De acuerdo a lo emitido en el informe, entre las nuevas normas publicadas se destacan el aumento de 10 a 20 años el plazo legal de prescripción de delitos de pedofilia -tras la mayoría de edad de la víctima-, los obispos podrán expulsar a los curas si existen pruebas fehacientes de abuso sexual o posesión de pornografía infantil sin necesidad de juicios canónicos, los abusos a personas con problemas de salud mental por parte de sacerdotes se equipararán al abuso de niños. Además, la congregación religiosa considerará "delito grave contra la moral" la posesión y difusión de pornografía infantil.  
El documento fue firmado por el prefecto de la Congregación de l Fe, cardenal William Levada, en un momento en que la Iglesia afronta diversas denuncias por abusos en países como Estados Unidos o Alemania, país de origen del papa Benedicto XVI.  
Otra novedad de la nueva normativa es que el Papa podrá intervenir directamente ante "casos muy graves" y decidir si el acusado es expulsado del clero o no, lo que reemplazaría al juicio por la decisión papal.  
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que las nuevas medidas acelerarán los procedimientos eclesiásticos para hacer frente "con mayor eficacia a las situaciones más urgentes y serias".  
Por otra parte, las normas dadas a conocer hoy se aplican a casos de abuso sexual, pero también a otros delitos calificados por el Vaticano como "muy graves". Entre ellos se encuentran la herejía o la apostasía, así como la difusión de los pecados contados por un fiel durante la confesión. La lista también añade también cualquier intento de ordenación de una mujer.  
Las víctimas, sin embargo, criticaron el anuncio. Según el principal grupo estadounidense, la Red de Supervivientes de Víctimas de Abusos por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), indicó en un comunicado que las nuevas directivas "tendrán un impacto insignificante en la actual crisis".  
SNAP ha venido acusando a la cúpula eclesiástica de obstaculizar las investigaciones y de permitir que siguieran en servicio y sin supervisión curas a los que se les conocían abusos. "Lo que se necesita es cambiar esos comportamientos, no directivas internas en la Iglesia", señaló el organismo en un comunicado.  
Lombardi subrayó que las normas se aplican al derecho canónico y que por ello sólo atañen a procesos internos, llevados a cabo en su mayor parte por la Congregación de la Doctrina de la Fe.  
Las directivas no afectan a la cooperación entre Iglesia y autoridades civiles, una de las reivindicaciones presentadas repetidamente por grupos como SNAP.  
"Es sin lugar a dudas un endurecimiento de las reglas del Vaticano en la materia ya que con los procedimientos acelerados es posible destituir a un cura sin juicio", señaló el vaticanista Andrea Tornielli en AFP.  
"En todo el mundo, las autoridades de la Iglesia optan por creerle a los acusados y no a los denunciantes, rehúsan hablar (...) de estos casos (...) e ignoran las denuncias de abusos sexuales", recalcó Bárbara Doris, una de las dirigentes de SNAP.  
Clarin 15/07/10