norte de Pakistán, en la frontera con India.
Las heridas fueron provocadas por las explosiones, pero también por la estampida que ocurrió tras los ataques, precisaron fuentes médicas que advirtieron que 30 de los heridos se encuentran en condiciones graves.
El primer ministro, Yusuf Reza Gilani, expresó su condena en un comunicado y se comprometió a avanzar en una investigación para localizar a los responsables. El ataque fue reivindicado por la organización sunnita islámica Lashkar-e-Jhangvi Al-Almi.
La policía informó a su vez que recuperó los restos de un atacante suicida. La procesión había sido organizada para recordar la muerte del primer imán chiita, Ali bin Abi Talib, y participaban miles de fieles. DFB
01/09/2010