Las intensas precipitaciones, ocurridas desde el pasado 7 de agosto, han dejado 12 fallecidos, incluidos tres de una misma familia, entre ellos un bebé de 18 meses, que fueron sepultados por un alud de tierra, señaló a periodistas el teniente coronel Néstor Solís, de la Defensa Civil.
Un deslizamiento de tierra, provocado por aguaceros la medianoche del viernes al sur de Managua, destruyó una vivienda donde vivía un matrimonio con dos hijos, uno de 10 años y el otro de 18 meses. Sólo el niño de 10 años salió ileso.
El resto de los fallecidos se ha producido por imprudencia de las personas que han intentado atravesar ríos crecidos o desbordados a causa de las lluvias, según el organismo.
La fuente precisó que a nivel nacional se contabilizan un total de 268 familias afectadas, con 1.188 personas evacuadas en albergues temporales.
La Defensa Civil indicó, además, que las fuertes lluvias han afectado a 300 viviendas.
Las fuertes precipitaciones también han causado deslizamientos y daños a las infraestructuras y los cultivos, aún no cuantificados.
La Dirección de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) estima que las lluvias continuarán al menos por otras 24 horas en Nicaragua.