De esta manera el mandatario chileno dejó en claro que no aplicará un indulto general, tal como lo habían propuesto las iglesias católica y evangélica, pero que sí hará uso de la facultad presidencial de indultar reos, por razones humanitarias y sin contemplar a los condenados por delitos graves.
Piñera dijo la víspera que en los últimos 10 años se realizaron tres concesiones generales de indulto, y destacó: "sin perjuicio de lo anterior, acogeré el espíritu de las propuestas de las iglesias y su invocación a la compasión, el perdón y la reconciliación a través del ejercicio de la facultad presidencial de otorgar indultos particulares".
"Estos indultos considerarán factores como la avanzada edad, enfermedades terminales y otras razones humanitarias equivalentes, cuidando siempre que estos beneficios no signifiquen un peligro para la sociedad ni dañen el alma de nuestros compatriotas", aseguró.
El presidente chileno afirmó que tomó esa "decisión después de una serena reflexión y con una profunda convicción de que es lo mejor para Chile y los chilenos", recalcando que más que perdonar a condenados se centrará en mejorar sus condiciones a través de "una profunda reingeniería y modernización" del sistema penitenciario.
Moscú, 26 de julio. RIA Novosti.