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"Se impuso una alerta militar Clase A por situación bélica inmediatamente luego del bombardeo", informó un vocero militar surcoreano. A las 5:34 de la mañana comenzó sobre la isla de Yeonpyeong un bombardeo con unos 50 obuses, que destrozaron decenas de casas y provocaron un incendio en otras 10 viviendas y en las colinas. En el ataque murieron dos marineros surcoreanos, miembros de un contingente permanente en la isla, ubicada en la tensa frontera del Mar Amarillo. Otros 15 oficiales fueron heridos junto a tres civiles.
"Una unidad de artillería norcoreana ha llevado a cabo una provocación ilegal y las tropas de Corea del Sur han respondido inmediatamente en defensa propia", declaró un vocero del gobierno surcoreano. Según esta fuente, el ataque estalló después del envío desde Corea del Norte de varios mensajes de protesta por ejercicios surcoreanos realizados en el sur de la frontera. El fuego de artillería con el que respondió el Sur provocó un incendio de cerca de una hora en destino.
La isla atacada está ubicada justo en el sur de la frontera declarada por la ONU luego de la guerra que culminó en 1953, pero al norte de la frontera marítima establecida unilateralmente por Pyongyang.
El presidente surcoreano Lee Myung-Bak señaló que habrá "una dura represalia" en caso de que haya otra provocación similar desde el Norte. De todas maneras, pidió contención para evitar que se desate un conflicto mayor. "Debemos manejar con cuidado la situación para prevenir la escalada de un choque", declaró Lee.
Pero el comando supremo de Corea del Norte acusó a Corea del Sur de haber disparado primero y amenazó con "seguir sin vacilar sus ataques milita-res si el enemigo surcoreano se atreve a invadir nuestro te-rritorio, aunque sea en 1 milímetro".
Las autoridades pidieron a los 1.700 habitantes de la isla del Sur que abandonen la zona y muchos de ellos fueron evacuados a búnkers. La mayoría de los proyectiles impactaron contra una base militar, pero otros cayeron sobre las casas y en el mar.
El ataque se produce después de que el pasado fin de semana un científico estadounidense reve-lara la existencia de una sofisticada planta de enriquecimiento de uranio en Corea del Norte, que podría proporcionarle una nueva vía para obtener armas atómicas.
También se produce poco antes de que 70.000 soldados surcoreanos comiencen sus maniobras militares anuales, criticadas duramente por los norcoreanos, que las consideran un simulacro de invasión a su territorio y "un acto de provocación previo a una guerra".
Asimismo, sucede en momentos en que Corea del Norte se prepara para una eventual sucesión dinástica de Kim Jong-Il hacia su hijo menor Kim Jong-Un, transición que alimenta la especulación sobre el destino del régimen militar y sus intenciones nucleares.
La frontera en disputa fue trazada de forma unilateral por el mando de Naciones Unidas tras el final de la Guerra de Corea (1950-1953). No es reconocida por Pyongyang, aunque sí por Seúl. Los dos países siguen técnicamente en guerra, porque el conflicto finalizó con una tregua que nunca dio paso a un tratado de paz.
CONDENAS. El gobierno uruguayo condenó, en un comunicado difundido por Cancillería, el "injustificado ataque" de Corea del Norte e hizo "un llamado a ambas partes para que se abstengan del uso de la fuerza y para que canalicen la solución de sus diferencias por medios pacíficos". Desde el lunes, el canciller Luis Almagro y el vicepresidente Danilo Astori están en Seúl, en una gira que pretende captar inversores y consolidar las relaciones económicas entre ambos países.
Estados Unidos, que tiene 28.500 tropas en Corea del Sur, condenó "firmemente" los hechos, al igual que Rusia, Japón y otros países de Europa occidental y América Latina.
Por su parte, el secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, pidió compostura a las partes. Todavía ninguna solicitó una reunión del Consejo de Seguridad del bloque, dijeron fuentes diplomáticas.
China, el único aliado importante de Corea del Norte, también pidió compostura y bregó por la reanudación de las conversaciones de los 6 países que procuraban desmantelar el plan nuclear de Pyongyang.
EL NORTE
POBLACIÓN
22.757.000 personas cuya expectativa de vida al nacer es de 64 años. El 63% vive en áreas urbanas y el 99% es alfabeto.
POLÍTICA
República socialista autoindependiente. Kim Il Sung fue el primer y único presidente del país. Ahora está al frente su heredero, Kim Jong Il, y lo seguirá su hijo Kim Jong-Un.
ECONOMÍA
Es una de las economías más controladas y cerradas del mundo. Enfrenta serios problemas debido a la ausencia de inversión durante años. Su industria es principalmente fuerte en equipamiento militar y armado de maquinaria.
INDICADORES
El PIB per cápita es de US$ 1.900. La industria aporta 43% a la economía, los servicios, 33,6%, según estimaciones. Balanza comercial negativa.
COMUNICACIÓN
Tiene 3 dominios web y no hay prensa independiente.
EL SUR
POBLACIÓN
48.636.068 personas, con una expectativa de vida al nacer de 78 años. El 81% vive en zonas urbanas y el 98% es alfabeto.
POLÍTICA
Democracia presidencialista con división de poderes tripartita. El presidente es elegido por voto popular cada 5 años, hoy es Lee Myung-Bak.
ECONOMÍA
Desde la década del `60 creció debido a su proceso industrializador y se convirtió en una potencia altamente industrializada que se destaca en la electrónica, las telecomunicaciones, lo automovilístico y los productos químicos.
INDICADORES
El PIB per cápita es de US$ 28.100 y creció 0,2% en 2009, según estimaciones. Los servicios aportan 57% a la economía y la industria, 39%. Balanza comercial favorable.
COMUNICACIÓN
Tiene casi 300.000 dominios de sitios web.
Qué busca Corea del Norte con este ataque
El ataque realizado por Corea del Norte a Corea del Sur puede ser leído en claves de política interna y externa.
En el plano local, el hecho puede servir al régimen de Kim Jong-Il para reforzar la imagen de su gobierno y la de su hijo Kim Jong-Un, a quien nombró heredero al trono de la dinastía.
En el plano internacional, el Norte puede estar buscando endurecer su posición en las negociaciones multilaterales para el desmantelamiento de su programa atómico, que están paralizadas. En los últimos meses Pyongyang repitió su deseo de regresar a las conversaciones. A su vez, el Norte reclama el derecho a ser un estado nuclear, algo que EE.UU., el Sur y Japón no están dispuestos a tolerar. Seúl se niega, asimismo, a volver a la mesa negociadora mientras Pyongyang siga rechazando pedirle disculpas por el hundimiento de un buque de guerra en marzo, donde murieron 46 marineros. El Norte niega su responsabilidad en el incidente.
Es por todo esto que Pyongyang puede estar intentando con el ataque presionar a Washington para que impulse las negociaciones, y, quizá, de paso acepte la existencia de un programa de enriquecimiento de uranio de uso pacífico para generar la electricidad que necesita.
Fuente:EL PAIS DE MADRID/AFP/EL PAIS DE MONTEVIDEO