Este cambio es muy lento, tarda nada menos que 4.000 años en producirse, y no es más que un fenómeno natural originado por los movimientos de metales líquidos en el centro del planeta. Sin embargo, científicos han detectado en una parada para camiones de la Interestatal 80 a su paso por Battle Mountain, en Nevada (EE.UU.), un extraño fenómeno: la prueba de que el campo magnético de la Tierra puede volverse loco de repente e intercambiar su posición en unos pocos años. Es la segunda vez que los investigadores encuentran indicios de algo semejante.
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La primera evidencia de una inversión en los polos magnéticos se produjo en 1995, cuando unos antiguos flujos de lava bien conservados fueron encontrados en las montañas Steens de Oregón, también en EE.UU. La investigación sobre las rocas, realizada por un equipo de geólogos del Occidental College en Los Ángeles, reveló que en la lava había un patrón magnético inusual que sugería que el campo magnético había cambiado 10.000 veces más rápido de lo normal, a una velocidad de seis grados por día. Estos patrones se conservaron dentro de los cristales magnéticos de la lava, formados cuando ésta se enfrió, como la diminuta aguja de una brújula congelada en el tiempo.
Este hallazgo provocó una gran polémica y muchos científicos cuestionaron la hipótesis por resultar demasiado extravagante. Pero ha ocurrido una segunda vez. Según explican en la publicación norteamericana Science News, el responsable del anterior equipo, el geólogo Scott Bogue y su colega Jonathan Cañada, del Servicio Geológico de EE.UU., han encontrado otra piedra volcánica en Battle Mountain (Nevada) en la que existen evidencias de un rápido segundo «tirón», fechado hace 15 millones de años. El registro sugiere que el campo magnético de la Tierra giró 53 grados en un solo año, lo que que puede significar que los polos cambiaron su posición ¡en tan solo cuatro! Por supuesto, hablamos de polos magnéticos, no los polos físicos.
De nuevo, el hallazgo, publicado en la revista Geophysical Research Letters, ha desatado la polémica. Algunos geólogos sostienen que la Tierra podría estar entrando ahora mismo en una nueva inversión de los polos, ya que el campo geomagnético ha sido cada vez más débil en los últimos 150 años. ¿Qué pasaría si las brújulas comenzaran a señalar el Meditárreo como el norte de la península? Aparte del caos inicial y del espectacular cambio que supone tener nuestros puntos cardinales patas arriba, Bogue asegura que «probablemente, no sucedería gran cosa».
http://www.abc.es/20100908/ciencia/puede-campo-magnetico-tierra-201009071934.html