entorno en el sur de este hemisferio se organiza, relaciona, convive y se proyecta, influenciada por los otros componentes del universo como son las constelaciones, las estrellas, el sol, la luna, el viento etc. (Lükai, Namun-Choike, Luan, Yepun, Ngau-poñi, Llepü, Leufü, Wüñelfe). Pero también controladas por los espíritus que en ellas habitan, dando fiel cumplimiento a las exigencias establecidas por el cosmos y los seres espirituales, concebida por nuestros antepasados mapuche, desde tiempos ancestrales”.

-¿Entonces el mundo winka perdió el equilibrio y por ende el caos prevalece?

“Exacto, el equilibrio entre su ser su mente y su cuerpo se perdió; bah, se lo hicieron perder, están perdidos, no tiene identidad. Se identifican con Mc Donalds o cosas así y olvidan alimentar el ser y huyen de la tierra. Existe una guerra, pero no material sino espiritual y su razón los domina y no su ser. Si ahora tiran sus bombas nucleares su ser seguiría existiendo, los cuerpos no, y eso no entienden”.

-Dígame que significa marichiweu!

“Diez mil veces venceremos”.

El fuego se apagaba y la leña era más importante. Habían pasado varias horas y me retiré de la ruka; lo acompañe a cortar leña, compartimos el almuerzo con el resto de la comunidad y me retiré de a poco, por el mismo camino que me recibió en la mañana.

Pero con una mirada distinta del mundo que defienden estas comunidades y que el hombre blanco desconoce.

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*Imagen de portada: paztreuquil.com